TTIP: Nace la pesadilla distópica de un Supraestado Corporativo. Élites en lucha contra el Destino

Desde la web «El Salmón Contracorriente» se están haciendo buenos artículos. En <<Los 7 «mejores» eufemismos de los tratados de libre comercios>> nos presenta una serie de términos aprobados por el IngSoc mediático de la UE-EU que oiremos mucho últimamente. Los planes de las élites no se esconden, se camuflan, y haciendo una lectura superficial podemos observar sus intenciones reales.

Los términos se usan para enmascarar dos hechos de suma impostancia:

1- El nacimiento de la pesadilla distópica de un Supraestado Corporativo.

Que el poder económico controla al poder político es evidente. Pero quieren más. El TTIP propone dos avances claves en esta afirmación que tal vez han pasado desapercibido: la creación de un Tribunal Corporativo y la creación de un Consejo Corporativo. La creación de un Poder Judicial y un Poder Legislativo al margen de los estados. Sus implicaciones son inconcebibles.

2- La estéril lucha de las Corporaciones contra las fuerzas económicas.

Las corporaciones están preocupadas. Por más barreras que se eliminan, cambios legislativos e intervenciones políticas que inventen, poder que acumulan y obras que emprenden todas se ven frenadas, los rendimientos trimestrales disminuyen y las bolsas son solo burbujas. Las causas son por todos conocidas, un hecho de fondo que hacen que fracasen en el medio plazo: la disminución de las rentas del trabajo, la polarización social, el acaparamiento de capitales por las clases ricas. Traducimos: cada vez es más difícil saquear al pobre y los mercados se contraen.

En un principio los ricos se ven triunfantes, exultantes, espléndidos. Acaparan y crecen en número, a expensas de empobrecernos y destruir nuestro medio ambiente, nuestra casa Gaia. Pero sin consumo no hay movimiento ni ganancia, y comienza la competencia entre ellos. Al poco Grandes empresas se queda fuera del negocio, lo que en medio/largo plazo les empuja a vender o liquidar: a morir y llorar. Esto es lo que estamos viendo hoy en día con el resurgir de los oligopolios o la caída de las petroleras. Es un sistema de retroalimentación positiva, no tiene marcha atrás.

El efecto de la eliminación de las restricciones políticas a las pretensiones del capital puede ser el golpe de gracia que acabe con el sistema. Y con todxs nosotrxs. Son conscientes de ello, por eso son kamikazes. El TTIP es una reafirmación del poder económico acaparativo sobre el Político que pone en riesgo hasta a los mismos cimientos de los Estados que ahora les rinden pleitesía. ¿Qué país se resistirá a la fuerza del dinero?

Necesitamos una nueva economía basada en un nuevo paradigma: equilibrio y reparación. Conservación. Imposible de Organizar por corporaciones o Estados. Nos toca!

Salud! PHkl/ tctca

Fuente- http://tarcoteca.blogspot.co.uk/2016/08/ttip-la-pesadilla-distopica-de-un.html

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Los 7 «mejores» eufemismos de los tratados de libre comercio – El salmón contracorriente 12.8.2016

Desde La Real Academia del Salmón (La RAS) os traemos este listado de eufemismos del TTIP y el CETA para ’entender’ cuáles son las ’bondades’ que hay que abrazar y las ’barreras’ para eliminar según los defensores de los tratados de libre comercio.

Tras las filtraciones de Greenpeace y su impacto social y mediático, las instituciones europeas y los medios liberales se han visto obligados a explicar en qué consisten esas cosas raras llamadas TTIP o CETA. Para ello utilizan una gran variedad de eufemismos positivistas que nos hacen “entender” las bondades del maravilloso libre comercio y otros negativos que nos muestran cuáles son las ‘barreras’ que hay que derribar.

Armonización= Igualar a la Baja

Como si se tratara de buscar la sintonía perfecta entre las normativas europeas y estadounidenses, la palabra ‘armonización’ es usada por los pro-TTIP para referirse al proceso por el que las distintas legislaciones, normativas y controles se igualan para que no haya diferencias entre las dos partes. Lo que no suelen explicar es que las grandes multinacionales y lobbies que tienen normativas más permisivas en su país no tienen la intención de dejar que aumenten esos controles, por lo que queda claro –y más viendo otros tratados firmados anteriormente– que esta armonización es un bonito eufemismo para referirse a“igualar a la baja”.

Barreras no arancelarias= Restricción Políticas

Como si de un summum de eufemismos negativos se tratara, este concepto combina tres palabras que ya de por sí tienen connotación negativa. Esta técnica es usada para que el receptor entienda que de lo que se está hablando es de algo muy malo y que se tiene que eliminar. Pero lo que se esconde tras las “barreras no arancelarias” son legislaciones como la que prohíbe el uso de sustancias que no se haya probado que no son cancerígenas, las denominaciones de origen o los controles fitosanitarios. Para un comercio totalmente abierto, todo lo que sea una “barrera” para las mercancías es algo malo que se debe eliminar, incluida nuestra salud.

Normas proteccionistas= Barreras no Arancelarias

A las “barreras no arancelarias” también se les puede llamar normas proteccionistas. Utilizar el término ‘proteccionista’ con connotaciones negativas ha sido repetido y normalizado por el neoliberalismo. Para los defensores del libre comercio, los gobiernos no deben “proteger” sus mercados, sus empresas, su naturaleza ni a su población, porque el “proteger” está en contra del sagrado libre comercio.

Burocracia fronteriza= Restricciones Políticas

La palabra ‘burocracia’ siempre ha llevado la connotación de papeleo innecesario y trabas a algo que debería ser sencillo. Los defensores del libre comercio utilizan este término para hablar de los controles fronterizos que necesitan pasar las mercancías, para evitar, por ejemplo, que pollos bañados en cloro lleguen a nuestras mesas. Es bastante increíble que la Unión Europea o en los Estados Unidos, donde para poder entrar o residir necesitas realizar bastante más que interminables trámites burocráticos si eres migrante, insistan en eliminar esa otra “burocracia fronteriza”.

Tribunales arbitrarios independientes privados= Tribunales corporativos

¡Toma ya! Nos superamos con un eufemismo de cuatro palabras. Los tribunales privados incluidos en los tratados de libre comercio deciden sobre los litigios entre empresas y gobiernos. Este concepto, más que un eufemismo, puede considerarse un oxímoron, ya que decir que algo privado que tiene que mediar entre gobiernos y empresas es ‘independiente’ cuesta de creer.

Cooperación reguladora= Consejo de Lobbies

Como suele ser normal en el uso de los eufemismos, aquellos que los usan se apoderan de palabras tan positivas como ‘cooperación’ para esconder que tras esta ‘regulación’ sólo se encuentra la cooperación entre multinacionales y funcionarios de la Comisión Europea que nunca han sido votados. El “consejo de cooperación reguladora” de estos tratados pretende que estos actores sean los que puedan “cooperar” para modificar las leyes a medida que les vaya haciendo falta.

Productos de tecnología agrícola moderna= Transgénicos

Con los transgénicos hemos topado. A pesar de que la mayoría de los expertos reconocen que el hambre en el mundo es un problema de distribución y no de escasez, la industria agroalimentaria de los Estados Unidos puja fuerte para que los estándares de seguridad se equiparen a la baja para poder inundar el mercado europeo de alimentos, semillas, herbicidas, etc., con su correspondiente patente. Las dificultades a la llegada de maíz y soja transgénicos no autorizados en Europa representaron un duro golpe para las exportaciones estadounidenses, por lo que no descartamos nuevos eufemismos modificados ideológicamente.

La Real Academia del Salmón (RAS)

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