Anarquismo y Federalismo – Juan Gómez Casas

CONSIDERACIONES GENERALES

Para empezar, habría  que decir que el anarquismo tiene una significación plural desde el punto de vista filosófico, además  de su concepción como  un sistema nuevo  de organización  social. Yo no  pretendería hacer una definición etimológica, sino enfocarlo desde la visión filosófica. Si se pretendiera trazar un esquema, se podría decir que  el anarquismo es una filosofía de la persona, y por  ello mismo, una filosofía tendente al desarrollo integral de la misma, y ahondando en ello, una ética de la responsabilidad personal. Luego sería una teoría  revolucionaria y transformadora de la sociedad.  Sabemos, desde Nettlau y otros ilustres compañeros, que la historia es un escenario dinámico donde se manifiestan las tendencias anárquicas de la humanidad. Fue el propio Parménides quien  afirmó por primera vez que “todo lo que es, tiende a ser” es decir, a afirmarse. Pero esta afirmación anárquica sería una afirmación dentro de la libertad universal, para empezar, la nuestra, y luego, la libertad de los demás, la libertad de todos en la solidaridad.

Notemos que  esta premisa  es muy fecunda en consecuencias, puesto  que de ella hacemos derivar el derecho del ciudadano y del trabajador, del hombre y de la mujer, a reorganizar en profundidad, libremente y en usufructo  pleno  de la soberanía personal y colectiva,  la sociedad actual, sin necesidad del Estado ni de la Autoridad. Creo que  la reivindicación  de la responsabilidad personal e intransferible se la debemos al evolucionista Simpson Gaylord, un discípulo de Huxley, que había comprendido a la perfección que el proceso del devenir humano no era y no podía  ser otra  cosa que el que lleva desde el gregarismo y la indiferencia  primitiva de la individualización (relativa) de los tiempos modernos. Esta consideración hacía asimismo justicia a la naturaleza fundamentalmente social y solidaria de la persona, la cual, en palabras de Guyau, tiene demasiadas lágrimas, risas, y sentimientos como para poder satisfacerse a sí misma.

Entonces,  al llegar aquí y al considerar  la sombría realidad  circundante donde prevalecen en general la opresión y la injusticia, las guerras, las iniquidades  sin fin, resultado inevitable del pensamiento anarquista sería éste, por su contenido crítico, se convirtiera también en una concepción del  mundo vista a través de una óptica antiautoritaria. Finalmente, de este hecho debía nacer una verdadera teoría revolucionaria de transformación social y un proyecto concreto con formas y proposiciones válidas para hacer posible esta transformación.

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Fuente: https://juventudeslibertariasmadrid.wordpress.com/ 

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