Oda a la violencia

loboSi existe riqueza, existe pobreza; roba, estás en tu derecho. Rompe con la moral burguesa a la que te has visto expuesto desde tu más tierna infancia. Sé violento, sé peligroso para el orden establecido; tu violencia está justificada, violencia contra quienes te imponen una condición absoluta e indiscutible de desigualdad. Sé intolerante, no aceptes tu condición de siervo moderno, si para ello hace falta atentar contra todo lo que se mueve como lo que no, atenta. Sé un desposeído, un desposeído de todo pensamiento burgués; no aceptes dogmas ni doctrinas. Cuestionate todo, cuestionate este texto, cuestionate a ti mismo. Desprecia, desprecialo todo; desprecia tu vida. Despreciala porque no es tuya, está controlada y esquematizada; nada se escapa a la más mínima forma de espontaneidad. Lucha para desposeerte de tu condición servil; para ello hace falta erradicar toda forma de dominación. Estás en tu derecho de atentar contra cualquiera que te imponga una forma de pensar, vivir, vestir, … Atenta contra el Estado y sus respectivas fuerzas coercitivas. Sé insumiso, no te dejes pisotear; no guardes ningún respeto; no aceptes ningún rey impuesto. Atenta contra cualquier forma de monarquía y república; lucha por la anarquía. No luches por traidores colaboracionistas. Quema tu bandera, quema tu orgullo nacional; no seas un pequeño burgués. Atenta contra la patria; no existen fronteras. Ama tu rebeldía; rebélate, no seas lo que quieren que seas. Ama la guillotina, amala más si está en la plaza del pueblo; que pasen por ella todo político, burgués, monárquico, patriota, nacionalista o banquero; que corra la sangre de quienes asesinan día tras días con sus acciones a un número incalculable de seres humanos. Odia el sistema, odialo con todas tus fuerzas; que te ofenda su mera existencia. Grita tu odio, que todos lo sepan; no eres ni por asomo un ciudadano políticamente correcto. Rompe cualquier forma de relación con toda forma de ambigüedad; están contigo o no lo están. Si no lo están; en la plaza del pueblo su sangre correrá. Te llamarán violento, radical o terrorista; enorgullecete, no serás un producto del estado-capital.

Tu mera existencia desprende rebeldía e in-sumisión absoluta, eres peligroso, eres molesto e irán a por ti; ve tú a por ellos. Quema todos sus bienes; roba su dinero e utilízalo en tu lucha. No hay ni bien ni mal; sólo moral burguesa. Empieza por ti mismo, revolucionate. No busques ni esperes el tan ansiado despertar de la multitud anónima; sé individualista más no egoísta. Prepara un cóctel molotov; que ardan, que arda todo aquel que proteja el orden establecido por el estado-capital. No tengas compasión, no creas cuentos baratos de la élite; roba su armamento e utilízalo contra ellos que no utilicen el dinero, génesis directo de tu condición servil para apaciguar tu espíritu rebelde. Odia las flores; no te las comes. No creas cuentos pacifistas; otro cuento burgués para mantenerte dócil atado a una moral que no te corresponde. Ladra como perro; muerde si hace falta. Busca hacer daño, cuanto más, mejor. No te dejes engañar, odia todo lo existente, producto directo del sistema; tu bandera es negra porque todo lo que te rodea es suciedad y está teñido del futuro que nos aguarda. Quema tu TV; te manipula, adoctrina, miente, idiotiza, robotiza. Los medios de comunicación están financiados por los banqueros que a su vez financian a los políticos que a su vez financian y fomentan sus fuerzas e instituciones coercitivas; odia todo aquello que sirva como medio desinformativo; mejor aún atenta contra ello. Eres un número, eres dinero; que sean ellos el número a seguir en tu black list. La libre asociación es tu lema, asociate libremente y atenta, atenta contra el nuevo orden mundial; tu himno es la rebeldía. Destruirás toda forma de civilización moderna; dejarás la construcción del nuevo mundo que llevas en tu corazón a la generación futura. Eres todo lo que odian, repugnan, desprecian; sonríe, sonríe por ello. Odio al que va de traje y corbata; no al extranjero que con lágrimas y sudor ha cruzado el desierto. No tienes color; no tienes nación. No eres nada, pero lo eres todo; eres la oveja negra descarrilada del rebaño. No tienes Dios, ni amo ni pastor.

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