En Japón ya reconocen que las consecuencias de Fukushima pueden superar a Chernobil

En la NHK, 27 de Marzo de 2011 sobre las 6:20 de la madrugada EDT. El video de la NHK (televisión Japonesa) expone la gravedad del accidente de Fukushima, en un reconocimiento explícito que no se había dado hasta el momento. A saber, claro, que sabén ellos ya, que, de momento, no han querido contar al resto del mundo.

El vídeo está en inglés, pero en torno al min. 03:00 viene a decir lo que todo el mundo no comprado por el lobbie nuclear está intuyendo desde hace bastantes días, esto es, que las consecuencias del desastre nuclear en Fukushima no han hecho más que comenzar; que probablemente lo de Chernobil vaya a ser pecata minuta al lado de lo que está por desatarse en los reactores de Fusushima, informaciones todas que los japoneses, para cuya cultura el silenciar los problemas es una señal de honor, están tratando con total opacidad de cara al resto del mundo, hasta que las evidencias no les van dejando otra opción que contarlo.

De hecho, los niveles de radiación en los reactores no dejan de aumentar, las autoridades reconocen que no tienen idea de dónde provienen esas radiaciones, y cuando parece que algo empieza a estar controlado en un reactor, el mismo problema, sea el que sea, aparece de repente en alguno de los otros reactores. Eso es lo que se deprende de las informaciones que vamos conociendo día a día desde Japón, y que en Kaosenlared les estamos haciendo llegar con el grado de importancia y preocupación que el asunto requiere. 

Esperemos ahora ver que nos cuentan, por su parte, en Libertad Digital, Intereconomía, y, por supuesto, toda la retaila de sabios e infalibles «expertos» que han pululado por la prensa española hablando de lo buena, barata, bonita y segura que es la energía nuclear, y de lo bien y maravillosamente que habían sido capaces de resistir las centrales japonesas al terremoto y el tsunami.

Según nos decían hace poco todos estos, lo de Fukushima no dejaba de ser un simple «incidente» nuclear (así titulaba Libertad Digital sus crónicas durante los primeros días tras el accidente, con el encabezado «Incidente nuclear en Japón»), y no había riesgo alguno de que el problema fuese a mayores, estaba todo bajo control. Entre encubrir un genocidio y esta actitud de ciertos medios, no hay, en la práctica, muchas diferencias. Algún día, esperemos, pagarán por ello.

Algún día, si hay justicia, todos estos contaminadores -ambientales y mediáticos-, es decir, los que hacen negocio con las centrales a costa de la salud y la seguridad de todos/as, y, por supuesto, los que hacen negocio defendiendo en prensa a las centrales por un puñado de dolares, serán juzgados como autores o cómplices de delitos de lesahumanidad, porque no otra cosa son las consecuencias de los accidentes nucleares.   Con Chernobil ya hubo suficiente demostración, no eran necesarias más pruebas, aunque, desgraciadamente, como, por otro lado, era de esperar antes o después en cualquier parte del mundo, parece que las tendremos ahora en Fukushima. 

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