Los controladores aéreos han garantizado que trabajarán con “absoluta normalidad”, según ha informado a Europa Press el portavoz del sindicato de controladores USCA, quien ha denunciado que la Guardia Civil “ha obligado a trabajar a punta de pistola” a algunos compañeros suyos que se encontraban descansando en el centro de control bajo “la amenaza de llevarlos al calabozo”.
Así, ha explicado que agentes de la Benemérita han llegado esta mañana a las salas de control, donde estaban descansando algunos controladores, a quienes han conducido a punta de pistola a la sala de operaciones del centro de control, donde les ha obligado a sentarse, bajo la amenaza de detenerlos en caso de que se negaran.
Los controladores advierten que sufren “crisis de ansiedad” y que no están en condiciones psicofísicas para desarrollar su labor. El Gobierno ha amenazado a los huelguistas y si no vuelven al trabajo pueden enfrentar penas de cárcel y multas de hasta 200.000 euros.