El dinero y el poder: La adicción a la esperanza

1.- EL PODER POLÍTICO: La promesa del capitalismo, es que todo mundo puede llegar a ser rico. La promesa del liberalismo es que cualquiera puede llegar a la presidencia. El dinero y el poder, son lo más importante para la gente. Todo mundo busca el poder. Desde la más humilde ama de casa, que ejerce el poder cotidiano en la familia y educa en el machismo y el autoritarismo a sus hijos, y el obrero de salario mínimo, que decide como administrar su miseria, en cervezas y sopas maruchan; hasta los dueños de las trasnacionales, que quitan y ponen presidentes, que gozan de paraísos fiscales para aumentar sus riquezas y han instaurado la Cleptocracia: (del griego clepto, ‘robo’; y cracia, ‘fuerza’ = dominio de los ladrones) es el establecimiento y desarrollo del poder basado en el robo de capital, institucionalizando la corrupción y sus derivados como el nepotismo, el clientelismo político y/o el peculado, de forma que estas acciones delictivas quedan impunes debido a que todos los sectores del poder están corruptos, desde la justicia, funcionarios de la ley y todo el sistema político y económico. (Wikipedia.)

El poder económico y político en México se renueva cada seis años con las promesas de cambiar. Toda la gente habla de política y elecciones. La esperanza de México, se ha convertido en una adicción que enajena por otros 6 años al electorado.

Antes, la gente decía que México necesitaba un líder con pantalones para cambiar al país. Cuando en 1988, Cuauhtémoc Cárdenas ganó las elecciones, y Carlos Salinas usurpó la Presidencia, un sector del ejército lo apoyaba para levantarse en armas, la gente enfurecida le exigía pasar a la lucha armada. Cárdenas se reunió clandestinamente con Salinas y pactaron. Años después se supo de esa reunión por la revista Proceso. Pero en 1994, cuando surgió el EZLN, que se insurreccionó y llamó a la rebelión armada, la gente ya no quiso una revolución. Prefirió organizar una gran marcha para exigir la paz. La adicción a la esperanza se cristaliza en sueños, cuando la realidad es muy dura, la gente prefiere soñar a luchar.

La rebelión se mediatizó y el 23 de Marzo el Gobierno asesinó a su candidato presidencial del PRI. Luis Donaldo Colosio se confrontó con Carlos Salinas y José Córdoba Montoya, pagando con la muerte su atrevimiento. El sistema demostró que el poder se mueve de maneras complejas entre sus grupos de poder. Después de la gran crisis económica en el gobierno de Ernesto Zedillo, el desprestigio del PRI despertó la esperanza de la gente en el PAN.

La esperanza de México era un ranchero bravucón que llamó a sacar al PRI de los Pinos, para meter a las ratas del PAN: Vicente Fox, Martha Sahagún y sus hijos, los mismos empresarios de siempre; y el desencanto de la gente por los políticos no fue suficiente. Ahora la esperanza de México fue el PRD, con su candidato AMLO, quien capitalizó esa coyuntura política. De nuevo el PAN cometió fraude electoral e impuso a Felipe Calderón. Con Elba Esther Gordillo manipulando la Secretaria de Educación Pública, el ISSSTE y los principales puestos del Instituto Federal Electoral, fue fácil operar el fraude. Las cifras que dio el IFE, fueron:

36.89 % del PAN, con 15 000 284 votos contra 35.90 % del PRD, con 14 756 350 votos. Y 22.03 % del PRI con 9 301 441 votos, para Roberto Madrazo.

De nuevo el PRD no pudo contra el aparato del sistema y empezó el delirio de AMLO como “presidente  legítimo” ya que no pudo defender su triunfo electoral. La respuesta de Calderón fue “legitimarse” como presidente con una “Guerra al Narcotráfico” que en realidad fue una alianza con el ejército para controlar, reprimir y asesinar a los disidentes. La militarización del país continúa y el PRD sufre un desgaste por su corrupción y luchas internas. Cuando vuelven a postular a AMLO, sólo logran un 31.57 % del total de votos, contra un 38. 20 % del PRI, según el IFE. Ahora, Enrique Peña Nieto encarnó “la esperanza de México” de una mejora del país después del desgaste del PAN.

En realidad, a México le fue peor con el PRI en el Gobierno, que con la demagogia del PAN. Con las Reformas estructurales se ha consumado un saqueo sin precedentes de las riquezas del país. La esperanza de México es una extraña ave fénix que resurge después de ser masacrada cada 6 años.

2.- EL PODER ECONÓMICO: Para el 2018, después del saqueo de México con las “Reformas estructurales” de Peña Nieto, la inflación ha pasado de 3.57% en 2012,  3.97% en 2013, 4.08% en 2014, 2.13% en 2015, 3.36% en 2016, 6.77% en 2017 y 5.31% en 2018.

Esto aterrizado en Precios del 2012 contra el 6 de Mayo del 2018 son:

Precio de la gasolina: el litro de la gasolina magna costaba $ 9.82. Hoy cuesta $ 18.47. La gasolina Premium $10.36 el litro, hoy está en los $ 20.00. El diesel estaba en $ 11.17, hoy cuesta $ 19.01.

Precio del dólar: Peña Nieto recibió el dólar a $ 12.90 pesos, actualmente está en $ 19.46.

Precio de la luz en los hogares: En 2012 el kilowatt hora estaba en $ 0.650, ahora está en $ 0.793

Deuda pública: Recibió un país endeudado con $ 4.0 billones, al día de hoy la deuda es de $ 9.6 billones.

Precio del gas LP: El precio de un tanque de gas LP de 30 kilos en 2012 era de $ 366, actualmente es de $ 590. Y el tanque de 20 kg. $ 368.20 al 15 de febrero. El gas LP bajó de $ 18.95 el kg. al 31 de enero; para el 6 de mayo, esta a $ 17.45 el kg. 

Precio del huevo: En 2012 estaba alrededor de $ 12 pesos. Actualmente está a $ 30 pesos.

Precio de la tortilla: al inicio del sexenio, $ 8.00. Hoy está a $ 12.00.

Con Peña Nieto, la generación de empleos: La administración peñista asegura que en este sexenio se han generado más trabajos que en cualquier otro sexenio. Sin embargo si revisamos la calidad de los empleos la apreciación de este dato cambia mucho. Sí se han creado empleos, pero no son de buena calidad:

Son de salarios bajos. Hay subempleo. Con condiciones malas para los trabajadores. Muchos no están afiliados al sistema de salud.

La misma OCDE dijo que los salarios de estos trabajos “no reactivarían el mercado interno de México”.

 Los datos duro son estos: La mayoría de los mexicanos reciben menos de dos salarios mínimos como ingreso. En 2013 los trabajadores en estas condiciones eran 24.5%, en 2017 esa cifra aumentó a 27.5%. La cantidad de trabajadores que reciben como pago menos de un salario mínimo también aumentó: en 2013 eran 12.94% y en 2017 son 14.35%.

El Salario mínimo: En los discursos oficiales, así como en los mensajes en medios, el gobierno federal dice que “el salario mínimo se ha incrementado 11.5% en lo que va del sexenio, siendo esta la mayor recuperación  para un mismo periodo en 41 años”, y dice que esto significa una recuperación de compra de 13.5%.

 Lo anterior es falso, pues hay que considerar algo que se llama “salario real” y ello es la cantidad de salario que queda a tu paga una vez que a tu dinero se le resta la inflación o el aumento de precios.

La pérdida del poder adquisitivo del salario: En 1987, un mexicano tenía que trabajar cuatro horas con 53 minutos para adquirir la canasta básica, mientras que para 2017 eran necesarias 24 horas con 31 minutos, es decir, ya no le resta tiempo para realizar otras actividades que no sean trabajar para apenas conseguir lo indispensable para vivir, reveló una investigación del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Universidad Nacional Autónoma de México.

“En 1987 le restaban al trabajador 19 horas y siete minutos para transportarse, comer, asearse, convivir con su familia, salir a pasear y dormir, entre otras actividades, y para octubre de 2017 el tiempo necesario para comprar la canasta ha sobrepasado un día completo”, remarcaron los investigadores.

El estudio “México 2018: otra derrota social y política a la clase trabajadora”, destacó que si por una jornada de ocho horas se pagara un salario mínimo, en enero de 2013 el tiempo de trabajo necesario para adquirir una Canasta Alimenticia Recomendable era de 21 horas con 13 minutos, por lo que le quedaban al trabajador dos horas y 47 minutos para satisfacer sus necesidades.

Tres años después, el 16 de octubre de 2016 ya únicamente eran siete minutos en total para realizar el resto de sus actividades, debido a que el tiempo necesario que había que laborar para alcanzar la canasta básica era de 23 horas con 53 minutos.

Sin embargo, detalló el estudio, para el 26 de octubre de 2017 el tiempo de trabajo necesario para comprar la canasta básica sobrepasó un día completo llegando por primera vez a las 24 horas con 31 minutos.

La Canasta Alimentaria Recomendable está conformada por 40 alimentos para una familia de cuatro personas: dos adultos, un joven y un niño.

“Las políticas neoliberales aplicadas al salario han dejado un saldo en el que le hacen falta horas al día para que, trabajando por un salario mínimo, alcance para comer. A quienes han permitido este avance, tanto entre empresarios, gobiernos, partidos políticos, direcciones sindicales sometidas a las patronales, nunca les interesaron las clases trabajadoras, ni su vida, ni sus necesidades como seres humanos que somos”, enfatizó la investigación de la UNAM.

Para octubre de 2016 la canasta básica –que no incluye renta, vestido, calzado o educación para los hijos– costaba 218.06 pesos y en un año se incrementó a 245.34 pesos; tuvo un aumento de 27.28 pesos, que representan una variación del 12.5 por ciento, la variación anual más grande desde mediados de la década de los 90.

“El aumento al salario mínimo en el mismo periodo fue de siete pesos y el incremento anunciado por el Gobierno federal para 2018 es de 8.32 pesos. Si sumamos ambos dan un total de 15.32 pesos, por lo que el aumento de precios de la canasta básica ya se comió en un año los incrementos de dos años, e incluso parte de lo que se anuncie para 2019”, advirtieron los investigadores del Centro de Análisis Multidisciplinario.

A un año de que concluya la administración de Peña Nieto, el salario real ha perdido el 13.42 por ciento y la pérdida acumulada del poder adquisitivo en los últimos 30 años en México, medida por la Canasta Alimenticia Recomendable, es del 80.08 por ciento, puntualizó la investigación.

MÉXICO: SALARIO MÍNIMO Y PRECIO DE LA CANASTA ALIMENTICIA RECOMENDABLE. 1987-2016.

3.- LA ADICCIÓN A LA ESPERANZA.

Con los datos resumidos en los puntos 1 y 2, resulta incomprensible como la gente sigue creyendo que con las elecciones, se puede cambiar al país. Los políticos nos venden la idea cada que hay elecciones, que ellos pueden hacer “el cambio”. La verdad es que desde que Agustín de Iturbide pactó con Vicente Guerrero, para consumar la “independencia” de México, en 1521; la burguesía criolla y oportunista, ha ofrecido un modelo capitalista y liberal, para que el país alcanzara “el progreso”, legitimado con todas las elecciones sucesivas o guerras que han sucedido de 1521 a la fecha.

 ¿Entonces por qué la gente sigue creyendo en los engaños de los políticos después de 497 años?

La hipótesis que se propone es que en realidad, la gente sufre una adicción perversa: la adicción a la esperanza.

Para partir de una idea general, veamos que dice Wikipedia sobre la adicción:

Se considera adicción (del latín addictus, que era el deudor insolvente que, por falta de pago, era entregado como esclavo a su acreedor​) a una enfermedad crónica y recurrente del cerebro que se caracteriza por una búsqueda patológica de la recompensa y/o alivio a través del uso de una sustancia u otras conductas. Esto implica una incapacidad de controlar la conducta, dificultad para la abstinencia permanente, deseo imperioso de consumo, disminución del reconocimiento de los problemas significativos causados por la propia conducta y en las relaciones interpersonales así como una respuesta emocional disfuncional.  El resultado es una disminución en la calidad de vida del afectado (generando problemas en su trabajo, en sus actividades académicas, en sus relaciones sociales y/o en sus relaciones familiares o de pareja). La neurociencia actualmente considera que la adicción a sustancias y a comportamientos comparten las mismas bases neurobiológicas.

Además del consumo de sustancias psicoactivas existen adicciones a procesos como la adicción al sexo, la adicción al juego (ludopatía), la adicción a la pornografía, la adicción a la televisión, al deporte, la adicción a las nuevas tecnologías (tecnofilia), al móvil (nomofobia) y la adicción a Internet.

Entonces la conducta que trastorna al adicto a la esperanza, es una enfermedad crónica y recurrente del cerebro (no es algo consciente) que se caracteriza por una búsqueda patológica de la recompensa y/o alivio (cambiar México) a través del uso de una sustancia u otras conductas: delegar en otros su vida, en lugar de luchar por transformar su realidad, creer que AMLO o cualquier político, será la “nueva” “esperanza de México”, que resolverá sus problemas. Estamos entonces, ante una enfermedad mental masiva. Una adicción a depender de los políticos. Una preferencia enferma a votar en lugar de luchar. Un autoengaño que prefiere renunciar a pensar, y hacer lo que hace la mayoría: soñar que todo cambiará, votando “por el menos peor”. La gente busca un placebo: sabe que todos los políticos roban, pero como está en su zona de confort, prefiere “votar”, por los que “salpiquen algo”; o de menos “roben poquito”,  porque en los siguientes 6 años, no harán nada. Entonces su gran “participación” para “cambiar México” es votar. La gente siente que hace algo, pero en realidad sabe que con el fraude electoral, su voto se irá a la basura, por que los ricos impondrán a quien quieran.

Pero vamos a los datos, que aunque son falsos, nos dan una idea general de lo que piensa la gente.

En el 2012, según el INE, votaron 50 323 153 personas, de un total de 70 454 802 empadronados. O sea un 63.14 % del padrón electoral.  Es decir, porque  50 323 153 personas creen que las elecciones sirven, legitimaron que sólo con 19 226 784 votos por el PRI, los mismos de siempre volvieran a gobernar.

Actualmente se calcula la población de México en 130 millones 678,000 habitantes. México es el décimo país más poblado del mundo (ONU). Se calculan en 29 millones los mexicanos en EU, con 8 millones con documentos legales.

A grosso modo, de 160 millones de Mexicanos, 20 millones (un 12.5 %) perjudicó gravemente a México al votar por el PRI. O sea, menos de los mojados que emigraron a EU.

Y votar por MORENA, sólo promete un “capitalismo suave”, cosa que por experiencia sufrida en carne propia, sabemos que no existe.

Pero sin importar que políticos ganen, todo el pueblo de México perdemos en las elecciones. Sólo un 12% de personas, está decidiendo quienes serán nuestros verdugos los próximos 6 años. Sin importar quien quede a cargo del gobierno, el gobierno nos friega a todos. Es la dictadura de las minorías sobre las mayorías. Pero con todo y sus miserables 20 millones de votos, los gobernantes son controlados por la élite burguesa. Como decía el 12 de agosto de 1916, Ricardo Flores Magón: …”todos los gobiernos, que como se sabe no son otra cosa que los perros guardianes de los intereses de la clase capitalista,…” no pueden, ni quieren; cambiar la explotación de todo un pueblo, y acabar con las injusticias y la tiranía, ganando unas elecciones.

Así que no importa por quién votes, mientras no luchemos por cambiar el sistema capitalista. No importa a quien delegues el poder, mientras apoyes las relaciones de poder instituidas y defiendas las jerarquías. No importa el autoengaño de la “esperanza de México”, porqué la adicción a la esperanza sólo acabará cuando dejes de esperar algo de los políticos. Esos parásitos que siempre viven de nuestros impuestos y que no producen nada, más que promesas. Los políticos no aportan nada a una sociedad, sólo viven del trabajo de todos.

Los políticos manejan cantidades increíbles de dinero para legitimarse y lograr el apoyo del pueblo, mientras vivimos en la miseria. La clase política ha logrado corromper a todo el país, sin importar los colores partidistas. Pero todo ese dinero despilfarrado en las elecciones, seguirá terminando en la basura, hasta que les quitemos a los políticos sus sueldos, sus tranzas y sus robos.

Por todo lo anterior, te invitamos a dejar la adicción a “la esperanza de México” y luchar contra el capitalismo, en todas sus formas, en todas sus relaciones de poder. No votes, mejor rebélate. Somos 160 millones de mexicanos, podemos hacer muchas cosas: anular el voto, hacer campaña antielectoral, luchar por mejoras salariales, quitarles sus sueldos a los políticos y a sus partidos. Cambiar el sistema capitalista. No será fácil, ni será pronto. Pero si sembramos semillas de rebeldía, nacerán libertades para tod@s.

Braulio Alfaro Lemus.

(Se consultaron las páginas web de Wikipedia, Aristegui Noticias, Animal Político, inforural, Misael Mora en Rankia México,  Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM, Nación 321, Estadísticas del INE; la revista Proceso, Los Periódicos: Regeneración # 242 (el de Flores Magón), La Jornada, Milenio, Reforma, El Economista, El Financiero y El Universal.)

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