El Consejo de Ministros, mediante real decreto, ha aprobado que, en lo sucesivo, el Ministerio de Cultura asuma «todas las cuestiones relacionadas con la promoción y fomento de esa disciplina artística, los estudios, estadísticas y análisis sobre la materia y también el registro de profesionales del sector».
Durante la reunión se ha reconocido que «hace unos meses, los ministros de Interior y de Cultura acordaron que la incardinación más correcta para las competencias en materia de tauromaquia y actividades taurinas que aún permanecían en el Estado debía ser el Ministerio de Cultura».
El Gobierno reconoce así la tauromaquia como «una disciplina artística y un producto cultural» y se consideró que las competencias del Estado en orden a su fomento y protección tienen su correcta ubicación en el Ministerio de Cultura». Asimismo, la Comisión Consultiva Nacional de Asuntos Taurinos pasará a formar parte del Ministerio de Cultura.
En la nota se añade que se da así «satisfacción a necesidades de correcta ubicación y atención de las disciplina y de los profesionales del sector». En octubre de 2010 los representantes del mundo del toro mantuvieron una reunión con el entonces ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en el que se anunció un principio de acuerdo para conseguir esta medida.
La sanguinaria tradición de matar toros por mera diversión sádica, es ya, pues, oficialmente «Cultura». Denle las gracias a Rubalcaba…