Izquierda Unida y nosotres

Izquierda Unida se resquebraja en la comunidad de Madrid. Tania Sánchez ha cogido sus maletas y el dinero que había sacado del partido hasta entonces y se va con la promesa de crear una nueva formación en un mes para conseguir la tan ansiada «unidad popular». Al parecer, muches han descubierto ahora que en IU también existe una capa burocrática y costrosa. Bienvenides al mundo parlamentario.

Esto a les anarquistas no es que nos sorprenda mucho, más bien al contrario: cosas como éstas se ven venir desde el principio de los tiempos de la podredumbre parlamentaria. Y eso en cierta manera nos hace (o al menos a mí así me sucede) o nos reporta cierta risa y felicidad. Es como si dijéramos «¿¡Veis como les anarquistas teníamos razón!? Vuestros partidos están corruptos, burocratizados hasta el punto de estar anquilosados y encima divididos. Eso os pasa por confiar en los partidos políticos. Os lo dijimos». No obstante, nosotres como anarquistas quizá compartamos con IU más cosas de las que nos gustaría.

El otro día, viendo en YouTube el debate organizado por el Colectivo Nadie titulado «¿Asaltar las instituciones?», Francisco Salamanca realizó un paralelismo muy interesante con razón a esto:

Tenemos una cosa en común con Izquierda Unida y es que, durante 30 años, hemos estado sentados diciendo «La historia nos va a dar la razón. Yo me siento aquí en la puerta de casa, ya se pudrirá el sistema y entonces la gente vendrá y dirá “¡Anda, mira! ¡Aquí están los anarquistas! Qué razón tenían”». Y en eso llega Podemos y se nos queda cara de pringados.

En efecto, para ser sinceros y no andar dando rodeos innecesarios, que IU se rompa (cosa que no ha terminado de suceder, todo sea dicho. Por ahora solo tiene algunas brechas, aunque bastante considerables) al movimiento libertario le viene bien. Que se hunda un partido que intenta recuperar la socialdemocracia y devolverle la esperanza a la gente de que un capitalismo de Estado con un poco menos de explotación es posible es una buena noticia. Pero no nos engañemos. Esto solo nos vendría realmente bien si nosotres fuéramos capaces de aprovechar la coyuntura actual para sumar más para nuestro movimiento, cosa que no está sucediendo debido a la falta de organización (que no organizaciones) existente y a la ausencia de un programa político y socioeconómico para el momento presente. Si no somos capaces de proponer de manera precisa una forma de organización y gestión alternativa de la vida en sociedad (más allá de las simples proclamas), es lógico que nuestras filas no terminen de llenarse de gente dispuesta a luchar por ello porque lo ven como algo plausible.

En este escenario, el verdadero beneficiado no va a ser otro que Podemos. Han sido ya varios miembros de IU los que han abandonado dicha formación para pasarse al partido que no es ni de izquierdas ni de derechas y, haciendo una somera previsión, a buen seguro que no serán los últimos y que el flujo de militantes no se cortará precisamente en breve.

Nosotres, les anarquistas, al igual que Izquierda Unida, llevamos estancades desde hace décadas, y no terminamos de levantar cabeza. El camino abierto por el 15-M nos supuso un gran punto de apoyo, pero, si queremos aprovecharlo de verdad, no podemos pretender salir victorioses repitiendo lo mismo que llevamos haciendo durante todos estos años y que no nos ha dado resultado (no al menos de forma generalizada en cuanto a situarnos cerca de una sociedad libre se refiere).

Por ende, sí, genial que uno de los partidos socialdemócratas más importantes de este país se hunda, pero toca ponerse manos a la obra para convertir nuestras palabras en hechos.

Ya están surgiendo (y surgirán más) iniciativas para organizar al anarquismo, el social, el de aquelles que nos situamos a pie de calle luchando en el día a día por miles de cosas como la educación, la sanidad, el trabajo, las luchas vecinales y barriales, la ecología, el feminismo, los derechos sociales… Siempre proporcionando nuestra propia visión de tales cosas, pero no por ser diferente al de muchas otras personas nos alejamos de dichas luchas. Solo espero que, cuando el momento llegue, sepamos afrontar nuestra responsabilidad histórica y social y nos lancemos a conquistar nuestras vidas aunque ello nos suponga tener que afrontar contradicciones en ciertas ocasiones. Solo espero que finalmente nos organicemos y la gente cada vez deje menos de llamarnos utópicxs porque vean que lo que proponemos no es ningún sueño, sino algo muy real y tangible que podemos empezar a poner en práctica desde ya.

Luis Ácrata
Extraído de: https://praestoetpersto.wordpress.com/2015/02/05/izquierda-unida-y-nosotres/
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