X Aniversario. Entrevista ‘Anarquismo en la sociedad actual’: José María Fernández

Décimo aniversarioEl siguiente amigo en contestar a nuestra entrevista virtual planteada con motivo de nuestro Décimo Aniversario es el escritor y diseñador José María Fernández, también conocido en el movimiento libertario como Capi Vidal.

José María o Capi (1969), es diseñador gráfico en una pequeña editorial y vive en Madrid. Participa de forma muy activa en la web de contenidos www.acracia.org y escribe periódicamente en su recomendable blog personal reflexionesdesdeanarres.blogspot.com sobre anarquismo, ateísmo, escepticismo y filosofía en general.

Además, es miembro del Consejo de Redacción de la publicación científica Germinal. Revista de Estudios libertarios, y colabora frecuentemente con el periódico anarquista Tierra y libertad, tanto con escritos con diversos seudónimos como con el diseño de las portadas. Muy cercano a la Federación Anarquista Ibérica, donde tiene a varios de sus mejores amigos.

OACA: ¿Cómo consideras que desde el anarquismo se pueden ofrecer respuestas a los problemas de la sociedad actual?

Capi VidalJosé María: El anarquismo tiene mucho que ofrecer en el futuro. Es muy atractivo el concepto de individuos autónomos integrados en grupos locales autónomos que deciden sobre los asuntos que les atañen y que se federan con otros grupos regionales para decidir sobre temas que afectan a nivel más general. Perdonad si señalo algo muy obvio dentro del anarquismo, pero creo que debemos insistir una y otra vez en nuestras ideas para presentarlas de forma atractiva a la gente. Federalismo es un concepto político nada utópico, fácilmente comprensible por cualquiera. sin necesidad de una gran cultura política. como forma de superar el Estado. A ello hay que añadir nuestro concepto de la libertad, quizá el más complejo y enriquecedor de toda filosofía política, con el máximo respeto por la individualidad, pero estrechamente relacionado con lo social. La idea de la cooperación, predominante sobre la competencia de la sociedad capitalista, y de la solidaridad como fuerte nexo de cohesión social. A mí me gusta decir que el anarquismo es tan utópico, por su constante búsqueda de nuevos horizontes, como pragmatista (por su negación de verdades absoluta y su confianza en la pluralidad y en el debate). Otra cosa en la que insisto es lo que ya señaló Rudolf Rocker, autor que me apasiona y que considero que representa un paso más en la historia libertaria, y es que el anarquismo es la gran síntesis entre socialismo y liberalismo. Eso puede ayudar a comprender el hecho de que las ideas libertarias estén llenas de futuro.

 
OACA: ¿Cuál es tu opinión sobre el movimiento de protesta surgido a raíz del conocido como “15-M”? ¿Ves alguna similitud con las revueltas en el norte de África?

José María: Mi opinión sobre el movimiento 15-M es muy positiva. Hay que distinguir tres etapas en la situación: la manifestación convocada por la plataforma Democracia Real Ya, a la cual reconozco que no hice demasiado caso al pensar que se trataba simplemente de una cuestión reformista (y puede que fuera así, eso ya resulta indiferente); las acampadas en diversos lugares de España, como en la Puerta del Sol de Madrid, que empiezan a funcionar de manera asamblearia (y que suponen el inicio del movimiento), y la posterior descentralización con las asambleas de barrio. El movimiento recoge rasgos indudablemente anarquistas, existen una sensibilidad antiautoritaria y una encomiable preocupación por lo social y por lo público. Yo no me preocuparía demasiado por la cuestión «reformista» (por otra parte, comprensible en mi opinión) y atendería a los rasgos más radicales del movimiento, que existen, y pueden suponer una nueva forma de organización social a largo plazo. La visión y actitud de los compañeros anarquistas ha sido, en general, muy buena y creo que lo que digo está en sintonía con la de ellos. Tenemos que tender a llevar nuestras ideas allá donde consideremos que pueden aportar cosas. Estoy muy en contra del aislacionismo, de la confianza exacerbada en una única organización libertaria y, como anarquista, creo que mi deber es la implicación en lo social y en la defensa de los derechos humanos. Los factores que han llevado a la situación pueden ser múltiples, y estoy seguro que ha influido algo la situación de revuelta de nuestros hermanos árabes y magrebíes. Ello demuestra que nada está determinado por la historia, que las cosas pueden cambiar gracias al trabajo y la voluntad de las personas de mejorar sus vidas.

OACA: ¿Cuál crees que será el papel que tendrá el movimiento libertario en los próximos años?


José María: El movimiento libertario resurge una y otra vez, porque sus propuestas son en mi opinión la más alta aspiración de la humanidad, ideas muy atractivas que pueden ayudar a las personas a llevar una vida plena. Insistiré otra vez en el movimiento 15-M, el cual también creo que pone a prueba nuestras ideas. Si tenemos las convicciones claras, si observamos que nuestras propuestas funcionan en la práctica, que se potencia el lado más noble y constructivo de los seres humanos, vamos a salir reforzados de todo ello, como así creo que está pasando en esta interesante situación actual. Estoy seguro que el movimiento libertario va a crecer en los próximos años, sin sectarismos de ninguna clase, sin una confianza exacerbada en una única organización, confiando plenamente en su naturaleza antiautoritaria y descentralizadora, en su propuesta de individuos autónomos que reconocen esa misma facultad en sus semejantes y se muestran totalmente implicados en lo social. Allá donde se merma el poder político, económico y religioso, solo puede existir un florecimiento cultural gracias, en gran medida, a las ideas libertarias. Es un trabajo constante a realizar.

OACA: De forma un poco más personal, ¿por qué seguiste el camino del anarquismo?
 
José María: Mi trayectoria política no es algo que creo que resulte muy importante. A temprana edad, mostraba ya una gran sensibilidad humanista y social, podía definírseme como un joven de izquierdas algo especial (una izquierda muy general, apartada de aquella decepción que fueron los gobiernos de Felipe González, a pesar de que yo era todavía muy joven). Muy pronto, con algo más de formación, se concretó la idea antiautoritaria y una confianza plena en la libertad, además de en el socialismo. MI camino solo podía ser el del anarquismo. He militado en colectivos y he estado implicado en diversos proyectos, aunque por mi propio carácter, siempre he mantenido una tensión entre cualquier organización y la responsabilidad individual. En cualquier caso, no creo que suponga una contradicción, el compromiso adopta muchas formas y esta tensión es, seguramente, inherente al propio anarquismo. Como alguien dijo, «un anarquista debe ser, en primer lugar, honesto».
 
OACA: ¿Qué le dirías a los jóvenes y no tan jóvenes que por uno u otro motivo se acercan por primera vez a los planteamientos libertarios?

José María: Les diría que se dejan apasionar por estas ideas a todos los niveles, sin dogmatismos ni absolutismos de ninguna clase, sabiendo que lo que define a la vida es la pluralidad y la innovación continua. Porque la cultura y los más nobles valores resultan más apasionantes y enriquecedores que cualquier otra cosa. Si se han acercado al anarquismo, estoy seguro de que algo muy valioso se encuentra en su interior, y lo que pueden hacer es potenciarlo e iniciar un camino en el que resulta muy difícil que haya retorno, con un compromiso fuerte con su propia vida y con la de los demás. Es una manera de superar la mezquindad y atomización que supone la sociedad capitalista y estatal, y las falsas respuestas que siguen proponiendo las religiones y toda suerte de creencias de nuevo cuño.

OACA:  Para terminar, puedes añadir lo que consideres oportuno

José María: Agradezco muchísimo a los compañeros del estupendo Portal Libertario OACA la magnífica labor de difusión que están realizando, y que me hayan dado la oportunidad de escribir unas palabras. A pesar de que me muestro muy implicado en proyectos, y escribo bastante, no soy muy amigo de exposiciones personalistas (tal vez es, en realidad, una timidez galopante). Bromas aparte, creo que las personas son importantes, pero no los personalismos (un tópico en el anarquismo en el que hay que insistir, ya que el triunfo del liberalismo, y tal vez su propia naturaleza hipócrita, se basa culturalmente en esa subordinación a ciertas personas y en la jerarquización social), al igual que son importantes las ideas y su concreción en la práctica. Recordaría que los anarquistas somos tan materialistas como idealistas; como afirmaba Bakunin, partimos de unas determinadas condiciones materiales para tratar de acercarnos lo máximo posible al ideal.

¡Salud, anarquía, y un fuerte abrazo, amigos!

OACA: Pues salud, muchísimas gracias por tu magnífica aportación y esperamos tener la suerte de seguir disfrutando con tus acertados artículos.

¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio