Ya tarde se podía oír el viento
Pasando entre los arboles ancestrales
Tejiendo consciencia en regiones australes
Hombres de ronco vivir, de nacimiento
Se levantaron todos sin miramiento
Por un sueldo digno a las patronales
Que propuso soluciones sepulcrales
Nadie quiso saber del fusilamiento
En “La Anita” como ovejas, trasquilados
Por enormes cuchillos de polvorera
Afilados por la Bancada radical
Fueron mil quinientos los asesinados
Patagonia tus ríos de sangre obrera
Recuerdan aún la respuesta patronal
Pero la réplica no se dejó esperar
Como Wilckens también nos levantaremos
Nunca compañeros los olvidaremos
Y la memoria ya vamos a liberar
Homicidas, mil veces nos podrán matar
Otras tantas miles, siempre lucharemos
Y vuestro yugo burgués derrocaremos
Y así nuestros derechos vamos a lograr
Será, el final de vuestro mundo vetusto
Un viento de libertad los arrasará
Entonces sus leyes no tendrán cabida
Haremos un mundo libertario y justo
Donde cada uno responsable será
Y surgirá del corazón otra vida.