La roja, la religión del verano

PelotaTengo que reconocer que me gusta el fútbol, era el juego que más me gustaba de pequeña en los escampados de mi barrio, no había distinción entre niños y niñas… quizás porque éramos más niñas que niños y siempre faltaba completar los equipos de jugadores, no dejaba de ser un deporte callejero, las habilidades para sustraer el balón al contrario era un ejercicio constante sin dejar de pensar como atrapar el balón… las rodillas siempre peladas y sangrantes cuando caías al suelo regateando.

En esos momentos no teníamos tele que nos amansara recluidos en un rincón de la casa como pasó en algunos años posteriores. La primera vez que vi un partido de fútbol en la tele del blanco y negro, me sorprendió la cantidad de gente que había en los estadios, gritando e insultando a los árbitros y jugadores con puros humeantes en las bocas y levantando los brazos cuando marcaban un gol. Mi padre era del Barça y cuando hacían algún partido televisado, se iba a casa de un vecino para ver el partido, para él era más que un simple partido, era una especie de reivindicación personal y emocional cuando ganaba al Real Madrid…se que parece una tontería, pero sus razones más íntimas tenía relación con lo que padeció en la posguerra siendo muy joven, obligado con suma represión a hablar el castellano a base de ostias y torturas por el régimen franquista, al igual que su padre encarcelado varias veces por no saber hablar castellano. Como siempre decía, las ostias le sirvieron para endurecerse porque nadie le enseñó durante el franquismo aprender el castellano de forma académica.

Por suerte nunca fue fanático y sabía distinguir la utilización de las grandes masas que acudían a los estadios, el desahogo estéril contra los adversarios del terreno de juego. Nunca se compró ninguna camiseta ni bufanda emulando los colores del Barça, era como un retazo puesto en escena de la Catalunya que siempre amó y la única que conoció en su esplendor revolucionaria de su niñez. El derroche de energía humana en estos eventos tan dirigidos hacia la ocultación y escapismo de los verdaderos problemas existenciales, le daba auténtica flojera ver que estábamos bien sujetos a la otra religión política del estado, que alimentaba la ignorancia para ser bendecidos por el comportamiento de la confrontación futbolera y no por la represión cotidiana.

Seguir todo el proceso del deporte nacional por excelencia…el antídoto del pensamiento crítico para dejar las cosas como estaban y como está, es un gran hallazgo político de algo que nació como juego inocente en las calles de los barrios periféricos de las grandes ciudades, el deporte callejero más asequible de los niños y niñas de un tiempo en que este juego era el amo de las calles, el bullicio natural, el sonido agradable de las risas y el sudor apelmazado en los cuerpos….solo era un juego….pero la pasión que desata ha sido bien aprovechada por los que visionaron una forma nueva para conducir a las grandes masas hacia los templos deportivos.

Ya han pasado muchas generaciones, en el que este deporte se ha convertido en un símbolo de confrontación y competitividad y al mismo tiempo la adormidera para exaltar el patriotismo en los eventos internacionales, invirtiendo miles de millones en crear nuevas máquinas humanas para distraer las penas ajenas. Obviamente no es tan simple, hay muchos intereses creados para dar forma a toda esta infraestructura mercantilista donde yace el imperativo político de control, estudio y conducción de los comportamientos humanos.

«La roja» suena a risa si comprobamos la gran dosis patriótica que nos envenenan a través de este montaje tan sustancioso para el glorioso equipo nacional que no tiene más patria que el negocio que supone todo este club de la comedia, no solo por los millones de euros despilfarrados, si no por el negocio político de la distracción de masas, como si estuviéramos viviendo en el paraíso de la abundancia y armonía, mientras nos roban la conciencia de ser quienes somos…y si gana la final europea?? uy !! que fantásticos que somos !! dirán «a por ellos»…a por quienes ??

Este verano de luz y deporte para calmar los insomnios de los desahucios, los recortes…o mejor dicho el golpe de estado de la gran dictadura del capitalismo con su resurrección fascista…buenas dosis patrióticas aunque se esté hundiendo todas las economías caseras…donde esté «la roja» que se quite Bankia y el baboso gobierno que va de «padre patrone» al más puro estilo de sus antepasados. El fútbol, divino tesoro quién te a visto y quién te ve…el enésimo engranaje de la gran maquinaria borreguil, otro eslabón de la cadena en la que estamos atrapados en el suculento doctrinaje del espectador.

….Si algún día se pudiera televisar un partido, repleto de gente como el M15 dentro de un estadio gritando consignas como » mucho chorizo para tan poco pan» o » no nos representa» o » yo soy un perroflauta rabioso» etc… con miles de pancartas caseras, sería un buen síntoma de que algo estaría cambiando en el seno de la drogadicción futbolera.

Salud !!

Maijos Cuacos
¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio