[Perú] Revista sobre el conflicto de Las Bambas desde una perspectiva antidominación

Un aporte de algunxs individualidades respecto al Conflicto en torno al proyecto minero Las Bambas en el departamento de Apurímac en la región llamada Perú, lejos de posturas reformistas. 

La necesidad de declararnos antiminerxs, antiprogreso, antitecnología… y actuar.

Apurímac será el próximo departamento cuyo ecosistema (ríos, aire, suelos), flora (vegetación) y fauna (animales humanxs y no humanxs) serán azotadas por la minería, porque quienes han cedido (comunerxs, incluídxs asesorxs, activistas consciente o incoscientemente cómplices) y han promovido (Estado, policías, instituciones del Estado, Empresas y asesorxs) el proyecto minero Las Bambas y otros que vienen en curso o ya están dearrollándose en ese departamento u otros aledaños; Creen que el dinero dado y recibido, solucionará y sanará todo el daño (que sabemos es irreparable y que aún con las engañosas medidas de mitigación reglamentadas por el Estado y la ONU es imposible no tener impacto ambiental negativo) que han dejado y seguirán dejando esos proyectos mineros. Reconozcamos ya, que no existe minería limpia, ni aún usando a tecnología más avanzada que por cierto sus fuentes y recurso provienen de más minería y otras actividades extractivas.

La civilización humana se ha ido forjando mediante la dominación a la naturaleza y su domesticación, desde que se descubre hace aproximadamente como domesticar las plantas, luego a lxs demás animales y posteriormente a individuxs o etnias de nuestra misma especie animal homínida. Nuestra especie que para alejarse del título de animales y todo lo que significa, se llamó humanidad y creó al humanismo como ideología o antropocentrismo cuyo designio era ver a la humanidad como centro y fin del universo dándole esa ideología la potestad de dominarlo todo. Para eso creó la ideología del Progreso, cuyo avance se fortaleció entre otros con la tecnología con el objetivo de una mejora del medio ambiente para el desarrollo de la humanidad como ente superior y controlador, y no como una forma horizontal de relacionarnos con el medio ambiente tal cual era antes de la agricultura la cual nos hizo adoptar la lógica del sedentarismo, la propiedad privada, el especismo, las desigualdades en torno al sexo, la formación de los Estados y ciudades, la ciencia y demás religiones…

Desde esos entonces, la humanidad y su progreso le declaró la guerra hacia lo salvaje y todo su complejo significado, pero no ha podido hacerlo al 100% porque siempre hubo y habrá resistencia a ser domesticadx. Aún adoptando la agricultura como forma de someter los suelos para el crecimiento de vegetación de algunas especies elegidas (monocultivos) a conveniencia humana civilizada, no ha podido evitar el crecimiento de otras especies vegetales no elegidas (a las cuales la agricultura le nombró “maleza”) dentro de sus zonas de cultivos, ni tampoco la presencia de insectxs y demás especies animales (a quienes la agricultura le llaman “plagas”) que se acercan a sus zonas de cultivos sin “la invitación” de lxs agricultorxs a quienes hechan a perder un porcentaje de “sus” cosechas. Es por eso que siempre se crearon técnicas para ahuyentar a estas plagas y malezas, y se fueron reforzando con el avance del tiempo y la tecnología […/…]

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