[Brasil] Batman ordena «La Gestión»

Los dulces que te regalan en el CAPITALISMO tienen un fin, un costo y por último te dejan sin dientes. Es lo que pasó con Dilma Rousseff en Brasil.

Podemos desgarrarnos la ropa, salir a la calle a tirar piedras en nombre de otro patrón, pedir elecciones anticipadas y lamentar que otra luz de la política progresista se apagó. “Y mirá que veníamos bien, ganándole a la derecha por goleada”

El poder se desplaza, se ejerce, es camaleónico, toma el nombre de Economía. Lo demás solo es parte del escenario teatral: recortes, puzles, gritos y pataleos, marionetas, el líder carismático, la izquierda y la derecha.

Pero todos los caramelos se terminan en los cumpleaños. Un acto administrativo en este juego de democracias liberales detuvo los relojes en Brasil por unos segundos; entre gestión, buena administración y demás artilugios de los imperativos económicos -cifras, porcentajes, gastos, costo beneficio, documentos , números interminables, cuentas claras, asesores- se saneó la cosa y la máquina pudo seguir caminando.

En un abrir y cerrar de ojos los legisladores, con varios aliados del gobierno de turno, levantaron las manos, los codos y las risas se multiplicaron. Hubo varias selfies; todo tras despedir a una de sus bailarinas del teatro, que terminaba salpicada de tomates al mejor estilo fiesta española. La función, con el nombre pomposo Impeachment para las cadenas internacionales de noticias -y de paso para que todos podamos practicar inglés- había concluido.

El espectáculo tiene que seguir con otros actores. Es claro que ahora viene la etapa de los reproches de un lado y de otro. – Fue UN GOLPE- , -No fue lo CORRECTO-, dicen otros, porque la presidenta incurrió en la ilegalidad jurídica.

El fantasma de la recesión, números rojos con tendencia a la baja, crisis, los agentes económicos. Papeles y tintas derramadas como acto rebelde de los políticos, todos masticando bronca, dando todo tipo de declaraciones a los medios periodísticos; discursos con muestra de enojos en sus rostros -Estoy convencido por los hechos y amparado en mi conciencia» de que Dilma Rousseff perpetró «delitos de responsabilidad» al enmascarar las cuentas fiscales- decía el senador Romario da Souza, en una suerte de grafitero subversivo. Otros, como los especialistas en politología, miran con desconfianza y hacen sus cálculos futuros. El sudor baja por los rostros, las corbatas que se acomodan, los trajes se planchan y a seguir jugando.

Solo haciendo un poco de memoria sobre el Brasil de políticos gestores y multicolores, es el mismo Brasil que tiene tropas de ocupación en Haití (ONU) y el mismo que fabrica armas y gases lacrimógenos para que la policía del mundo tire en las manifestaciones y, por supuesto también en todo Brasil, como ocurrió en el Mundial de Fútbol 2014; el mismo que gasta millones para construir infraestructuras para una copa de fútbol o los juegos Olímpicos, y sigue matando jóvenes pobres en las favelas, con la bandera de la lucha contra los narcos, la seguridad y el control nacional. El mismo que sigue contaminando agua, tierra y alimentos con agro tóxicos tantas veces denunciados, el mismo que asesina en su complicidad del silencio a defensores de derechos humanos, de la naturaleza y pueblos originarios; el mismo que continua deforestando la selva amazónica con la idea vendida “motor para el desarrollo”.

La lógica del capital hoy es clara, nos enseña: administrar los servicios, el equilibrio fiscal, tener fachada de transparencia, hacer negocios rentables con y para las multinacionales, generar condiciones favorables para la extracción de materias primas, privatizar todo y a todos, tener orden y control sobre las poblaciones y los usuarios, hacer los deberes mandados por los consultores internacionales y además reír mucho para las fotos en las reuniones.

Hace mucho tiempo ya que la economía mundial es la que manda en el globo. Los actos – llamemos “política de votar”, decidir por un representante para los protocolos- son algo más de las gráficas en las bolsas de valores. Por más que los votantes superen números descomunales para un sector (porcentajes), hoy es todo un gran mercado de generar ganancias. No importa el color político, todos pueden tener momentos de gloria en el circo del capital.

En la lógica del juego entra también la introducción de nuevas tecnologías para eclipsar rápidamente, la explotación voluntaria y libre de la masa con las nuevas formas de distracción y dispersión, ansiedad, apetito, satisfacción, competitividad en todo el cuerpo social “ Sí, se puede ”, “Hágalo usted mismo” o “Todos tenemos un ego narciso explotando. Déjelo salir”.

La circulación de información en forma acelerada, el mover dinero a pequeña, mediana y gran escala en distintos formatos , promover el contingente de publicistas de todo tinte y color, para acceder a créditos, tarjetas, cuidados, prevención, viajes, turismo, juegos, diversión, mínimo y máximo consumo, vigilancia y control en el espacio digital.

“Tranquilos ¡hay para todos los bolsillos!”

Por eso se promociona guardar las apariencias, no hablar de capitalismo en el discurso público, de la propiedad privada y de la explotación, tener delegaciones de dirigentes moderados para pactar, tener tolerancia, mostrar que todos vamos en el mismo barco. Nada nos puede paralizar, ricos y pobres unidos en una suerte de foto Benetton en este gran shopping, en esta gran Gestión blanqueadora del mundo.

Todos juntos por la paz social y el desarrollo.

Rosalino Rodríguez

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