Salvador Seguí vivió entre finales del siglo XIX y las primeras décadas del XX. Murió muy joven, superando apenas la treintena de años, en 1923. Muerto a tiros por asesinos a sueldo de la patronal catalana, protegidos por las autoridades del momento.
Y es que Seguí vivió con intensidad aquellos años de recrudecimiento de la lucha de clases, y fue protagonista destacado en la configuración del anarcosindicalismo ibérico. Uno de los principales ideólogos y organizadores del sindicato como organización de masas, fuerte y eficiente, sin tutelas, pragmático, a la vez que radical.