Miradas en resistencia

Introducción

Palabras de un caminante que da sentido con su espíritu a cada huella. Una lectura que marca el alma. Retrato de lxs innombrables, lxs olvidadxs, lxs resistentes.

Desde el Puelmapu, territorio mapuche, colonia en resistencia contra la ocupación del Estado argentino, las transnacionales y la oligarquía terrateniente, Miradas en resistencia se nos presenta como un grito que es conciencia en un tiempo-espacio universal inmediato dentro de la historia. Una denuncia que no fuerza la puntería, pues como los ríos es certera en su cauce y su caudal.

Una mirada que mira esas miradas y las dimensiona, las contextualiza. Responde a las preguntas que nos silencian y que tanto nos hacen falta, aquellas que hablan de la libertad, de la autonomía, de la vida en el territorio, de la vida comunitaria, de un horizonte anticapitalista y de resistencia contra el extractivismo y la violencia estatal de la que se sirve el sistema para funcionar acabando con la Ñuke Mapu y uno de sus más consecuentes hijos-pueblo: el pueblo mapuche.

Esta crónica urgente desde comunidades del pueblo mapuche en lucha nos invita a salir de los estrechos márgenes de la esclavitud voluntaria moderna, iluminando la resistencia de aquellxs que viven y luchan por una vida libre.

¡Marichi weu! ¡Marichi weu! ¡Marichi weu! ¡Marichi weu!

Miradas en resistencia

Crónica urgente desde comunidades del pueblo mapuche en lucha

El viento patagónico nos invita a escuchar. La inmensidad de las montañas nos devuelve una mirada penetrante que resignifica nuestros sentidos. La proliferación de lagos y arroyos reflejan un cielo que observa como nuevas voces llenas de rabia, pero también nuevas voces llenas de calma y serenidad, firmes en lo que piensan, en lo que sienten y en lo que accionan, vuelven a resurgir. La libertad vuelve a resurgir. Autonomía y territorio es una dualidad necesaria para volver a ser como pueblo. Más de 130 años de resistencia se condensan en esas miradas que nos invitan a luchar, que nos sugieren organizarnos en la diversidad, que nos plantean defender la tierra y que la lucha es una sola: contra el señor Estado y sus aliados.

Los mercenarios de la comunicación, según el escritor y periodista Darío Aranda, “escriben sobre un hecho sin recorrer el territorio. No visitan (ni visitarán) las comunidades indígenas. Son periodistas de escritorio. Y sus mentiras repercuten de la peor manera: legitiman represiones”[1]. Esas mentiras crean un enemigo interno que es funcional a los grupos económicos extractivistas. De esta manera, la sociedad avala despojos, persecuciones políticas y asesinatos. La misma lógica criminal funciona desde el genocidio constituyente perpetrado por el Estado. El asesinato de Rafael Nahuel por la espalda se anuncia como un “enfrentamiento”, la versión de Prefectura posee el carácter de verdad.

Las columnas de las instituciones estatales del centro cívico de lo que se conoce como Bariloche, que en realidad es Furilofche (Furi es espalda, Lof es comunidad y Che es gente, “comunidad de gente que vive detrás”, este era el nombre que daban hermanxs de otros territorios) son decoradas con gritos de rabia y de dolor, gritos hacia una justicia ciega al servicio del opresor. “Estado asesino” y “Rafael Nahuel asesinado por Albatros” son algunas de las sentencias que se observan desde una asamblea de vecinxs convocada por los seis meses de la desaparición y asesinato de Santiago en manos del fascismo estatal y empresarial. Desde ese lugar asambleario, desde el contacto cara a cara con gente que resiste, es que comienza nuestro viaje.

Lof en Resistencia Lafken Winkul Mapu

Autonomía y territorio

Una bandera blanca colgada en la entrada de la comunidad mantiene viva la memoria y la resistencia: “Rafael Nahuel Weichafe Newen (fuerza del guerrero), Lafken Winkul Mapu (lago, cerro y tierraResiste”. Dentro de la comunidad, otra bandera negra sentencia: “Rafael Nahuel mapuche asesinado por el Estado argentino”. El acercamiento a esta comunidad en resistencia sucede en el marco del continuo amedrentamiento por las fuerzas represivas. Cuando visitamos la LofLafken Winkul Mapu, el día viernes 2 de febrero, unas horas antes, a las 6 de la mañana, se realizaba un nuevo allanamiento violento en el Pu Lof Cushamen y Vuelta al Rio. En distintas recuperaciones autónomas se repite la misma situación de hostigamiento, “el Estado quiere el control de todo, no quieren una autonomía para el pueblo Mapuche”, afirma uno de los integrantes de esta Lof cercana al lago denominado Mascardi por el Estado invasor, pero que en mapuzungun es Relmu Lafken (lago del arco iris). En su discurso las palabras autonomía y territorio son recurrentes, son necesarias para volver a vivir como mapuche: “Nosotros como mapuche estamos firmes y peleamos por el territorio. Nuestra única defensa son las piedras. Luchar por el espacio que nos dejaron nuestros ancestros, cuidar los lagos y las montañas y luchar por un derecho milenario como mapuche y como pueblo. No se puede comparar piedras con un arsenal de guerra, hay una terrible desigualdad. Estamos trabajando el territorio, tenemos animales, tenemos siembra. Son varias familias las que viven y en un futuro queremos llegar a una autonomía. Hacemos nuestra propia vestimenta, cada persona tiene su rol en la comunidad. Queremos llegar a la autonomía y acompañar a las comunidades autónomas que son muchas en el Puelmapu” (tierra del este, territorio que colonizó el Estado argentino).

La identidad que intenta recuperar el pueblo mapuche arrebatada por el Poder estatal, colonial y extractivista se reafirma en la lucha por territorios aptos para vivir en armonía con la tierra, defendiéndola y cuidándola para las futuras generaciones: “Esta lucha es justa porque es una lucha contra el capitalismo, contra el Estado, contra el colonialismo, contra Macri y Bullrich y contra todo tipo de político que viene y miente. Ellos manejan los medios, manejan todo, el Estado maneja todo. Entonces, inventan una noticia para venir a allanar, a matar. Ya mataron a un peñi (hermano), Rafael Nahuel. Nosotros queremos justicia para Rafael Nahuel. Esto no termina acá porque el peñi fue asesinado por la espalda por el grupo Albatros. Ellos vinieron a masacrar a la gente de la comunidad, a las mujeres y a los niños los golpearon y les tiraron gas lacrimógeno y los precintaron. El asesino, porque depende del Estado, está libre. Al peñi que quiera recuperar la tierra, derecho a matar, al peñi que quiere ser autónomo, lo encarcelan”.

La lucha es por la autonomía y por territorios aptos para vivir en armonía con la tierra, defendiéndola y cuidándola para las futuras generaciones. Pero futuras generaciones no solo del pueblo mapuche, sino también para que puedan convivir con el pueblo no mapuche que entienda y escuche esta lucha digna. Esta es una afirmación que se va a repetir en las diferentes comunidades en lucha. A pesar de que no se reconocen ni argentinos ni chilenos, sino mapuche, no es una lucha contra el pueblo no mapuche, contra lxs trabajadorxs, sino contra el latifundio y contra la avaricia y la desidia capitalista. Tampoco es una lucha contra la pequeña burguesía que se indigna vociferando “yo también quiero tierras” y apela al tan recurrente discurso meritocrático. Como dice Darío Aranda: “Los pequeños burgueses urbanos deben permanecer tranquilos: los indígenas no ocuparán los departamentos en Palermo, Recoleta, Martínez o San Isidro, ni les interesan las mansiones de Nordelta. Solo vuelven a las tierras de sus antepasados que hoy están en manos de grandes empresas”[2]

Los defensores de la inmaculada ley también deben permanecer serenos: las recuperaciones territoriales están respaldadas tanto por la Constitución Nacional como por tratados internacionales, que tienen rango superior a las leyes locales:

Siempre que sea posible, los pueblos indígenas deberán tener el derecho de regresar a sus tierras tradicionales en cuanto dejen de existir las causas que motivaron su traslado y reubicación”, detalla el artículo 16 del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que tiene rango superior a las leyes nacionales. El artículo 14 también apunta: “Deberán tomarse medidas para salvaguardar el derecho de los pueblos interesados a utilizar tierras que no estén exclusivamente ocupadas por ellos, pero a las que hayan tenido tradicionalmente acceso para sus actividades tradicionales y de subsistencia”.

La Declaración de las Naciones Unidas (ONU) sobre Derechos de los Pueblos Indígenas, aprobada en septiembre de 2007, remarca en su artículo 10 “la opción del regreso” frente a los desplazamientos forzados y, en su artículo 28, legisla que “tienen derecho a la reparación, por medios que pueden incluir la restitución […] por los territorios y los recursos que tradicionalmente hayan poseído u ocupado o utilizado de otra forma y que hayan sido confiscados, tomados, ocupados, utilizados o dañados”.

“Las comunidades indígenas en la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)” es el título del trabajo sobre Derecho internacional de Rolando Gialdino, ex secretario de Derechos Humanos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el máximo tribunal del país. Al analizar la acción de la CIDH, abordó la posesión ancestral: “Los miembros de los pueblos indígenas que involuntariamente han perdido la posesión de sus tierras, y éstas han sido trasladadas legítimamente a terceros inocentes, tienen derecho de recuperarlas o a obtener otras tierras de igual extensión y calidad”. [3]

El artículo 75 Inciso 17 Constitución Nacional Argentina reconoce la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos. Garantiza el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural; reconoce la personería jurídica de sus comunidades, y la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan; y regula la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano; ninguna de ellas será enajenable, transmisible, ni susceptible de gravámenes o embargos.[4]

Recuperar territorios, vivir en autonomía, practicar la autogestión; premisas de una lucha que se encauza por corrientes de libertad que son ejemplos, sugerencias, alternativas de organización para los pueblos del mundo: el pueblo kurdo, zapatista, nasa y mapuche, son algunas muestras de actuales resistencias frente al Estado-Corporación que no solo se mantienen a la espera, en calma y serenidad, sino que también toman la ofensiva dada la violencia constante de la hidra capitalista. Por estos motivos, el pueblo mapuche intenta recuperar su identidad y encuentra nuevas formas de luchar: “Nosotros no somos ni argentinos ni chilenos porque tenemos nuestra propia lengua, nuestro propio idioma, y a nosotros nos pusieron una lengua, nos vinieron a masacrar a nuestra gente y nos sacaron el territorio, nos tienen de esclavos en la ciudad como peones, como barrenderos, como obreros y nos están escondiendo toda la realidad porque manejan los medios. Alimentan una bronca hacia el pueblo. El verdadero punto nunca lo sacan a la luz, porque ellos matan cuando quieren. Nosotros resistimos a piedras y no nos vamos a ir. Este territorio ya está recuperado hace más de 6 meses. Hace más de 200 años que nuestras comunidades mapuche fueron despojadas de este lugar y nosotros luchamos por un pedazo de tierra cuando Lewis y Benetton tienen millones de hectáreas. El Estado nunca menciona a los poderosos. Afuera del territorio estamos en desigualdad, pero adentro tenemos la verdadera forma de luchar”.

El “boliche” y el Museo Leleque

Entrada gratis

Transitamos la ruta 40 yendo para las Pu Lof en Resistencia Cushamen. Lugar donde la solidaridad con la gente de la tierra se hizo presente. Lugar donde el Estado vestido de verde arrebató la vida de un compañero anarquista. Vislumbramos el camino. Queremos encontrar esa cerca amarilla y alguna bandera pintada que anuncie la resistencia pero no las divisamos. Lo que sí vemos es una entrada a la estancia Leleque del Grupo Benetton. ¿Meterse en la boca del lobo? ¿Por qué no?

Entramos por una larga calle de ripio y por fin llegamos al “boliche” (un lugar en el cual funciona una biblioteca, una tienda de artesanías y una cafetería con sus antiguas mesas y sillas). Al lado, el museo del grupo empresarial italiano. En el “boliche” nos encontramos con cuadros de la siguiente magnitud: “La Municipalidad de Lago Puelo adhiere a la iniciativa de la familia Benetton por la preservación de la historia y la cultura de la región”. El “boliche” y el museo son atendidos por una familia que reproduce los inefables discursos incrustados por los medios hegemónicos, por la academia blanca y eurocentrista y por el Estado invasor como “los mapuches son chilenos”, “ya no quedan teheulches”, “Maldonado se ahogó”, “el mapuche, si quiere puede trabajar, ya sea de gendarme, policía o administrativo”. Nos resulta difícil seguir con nuestra posición de simples turistas perdidos, pero lo intentamos. Tragamos saliva y seguimos con el juego. Triste vida la de ese hombre de familia alienado al servicio del opresor.

A partir de los recurrentes discursos y relatos sesgados y erróneos sobre la realidad de los pueblos indígenas actuales y sus orígenes, como por ejemplo los de este señor empleado de Benetton, los investigadores nucleados en la Sección de Etnología, perteneciente al Instituto de Ciencias Antropológicas de la Universidad de Buenos Aires, comunicaron de manera reiterada su  preocupación:

Numerosas investigaciones antropológicas e históricas contextualizan estos procesos de despojo y permiten explicar por qué Benetton es hoy el mayor propietario de la Patagonia, en tanto que la mayoría de las comunidades indígenas territoriales se encuentran en tierras consideradas fiscales, sin títulos de propiedad comunitaria, bajo la amenaza constante de desalojo. Por lo tanto, las “recuperaciones” no son actos terroristas ni amenazas a la seguridad nacional, tal como sostiene el Ministerio de Seguridad de la Nación.

Afirmamos, por lo tanto, que los mapuches no son araucanos de origen chileno y no exterminaron a los tehuelches. La mayoría de los etnónimos (nombres de los pueblos indígenas) variaron entre el siglo XVIII y el presente; algunos son nombres que se dan a sí mismos —como por ejemplo “mapuche”— y otros fueron impuestos —como es el caso de los términos “araucano” y “tehuelche”. Vale decir que “araucanos” no es el “verdadero nombre” de los mapuche ni tampoco es el nombre de los “antiguos mapuches”; es apenas el nombre que los españoles quisieron darles.

Los mapuches, por otra parte, no son “indios chilenos”, sino pueblos preexistentes. Esto significa que vivían en estos territorios antes de que existieran los Estados y que había mapuches en lo que hoy es Argentina, así como había tehuelches en lo que hoy es Chile. [5]

Por otra parte, para sumar más datos con rigurosidad científica, también tenemos el hallazgo en el año 2016 realizado por el equipo de arqueólogos que integra el laboratorio de Etnohistoria del proyecto Lanín-Collón Cura. El enterramiento nativo de una mujer reveló restos con una datación de 900 años en la zona de Chacra 30 de esta ciudad, y ADN compatible con la actual etnia mapuche.[6]

Nos estamos yendo del “boliche” luego de conseguir la ubicación certera de las Pu Lof y el empleado de Benetton nos invita a pasar gratis al Museo (del horror). ¿Notó sospechas de nuestra visita y su invitación tomó un aire cínico? No lo sabremos. Sí sabemos que el museo es un canto solapado al exterminio, una glorificación de la identidad blanca conquistadora y la reafirmación del avance de la “civilización” sobre la “barbarie”. En una de las salas denominada “El encuentro entre dos mundos”, encontramos una vitrina que anuncia la “Guerra contra el Indio”:

Acentuada la dialéctica entre malones y contramalones, entre indígenas en general contra Blancos en los distintos ámbitos de “la Frontera” […] un día el equilibrio inestable habría de romperse definitivamente. La llamada “Conquista del desierto” significó la ocupación armada de los territorios señoreados por el Indígena; pampeanos primero, neuquinos después y por fin los patagónicos, al Sur de la línea del Limay-Negro.

“Triste experiencia nos había demostrado esta Ley fatal: la civilización y la barbarie eran dos fuerzas que vivían invadiéndose y no era posible un límite para que ambas se estacionaran la primera frente a la otra. La una se detuvo, la otra debía sobreponerse”.

Eduardo E. Ramayón. La guerra del indio, Buenos Aires, 1941.

En la mencionada vitrina, además de las palabras citadas enmarcadas en pequeños cuadros, tenemos una muestra del uniforme del soldado de la Conquista y el libro de Estanislao Zeballos, La conquista de 15 mil leguas. Las letras y el fusil como amalgama necesario para el exterminio de los pueblos originarios y para su posterior justificación. Diana Lenton, integrante de la Red de Investigaciones en Genocidio y doctora en Antropología, afirma que el libro de Estanislao Zeballos fue la obra encargada por el ministro de guerra Roca en 1878 para justificar “La campaña del desierto”. El libro de Zeballos contiene el primer discurso carente de documentación que sentencia que los mapuche venían de Chile. Luego, esa creación funesta del enemigo interno no solo la toma gran parte de la sociedad, sino que se intenta hacer pasar por discurso científico, cuando no fue nada más que un encargo del genocida Roca para justificar ante la sociedad el despojo y la matanza de las comunidades originarias.[7]

Pu lof en Resistencia Cushamen

“Todo es Resistencia Ancestral Mapuche”

Atentos a encontrar esa cerca amarilla en la cual se escribieron consignas como “fuera winka” (blanco usurpador), “PuelMapu” (tierra del este mapuche) y “Marichi Weu” (diez veces venceremos), o esas banderas negras que exigen justicia por Santiago y la expulsión del empresariado nacional y extranjero, casi en el cruce con El Maitén, es que por fin giramos hacia la derecha regresando para Furilofche desde la estancia Leleque y nos encontramos con las Pu Lof. Nos recibe Fausto Jones Huala, hermano de Facundo y quien bajó de la montaña el cuerpo herido de muerte de Rafael. A pesar de la diversidad y de la autonomía de las comunidades, la solidaridad entre las mismas permite la unión de la lucha del pueblo mapuche. Mostró su preocupación por la Lof Lafken Winkul Mapu y nos preguntó cómo estaba la gente de esa comunidad. Le comentamos nuestro acercamiento a la Lof y los motivos de nuestro recorrido: seguir manteniendo la visibilización del conflicto por las propias voces del pueblo mapuche.

Fausto habló del violento allanamiento del día 2 de febrero, de los animales secuestrado por el Estado hacia un vecino de la comunidad y sobre su preocupación por la prisión de Facundo. Por tal motivo, viajamos a Esquel para recopilar información sobre las novedades de las declaraciones que el lonko tenía que realizar. Facundo Jones Huala estaba convocado a declarar en la causa “instigación a la violencia” por sus dichos contra el presidente y sus funcionarios, que inició el Fiscal Guillermo Marijuan y luego derivó a la fiscalía federal de Esquel pidiendo 20 años de prisión. El lonko se negó a declarar ya que no tiene la certeza y necesita más tiempo para conocer en qué medio fue y cuáles fueron sus dichos. Otro ejemplo de persecución política. Los que instigan a la violencia son ellos: Nocetti, Bullrich y Macri. Ellos son los que justifican la represión, el despojo y la muerte. Ellos son la violencia.  Darle 20 años al lonko por no callarse, por sacar a la luz el plan sistemático de exterminio hacia su pueblo y hacia toda persona que se solidarice con su causa es muestra de la persecución fascista del Estado argentino.

Volvemos de Esquel con dos noticias: la negación de Facundo a declarar y la acusación hacia Matías Santana  por “falso testimonio” en la causa de la desaparición y muerte de Santiago. El Estado corrupto, encubridor y mentiroso no se cansa de amedrentar a un pueblo en lucha, y en este caso particular, a un testigo clave que vio cómo Gendarmería golpeaba y se llevaba a Santiago. Le compartimos estas noticias a otro miembro de la Pu Lof Cushamen. Este integrante, al igual que los compañeros de la Lof Lafken Winkul Mapu, nos recibe protegiéndose el rostro. Esta es una práctica de parte del pueblo mapuche en resistencia que le permite no seguir siendo hostigado y judicializado. No es una práctica delictiva o de terrorismo. Terroristas y subversivos son algunos de los infundados adjetivos que la prensa mercenaria sentencia cada día en sus medios de desinformación. El vergonzoso informe del Ministerio de Seguridad de la Nación se ha encargado de acrecentar ese enemigo interno necesario para perpetrar el despojo funcional a los grandes grupos económicos, a la Sociedad Rural y al extractivismo. Aunque la ganadería es una fuente de ingreso para el grupo Benetton, el miembro de la Lof nos comenta que sus intereses son mucho más profundos, y más destructivos: el Grupo Benetton es el mayor  accionista de una corporación megaminera denominada Minsud Resources Corp., con sede central en Toronto, Canadá, la cual posee 180.000 hectáreas de concesiones mineras en las provincias de San Juan, Río Negro, Chubut y Santa Cruz.  Además posee 4 proyectos más en avance intermedio (la mina Calqui, en Río Negro; la mina Carlos, en Chubut y las minas San Antonio y La Rosita, en Santa Cruz). La subsidiaria local de Minsud Resources Corp. es la empresa Minera Sud Argentina S.A. situada en Esmeralda 684 piso 15°, Ciudad de Buenos Aires, Argentina.[8]

Los negociados del Estado con los grupos económicos concentrados no es algo que sucede solo en territorios patagónicos ajenos a nuestra realidad cotidiana. La connivencia estatal-empresarial, en este caso entre las familias Macri-Benetton, se profundiza también en las cercanías del centro del poder político para continuar con la lógica estructural capitalista de concentrar la riqueza en pocas manos, siempre manchadas de sangre. Sangre de los pueblos de abajo, sean originarios o no. A  mediados del año 2017, Atlantia, una corporación trasnacional perteneciente al Grupo Benetton, a través de Edizione Holding,  lanzó públicamente una propuesta de adquisición del Grupo Albertis, una corporación española que actualmente regentea los peajes de autopistas en distintos lugares del mundo, entre los que se encuentran algunas de Argentina, como Autopistas del Sol y Grupo Concesionario del Oeste, entre otras.

El dato no menor es que el Grupo Sideco, de la familia Macri, hasta hace poco tenía una participación accionaria del 7% en Albertis, paquete del que se desprendió después de los últimos tarifazos en los peajes, cuando la filial local de la compañía tuvo una fuerte suba del 397% en la cotización de sus acciones en la Bolsa de Valores de Buenos Aires (cada acción pasó de $ 19 a $ 89). Con esto, queda claro que en el aspecto de los negocios, Macri y Benetton tienen intereses particulares comunes, más allá de que finalmente no serán socios comerciales:

Benetton estuvo a punto de asociarse con Macri en el negocio de los peajes de autopistas, pero finalmente Macri vendió su parte a Natal Inversiones (otro de los accionistas de Albertis), para eludir conflictos de intereses, no sin antes efectuar la maniobra financiera de inflar las acciones con los tarifazos, desde su asunción presidencial, hasta su venta, un año y medio después.[9]

“Todo es resistencia ancestral mapuche”, sentencia el compañero de la Lof. No solo que 7 personas respondan con piedras contra 300 gendarmes y logren mantener el territorio; no solo el sabotaje hacia la maquinaria extractivista que destruye la biodiversidad, sino también la espiritualidad, las plantas, el idioma, el convivir en comunidad autónoma y libre pero en solidaridad con toda la nación mapuche, con el WallMapu. La resistencia de las comunidades es diversa, tienen semejanzas y tienen diferencias, pero la nación mapuche está dispuesta a liberarse del colonialismo capitalista. Por este motivos, las comunidades que integran el MAP (Movimiento Autónomo del PuelMapu) no niegan la Resistencia Ancestral Mapuche, no niegan la ofensiva de abajo hacia la violencia de arriba constante del Estado-Corporación, no niegan esa lucha digna y justa. Lo que sí niegan, es el carácter ridículo, fantasioso y estigmatizante que les ha otorgado la ministra Bullrich y sus súbditos. Carácter fascista y reaccionario de un Estado opresor que se opone a toda autonomía y libertad:

Ante el nefasto informe del ministerio de seguridad de Argentina a la cabeza de su ministra, Patricia Bullrich, el cual es avalado por los gobernadores de las provincias de Rio Negro, Chubut y Neuquén El Movimiento Mapuche Autónomo del PuelMapu declara:

Kiñe (1): La Resistencia Ancestral Mapuche ha existido, existe y existirá mientras el Pueblo Mapuche siga siendo oprimido por el Estado argentino. Ninguna resistencia ha sido pacífica porque siempre hemos tenido que defendernos de los desalojos de nuestros territorios, de la represión, de la muerte y judicialización constante en los últimos 130 años. La resistencia nos ha permitido la permanencia de nuestra cultura, de nuestra espiritualidad, de nuestra filosofía; es decir de nuestro ser Mapuche. […] La Resistencia en nuestros territorios es parte de la cotidianeidad, dejar los territorios no es una opción para el Mapuche, aunque esté en riesgo la vida misma, riesgo que supieron padecer nuestros antepasados y por los que hoy seguimos vivos.

Epu (2): El MAP es una propuesta política y filosófica hacia el interior de las comunidades, basada en la necesidad de la reconstrucción de nuestra cultura a partir de las vivencias de distintas Lof en donde se ejerce una verdadera autonomía a través de su propio trabajo a pesar de la amenaza constante que sufren por parte de los grandes emprendimientos capitalistas avalados por el Estado.
Ante estas amenazas, la violencia y el avasallamiento ejercidos por el Estado y el capitalismo trasnacional es que se han organizado grupos de resistencia en comunidades y zonas rurales para defender el territorio mediante acciones de sabotaje. Las acciones que han sido realizadas por la Resistencia Ancestral Mapuche han sido reivindicadas mediante comunicados públicos y en donde se expresa que las mismas no se llevan a cabo en las ciudades ni tienen como objetivo atacar ni a los argentinos pobres como tampoco poner en riesgo ni la vida ni la integridad física de las personas.

Kula (3): Las comunidades alineadas a la propuesta política del MAP reconocen la existencia de la Resistencia Ancestral Mapuche, la cual no es aquella de la que habla el mediocre informe del Ministerio de Seguridad en el que se pretende continuar con la estigmatización del Mapuche, haciéndolo ver como terrorista y un posible enemigo interno para continuar justificando la represión, la cárcel y los asesinatos últimamente dados, con el objetivo de seguir entregando la tierra a las empresas trasnacionales, mineras, hidroeléctricas, petroleras, forestales, etc. Repudiamos la creación de listados de personas (Mapuche y no Mapuche), las cuales, en su mayoría, están siendo criminalizadas y judicializadas por el solo hecho de ser conscientes de la necesidad de sostener y reivindicar la recuperación territorial. Este tipo de accionar, por parte del gobierno nacional y de las distintas provincias “patagónicas”, apuntan a querer mostrar a los supuestos “terroristas encapuchados” como “personas peligrosas”; además creemos que es ridículo generar terrorismo cuando los elementos secuestrados en los distintos allanamientos/represiones en las comunidades han sido siempre herramientas de trabajo; en todo caso quien pone en peligro la integridad del Pueblo Mapuche y de la ciudadanía es el Estado, ya que es este Estado quien se permite atentar en contra de la sociedad sin ningún miramiento ni contemplación.

Meli (4): Como Pueblo Nación Mapuche no pretendemos crear un Estado paralelo, nuestra lucha no es en contra del pueblo argentino, sino que en contra de aquellos que pretenden enriquecerse, no sólo a costa del pueblo Mapuche, sino también de la sociedad en su conjunto. Planteamos la recuperación del territorio y la autonomía basada en el desarrollo de nuestra cultura y la organización dentro de las comunidades.[10]

Lof en Resistencia HualaWe

“Y un día aprendí a escuchar”

“— ¿Tenés título?”

“— No importa si tengo título, realizo control territorial hace dos años”. María Isabel Huala, mamá de Facundo, reproduce ese diálogo que tuvo con un policía en una de las tantas intimidaciones que sufre en su comunidad HualaWe. Las tierras que recupera la Lof formaban parte del Ejército argentino. Antes, nos cuenta Isabel, existían muchas comunidades mapuche: “La mayor población habitaba estas zonas, denominadas Furilofche. Con el tiempo nos desaparecieron de la historia”.

Mujer alegre, aguerrida y frontal, dispuesta a dar todo por sus hijxs. También cautelosa. Antes de conocernos, nos había preguntado si eramos de algún partido político y además, en relación con nuestras visitas a las otras comunidades, nos aclaró que esperaba que no se tergiverse nada. Isabel, en compañía de su hija menor, nos recibe con una bebida tradicional de su pueblo: el muday, una bebida de color amarillo-blancuzco que contiene los restos de los granos que se usaron para elaborarla. No pasa mucho tiempo, luego de la presentación y de sentarnos en la mesa, que comienza a informarnos de la situación del pueblo mapuche. Crítica a las invenciones del Ministerio de Seguridad cuya función es la creación del enemigo interno, sostiene lo siguiente: “Existe una constante persecución política, la ministra sigue sosteniendo su demonio, nosotros como mapuche vamos a seguir resistiendo, acá en esta zona, como hace más de 130 años, que no es nada a los miles de años que tiene nuestro pueblo. Por más que inventen lo que inventen, seguiremos resistiendo”.

Encamina su charla hacia una de las causas del conflicto: la Conquista. En las tierras usurpadas por Benetton, se realizó en los tiempos de la Conquista “un rejunte de gente que se la llevó caminando desde Neuquén hasta allá abajo (Chubut). A la gente que no podía caminar más se les cortaban las talones, a las mujeres que estaban por parir las dejaban tiradas”. Masacres y despojos son comunes denominadores de toda consolidación estatal. Los Estados nacen y se constituyen a partir de conquistas y genocidios.

Un punto fuerte en el discurso de Isabel es la espiritualidad entrelazada con el territorio y la vida del pueblo mapuche: “Al encontrar nuestra propia espiritualidad encontramos todo, el idioma, el territorio y la vida mapuche, porque la misma naturaleza tiene esa espiritualidad, recuperamos el territorio para vivir como mapuche. Espiritualmente tenemos esa necesidad de la tierra, esa necesidad de la naturaleza y de esa espiritualidad que nos cortaron. No es casualidad que mucha gente se esté levantando en estos tiempos porque están renaciendo los guerreros que fueron masacrados cuatro o cinco generaciones atrás. Y es por eso que recuperamos los territorios aptos, porque no podemos recuperar un terrenito en la ciudad que está cooptado por el cemento, por el alcohol, por las drogas, por las iglesias. Por un sistema que te enseña a ser argentinito o chilenito”. Reconoce que hay que conocer otras formas de educación pero “la educación de base tiene que ser mapuche, con la espiritualidad, con el idioma…estamos en un aprendizaje comunitario. Mi padre me enseñó a escuchar el viento, me enseñó de plantas medicinales, me enseñó que tenemos otros sentidos. `Escuche india´ me decía mi padre, `india salvaje´ o `madre selva´ me decían, y yo orgullosa. Yo escuchaba un vecino cortando leña o los ruidos de los autos. Y un día aprendí a escuchar”. Entre risas y focalizando una mirada de añoranza pero también puesta en un nuevo resurgir, es que Isabel nos va contando su camino hacia la elección de vida mapuche. Una vida en autonomía, autogestiva y en respeto con la tierra. Continúa contando su experiencia y su modo de ver la espiritualidad: “No es que hoy me reconozco mapuche y mañana recupero un territorio, hay un proceso para el volver a ser mapuche. Cada cual ve donde encuentra su espiritualidad. Hay algunos que se meten en un partido político y no los sacás de ahí. Después con la edad se dan cuenta de que perdieron mucho tiempo. A mí no me gustan los partidos políticos. Mi identidad la encontré con mi hijo Facundo, la encontré cuando él tenía 11 años y empezamos a caminar este camino que me tiene en este lugar viviendo como mapuche. Con la tristeza de que está encarcelado y esperando que haya justicia en este sistema donde no la hay. No sé lo que pueda llegar a pasar pero soy capaz de cualquier cosa si le pasa algo a mi hijo, eso que lo tengan bien por seguro los gobernantes de turno, los idiotas de turno que estén más adelante porque yo parí mis hijos para que tengan un futuro. Yo sé que no son delincuentes, no somos delincuentes, no somos terroristas, soy bastante pacífica si me buscan por el lado amable y si me buscan por el lado torcido soy bastante violenta también y si me tocan a uno de mis hijos soy capaz de sacarle el ojo a cualquiera”. A pesar de la seriedad y firmeza en sus palabras, nos transmite que la convicción de su lucha la lleva con alegría, con un espíritu en alto que está dispuesto a dar pelea por una causa justa.

Isabel nos vuelve a remarcar lo que ya nos dijeron otras comunidades: “La resistencia y la lucha no es en contra de la gente, la resistencia y la lucha es en contra de los que nos negaron, a nuestra gente les negaron hablar mapuzungun, hasta hace 50 años atrás si te encontraban hablando mapuzungun te dejan 3 o 4 días colgado del techo de una cárcel con la cabeza para abajo. No queremos sacarle la tierra a hijos de italianos o a los suizos porque mi familia convivieron con ellos”.

Dejar de resistir no es una opción, dejarse callar no está en los planes del mapuche a pesar de la sistemática violencia estatal y empresarial: “No nos vamos a callar, no me voy a callar aunque me tengan apretado el cogote y me estén cortando la lengua. Si puedo seguir hablando voy a seguir hablando, no me voy a callar la boca, porque, ¿qué más nos pueden hacer que no les hayan hecho a nuestros antepasados?, ¿matarnos? No importan si nos matan, volveremos a nacer, ya no les tenemos miedo ni a la muerte. Entonces, eso es lo que a ellos les da miedo”.

Como afirmó el comunicado del Movimiento Autónomo del PuelMapu, Resistencia ancestral existió, existe y existirá mientras el pueblo mapuche siga siendo oprimido por el Estado argentino. En relación con este postulado, Isabel nos transmite un concepto de su pueblo: Kiñe Rakizuam (tener un solo pensamiento). La resistencia se hace con piedras frente a la Gendarmería, con sabotajes al empresariado extractivista, pero también recuperando el idioma, la espiritualidad, la cultura, el territorio y la forma de vida mapuche: “Nuestras comunidades son todas diversas, cada Lof es un mundo aparte, como dijo alguien, muchos mundos dentro de un mundo. Sé que venimos resistiendo ancestralmente, no es casualidad que hayan tardado 500 años en entrar la corona española como la República Argentina como la República de Chile. Cada referente mapuche hace lo que puede como puede, porque no estamos financiados por Inglaterra (risas), nos tenemos que manejar por sí solos. Si somos mapuches tenemos una resistencia que la viene sufriendo nuestros abuelos y los abuelos de ellos. Traemos una mochila muy grande y pesada como mapuche porque hay mucha tristeza y mucha tortura hacia nuestra gente; nuestros abuelos fueron esclavos, nuestra gente fue mutilada, nuestros guerreros fueron masacrados y no los pudimos contar. No sabemos cuanta gente quedó dispersa y desparramada por la Pampa. Lo que sí sabemos es lo que contaban los abuelos. Hay historias muy tristes de nuestras comunidades como las que le arrancaban de los brazos a los niños de nuestras hermanas y los clavaban en lanzas, como que los niños a partir de los 8 años pasaban a degüello, los varoncitos, porque podían ser futuros guerreros, hoy diría la Bullrich futuros terroristas, le falta poco para llegar a eso. Ella mata por la espalda. Tenemos una mochila muy pesada, y la que tenemos que llevar hacia adelante también es pesada pero tenemos que resistir para que nuestros futuros hijos, nietos, bisnietos puedan volver a ser mapuche. Entonces, desde la mirada que vos lo pongas, el peso que traemos es mucho. La prisión digna que está llevando adelante mi hijo es porque está pensado en las futuras generaciones”.

Nuevamente surgen intimidaciones de la PDI (Policía de Investigaciones) de Chile hacia familiares suyos y extorsiones de los gobernantes locales hacia parte del pueblo mapuche para callar y amedrentar. Por ejemplo, el ofrecimiento de una casa a una ex pareja de Fausto Jones Huala para que declare en su contra. En este sentido, Isabel afirma que “eso se llama persecución, se llama terrorismo de Estado, se llama plan sistemático. ¿Quiénes son el grano en el culo de Bullrich y Macri?, somos nosotros los mapuche, porque no nos callamos. Por eso el invento de subversivos, terroristas. Aprendimos a defendernos con sus propias armas, con sus propias leyes, por eso tienen que violar sus propias leyes, tienen que mandar a matar a Rafael por la espalda para demostrar que somos `terroristas´. A mí me gustaría tener a la Bullrich de frente, me gustaría traerla una semana acá y que haga el trabajo que yo hago, porque para ella va a ser una tortura; me gustaría tenerla una semana acá, que venga y corte leña con el hacha, que mantenga el fuego prendido día y noche porque hay una criatura que tiene que tener calor, que le dé de comer a esos animalitos que tengo afuera todos los días, a la mañana y a la tarde y que sin estar financiada por Estados Unidos tenga que conseguir el alimento para esos animales, eso le haría yo a la Bullrich, a Macri también. Los invito a venir de vacaciones a mi comunidad, pero a trabajar. Lamentablemente no van a venir”. Quizás la elección de hospedaje de estos funcionarios sería más bien la humilde morada de su colega Lewis.

La lucha por una causa en común es una de las miradas constantes en Isabel: “Yo viví la época de la dictadura, por eso no les tengo miedo, ¿que más pueden hacernos?, matarnos. Mucha de nuestra gente murió por luchar. Este exterminio y este plan sistemático no nos pasan solo a nosotros, en el mundo también están pasando. Por eso hay que unirse, hay que tomar conciencia, hay que hacerles pensar a los jóvenes, a los niños, que ese señor Estado es uno solo, ese señor Estado está allá arriba porque nosotros le permitimos que siga estando. Es una pirámide, si la parte de más abajo se retoba y se mueve, los de allá arriba caen solos. En mis últimos viajes me gustó que se esté tomando conciencia en Buenos Aires. Pude hablar y dar a conocer nuestra lucha. Pero también hay mucha cosa de llevar agua para su molino, cada organización busca llevar agua para su molino y que la gente tenga una sola idea. Acá no se trata de ser de éste, de aquél o del otro, sino que acá se trata de liberarnos, de liberarnos como pueblo oprimido, de liberarnos como mapuche nosotros, de liberarnos de la pobreza que se viene si no se para esto y no estar todo el tiempo buscando ventaja. Hay que juntarse, unirse y luchar con las diferencias. Siempre va haber diferencias, nosotros las tenemos como comunidades. Pero si a mi hermano lo están cagando a palos, o lo están cagando a tiros, no me voy a preocupar porque no me gustó el discurso que hizo la semana pasada, me voy a preocupar por ayudarle y por ir a ver cómo está y salvarle la vida, si es necesario. Las comunidades nos juntamos más allá de las diferencias, las diferencias quedan de lado. En estos momentos yo creo que estamos todos unidos sabiendo quién es quién. Si me necesitan, estoy”.

El diálogo con el Estado, mientras no reconozca el genocidio y la posterior usurpación de tierras hacia los pueblos originarios, carece de seriedad para Isabel: “El diálogo se podría dar si el Estado reconoce el genocidio, con un diálogo serio. No me puedo sentar a dialogar con alguien que no dialoga con nuestra gente. Porque son ellos los que mandan a matar a las comunidades, son ellos los que hacen que los niños sufran desnutrición, muertes, enfermedades. Son ellos los que van a talar los bosques y dejarlos sin animales para que nuestra gente coma. Son ellos los que llevan los agrotóxicos, porque ellos ponen la firma, el sello. Entonces yo no me sentaría a hablar con el enemigo porque así uno está avalando que sigan matando”. Sin embargo, Isabel acepta a quienes creen que así se puede conseguir algo. No quiere tener relación con personalismos que se casan con el señor Estado, pero sí apoya las luchas de otros pueblos, por ejemplo, las luchas del pueblo qom y del pueblo wichí.

La diversidad del pueblo mapuche encuentra a los mismos enemigos tanto de este lado como del otro de la cordillera, los Estados y los grupos económicos concentrados: “Nuestro pueblo mapuche es amplio, es diverso, es grande, no somos solamente acá mapuche, del otro lado hay miles y a nosotros nos dividen dos aduanas, no nos divide la cordillera. Nos dividen las aduanas y las leyes que no cumplen. Atrás del Estado está la Sociedad Rural y los grandes empresarios”.

Las últimas palabras de Isabel nos dejan ese nudo en la garganta que aparece cuando revivimos que lo injusto, lo que no entiende de solidaridad y de libertad, corporizado en este caso en mercenarios de verde oliva serviles al Estado y a Benetton, nos arrebató la vida de un compañero. La bronca y las lágrimas interrumpen en la charla y nos dejan atónitos, pero sin lugar a dudas, nos vamos de la comunidad HualaWe (como dijo un compañero), un poco más sabixs y con mucha más newen: “Hay que luchar, la única manera de cambiar el mundo para las futuras generaciones es luchando. No permitiendo la megaminería, las hidroeléctricas, las forestales, los agrotóxicos, las papeleras. Luchando y defendiendo la mapu, defendiendo la tierra, defendiendo los espacios naturales que todavía nos quedan para desarrollarnos. Volver a ser mapuche nosotros los mapuche y ustedes poder construir sobre las diferencias que hay entre el pueblo mapuche y el pueblo no mapuche, y se puede, Santiago lo demostró. Santiago demostró que se podía acompañar. Lástima que este sistema de muerte lo arrebató. Quisieron matarlo porque lo confundieron con un mapuche. Ellos pensaron que era un mapuche que habían atrapado. Se equivocaron muy feo, porque en vez de desaparecerlo, lo que hicieron es revivirlo y que en cada uno de nosotros y cada uno de ustedes y cada una de las personas que entienden la lucha reviva y siga viviendo. Entonces, le debo un abrazo a esa madre, a ese padre, a esos hermanos y hubiese sido un hijo del corazón si hubiese estado vivo. Porque a él lo desaparecieron pidiendo la libertad de mi hijo, entonces, hay que seguir luchando”.

Roscigna

Nota: este trabajo fue realizado gracias a la iniciativa de medios autogestivos como Periódico Gato Negro, Encapuchad(A) No TV, Editorial Kakuy y a la colaboración solidaria y desinteresada de diversas individualidades que construyen, bajo las cercanas ruinas de la inercia capitalista, un mundo nuevo donde se respiran aires de libertad.

Fuente: https://periodicogatonegro.wordpress.com/2018/02/26/miradas-en-resistencia/

Notas

[1] Aranda, Darío. “¿Qué hay detrás de la campaña antimapuche?” Lavaca [en línea]. 27 de noviembre de 2017. Fecha de consulta: 18 de febrero de 2018. Disponible en:  http://www.lavaca.org/notas/que-hay-detras-de-la-campana-antimapuche-extractivismo-medios-y-un-genocidio-que-no-termina/

[2] Aranda, D., ibíd.

[3] Aranda, D., ibíd.

[4] “Normativa de pueblos indígenas”. Argentina.gob.ar [en línea]. Fecha de consulta: 18 de febrero de 2018. Disponible en: https://www.argentina.gob.ar/trabajo/pueblosindigenas/normativa

[5] Investigadores del CONICET. “Los mapuches no son `indios chilenos´, sino pueblos preexistentes”. ANRed [en línea]. 15 de enero de 2017. Fecha de consulta: 18 de febrero de 2018. Disponible en: http://anred.org/spip.php?breve12253

[6] Editorial Río Negro S.A. “Una doncella mapuche de 900 años”. Ríonegro.con.ar[en línea]. 28 de mayo de 2016. Fecha de consulta: 18 de feberro de 2018. Disponible en: http://www.rionegro.com.ar/sociedad/una-doncella-mapuche-de-900-anos-MA424439

[7] Lenton, Diana. “Entrevista a Diana Lenton, antropóloga especialista en genocidio y políticas indígenas”. “Punto de Vista” (2017) en Canal Abierto. Disponible en: https://youtu.be/lAZikxH7G7M 

[8] Minsud Resources. (2011). Fecha de consulta: 18 de febero de 2018. Disponible en: http://www.minsud.com/en/2018.

[9] Soria, Federico. “Benetton: el mayor terrateniente de Argentina”. Federico-Soria.blogspot.com.ar [en línea]. 15 de agosto de 2017. Fecha de consulta: 22 de febrero de 2018. Disponible en: http://federico-soria.blogspot.com.ar/2017/08/benetton-el-mayor-terrateniente-de.html

[10] Red de apoyo comunidades en conflicto-MAP.  “Comunicado público 10 de enero de 2018”. Red de apoyo comunidades en conflicto-MAP [en línea]. 10 de enero de 2018. Fecha de consulta: 18 de febrero de 2018. Disponible en: https://www.facebook.com/ApoyoMap/

 

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