¿Por qué el 20-N?

vota ladrilloNo es una casualidad esta fecha elegida, para celebrar la pantomima electoral en este gran escenario lírico donde los tenores políticos van a brindar por una efemérides que muchos detestamos porque la justicia no entraba en el guión de la cantata ni en el coro secundario acallado dando el protagonismo a estos tenores que en DO Mayor coreaban aquella letra de «habla pueblo habla».

Aunque el 20-N cae en domingo, hay otros festivos anteriores y posteriores, pero no, tenía que ser este y porqué?, no hay que ser muy lumbreras para determinar la premeditación del evento y estoy convencida que esta decisión no ha sido solo del gobierno sino «consensuado» con otras fuerzas políticas. Sus verborreas permanentes con letrillas secundarias alimentan una parte de la memoria social para retomar un punto controvertido donde las dos Españas volverán a tomar un pulso de taberna con apuestas incluidas haber quién va a seguir con los mismos colores gobernando el fantasma del dictador.

Este guión esperpéntico es igual que una trilogía escrita en tres tomos con un hilo conductor donde la trama lírica se desarrolla en un escenario histórico poco convincente pero cargado de encuadres recurrentes para que el espectador  se sienta parte de la función sin ser interactivo, además de posicionarse a favor de un color u otro.

Esta trilogía, manejada en la sombra por los escribanos y censores de la historia, empieza donde las generaciones vigentes y vivas recuerdan primero, La República y la revolución española… el genocidio producido por la mal llamada guerra civil….la dictadura genocida por el protagonista en las sombras como un holograma en el fondo del escenario…y tras su muerte el famoso 20-N, donde  a priori parecía una liberación de la España enjaulada. El tercer tomo ha sido y es un cambio de vestuario y de personajes cambiados por el maquillaje que se ha ido deteriorando con el paso de los capítulos en pro de darle un final feliz sin llegar a culminarse.

Ahora y después de muchos años en cartelera se ha visto la cansina consecución y el hastío de los espectadores por la involución de la obra, tanto pagar las entradas con tributos para mantener la trama lírica, se ha cerrado el teatro temporalmente para evaluar las pérdidas de la función. Pero lo que no sabe los espectadores  que en esta trilogía hemos sido protagonistas permanentes en la consecución de los procesos históricos, sin nosotros no hay función que valga para sostener los presupuestos de la gran obra teatral y la renta derivada de los enormes beneficios obtenidos por el pago de nuestra asistencia silenciosa.

Cuando vuelvan abrir las puertas el 20-N lo harán con una propaganda mediática exultante dejando en el aire ese fantasma por el que se ha de pugnar la división del espectador en sus fueros internos, saldrán disfrazados de las viejas glorias con una Zarzuela o de Revista para engatusar al personal sin mostrar el drama real que hay detrás de las bambalinas donde el escenario se cae a pedazos por culpa de la obsoleta edificación y la decadencia  del propio teatro. 

Solo va ha representar una absoluta regresión hacia un pasado engañoso y frustrante que con el título en cartelera del 20-N va ha resucitar muertos indeseables o un recalcitrante triunfo democrático inexistente.

Pero miles y miles de espectadores  con ganas de hacer teatro real en la calle y tomar el protagonismo colectivo sin héroes de ficción, escribiendo y escenificando como  hacer posible una contracultura propia sin intermediarios ni managers que manipulen la enarbolada magnificencia de esta obra más bien opaca por no decir oscura.

Hay muchísimas razones de peso para  no asistir al 20-N para no comprar entradas al gran teatro nacional para dejar de ser simples espectadores, que para más cachondeo los actores nos tiran dardos envenenados para seguir creyendo en sus guiones sin sentido y nada esperanzadores, donde los mensajes ya no tienen contenido, solo son amenazantes y mediocres. Esta obra fascista no debemos darle más cancha ni caer en el juego mediático de la participación porque solo servirá para cobrarnos un precio de palco demasiado elevado y perpetuar la obra por siempre más.

Maijos Cuacos
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