Carta a la soledad

Al redactar esta carta, mil pensamientos divagan por mi mente, mil veces la he escrito en sueños y siempre termina perdida en medio de la noche o el amanecer de un nuevo día, no es fácil el escribir, siempre he admirado a los escritores por ser capaces de darle sentido a sus ideas y llevarnos por medio de su prosa a mundos perdidos o a lecciones olvidadas, pero hoy luego de mucho tiempo intentando realizar esta tarea, por fin la afronto para cumplir mi objetivo final.

Luego de esta introducción melancólica y poética que me disculpo de antemano con el lector que lo aburra, pero parte de escribir esta carta es liberarme de estos pensamientos sentimentales que invaden mi ser desde hace muchos años. Desde muy joven siempre he luchado por ser libre pero al vivir en Colombia y más en la ciudad de Pasto capital del departamento de Nariño la palabra libertar toma un sentido privado una libertad que es llevada por el viento, como un sueño mientras me encontrara en las altas montañas del nudo de los pastos, en las nubladas selvas del pie de monte costero o en las playas del pacifico siempre seria libre, nada importaría ya que estas ricas tierras son capaces de proveer sustento a quien las cuide y respete. Pero esos sueños de infancia se van desvaneciendo cuando uno rompe barreras y sale a explorar más allá de su zona de confort y fue así cuando en mi niñez  salí a conocer nuestro país en compañía de mi padre en un camión me aventure más haya de esas montañas que siempre me había protegido.

Ese viaje o más bien esos viajes fueron el detonante para que hoy sea un Anarquista al recorrer esos caminos algunos polvorientos y olvidados, en comparación de otros que lucían gris pavimento que mataba las plantas, descubrí la tristeza al ver la desigualdad que reinaba en nuestro país. Al llegar a las opulentas ciudades donde el estado gastaba desmesuradamente recursos para que estas crecieran más que las pequeñas poblaciones aisladas por la geografía mire con rabia que el solo hecho histórico que una ciudad esté en un lugar le daba más valor que a otra, ese momento de descubrimiento me llenó de dudas al ser testigo fiel de un sistema de gobierno centralista que destruía a las regiones olivadas y premiaba a las urbes que destruían el verde de las montañas.

Pero más grande fue mi sorpresa cuando sentí en carne propia las burlas y rechazos por mi condición de sureño, de pastuso de la cual siempre me he sentido orgulloso, de cómo la gente me miraba como un fenómeno solo por un echo de hablar con mi acento particular que para mí es y será la herencia de mi cultura que llevo en la sangre, recuerdos de tristes de un pasado no tan lejano. Es en estos días de tristeza descubro algo más que cambia mi forma de pensar, al vivir en la frontera y en una tierra rica de culturas indígenas, afros, mestizos y extranjeros, como dice mi papa uno a las buenas o a las malas se hace tolerante, para mí en especial jamás experimente el racismo desde muy niño recorrí por el trabajo de conductor de mi padre las diferentes poblaciones que viven dentro de mi departamento, juagaba en vacaciones con niños afro de Tumaco que siempre me dejaban por los suelos cuando juagaba futbol con ellos, cuando recorrí las selvas de municipio de Ricaurte y Altaquer en el pie de monte costero con niños de la etnia AWA, cuando sembré papas en las frías tierra de Tuquerres y Cumbal, con niños indígenas Pastos y campesinos mestizos de piel canela quemada por el sol andino, la tolerancia al otro es parte de mi jamás sentí que esos niños a pesar de pequeñas diferencias físicas fueran diferentes a mí.

Pero al salir descubrí la triste realidad de nuestro país, un punto geográfico donde habitan millones de personas cada una única en sus ser, que existía racismo como era posible en un país donde la mayoría somos una cruza de Indígenas, Africanos y Españoles, que hubiera racismo, acaso las clases de historia de la escuela eran mentiras, no lucharon los supuestos libertadores por darnos igualdad, no fue Antonio Nariño el que tradujo los Derechos del Hombre y luchó por esas igualdad, no fue por eso que los precursores que mi región fuera un Departamento que tomaron la decisión de bautizar este pedazo de tierra con el nombre de este caudillo para que perdonaron a los Pastusos por estar a favor de la corono en las guerras de independencia, que diablos pasaba acaso el país entero se fundó en mentiras.

Y fue ahí en el regreso a mi ciudad, protegida como un antiguo castillo medieval por murallas naturales, del valle de atriz, una noche lluviosa que reflexione de todo lo aprendido en mi viaje por Colombia, como todo un inexperto indague con mis maestros pero ellos al ser profesores que continuaban con el esquema gubernamental me dieron respuestas vacías y de cajón, increíble mente fue mi padre un hombre que solo termino quinto de primaria y que se ganaba la vida como conductor de camión que me dio la respuesta mis preguntas, cuando en su inocencia que lo caracteriza me regalo un libro, y cada oportunidad se convirtió en la perfecta para llenarme de literatura que el buscaba, un día le pregunte por que me regalaba tantos libros con una mirada fuerte y tranquila me dijo “para que no te mueras ignorante”, ese día inicie la tarea de leer hasta saber todo y hoy luego de treinta años en esta tierra sigo sin saber nada pero aun busco cumplir esa promesa de no morir ignorante.

De la literatura de ficción de Verne, pasé a German Castro Caicedo y su periodismo investigativo a llegar sin saber a Marx, pero en mis constantes lecturas regalo de mi padre llego a mí un viejo libro vendido por el Turco, un emigrante palestino que huyo de la guerra y monto una papelería en la ciudad de pasto un libro que cambio todo que me hizo entender esa palabra que los curas y los políticos usan para condenar a los libres pensadores Anarquía, tal vez mi maestro Anárquico como yo lo llamo no fue el mejor lo admito pero todos llegamos a la libertad de pensamiento por diferentes caminos y el mío fue el señor Max Stirner, y su libro el Único y Su Propiedad, este alemán lo cambio todo, mis dudas fueron resueltas mi sentido de opresión por parte del estado respondidas y mi deseo de investigar más, me llevó al pensamiento Anarquista, sin ley sin amos, pero si con una carga de libertad que ninguna forma de gobierno o pensamiento podía darme.

Pero para que toda esta historia para una carta titulada de la tristeza, porque ya han pasado más de 12 años de mi viaje y de muchos más y aun la tristeza llena mi alma al ver la intolerancia de nuestro país, tal vez en mi caso o en el caso de los pastusos en general no va más allá del típico chiste “pastuso”, que si soy honesto nosotros fomentamos ya que es parte de nuestra cultura históricamente fue una forma de burla más hacia otros un tema que espero tratar en otra carta, pero y aquí viene el pero una cosa es el humor que si se hace de forma correcta puede alegrar a un mundo que necesita de rizas y otra es vivir día a día el rechazo social o las burlas de una sociedad que es educada para rechazar más que para aceptar, por tu condición sexual, racial social, etc.

De este tema se habla mucho pero es en este momento cuando nuestro país está en manos de un gobierno que difunde la paz mientras mata a sus ciudadanos con el peor sistema de salud y esa derecha reaccionaria intenta aplastar a sus enemigos, cuando como anarquista decido escribir esta carta para expresar mi pensamiento de apoyo a la soledad de los hombres y mujeres que están luchando por la igualdad, esta carta y mi mala poesía, va para ellos, a esos luchadores de la igualdad, que se levantan cada día sabiendo que van a ser señalados por una sociedad injusta producto de un sistema de gobierno opresor, que se escuda en una falsa democracia para dar igualdad y lo que logra es aislar a los que piensan diferente.

Mi cara a la soledad es para decirles a todos los seres de libre pensar de esta parte del mundo que habitan este lugar llamado Colombia que entiendo su soledad, sé que es estar en un cuarto siendo libre solo en mis paredes donde puedo gritar mis ideas sin ser condenado, donde puedo ser quien mi naturaleza me dicta que sea sin las ataduras que impone una sociedad que se escuda en la moralidad para decir que es bueno y que es malo, que en esta noche que escribo esta carta quiero llegar a todos los solitarios que fueron aislados y llevados a la soledad a esconderse en las sombras que no desistan de luchar por su libertad, que nuestro destino solo lo regimos nosotros y que el bien más preciado que tienen es su libertad, que el mundo actual los puede encasillar en estereotipos pero ustedes cada uno son únicos y jamás podrán ser comparados con nadie ni con nada, que siempre habrá la oportunidad de un nuevo amanecer el cual hará brillar el sol y mostrar el camino a la libertad que todos nos merecemos.

Que esta carta a la soledad no es un más que un grito literario para expresar mis pensamientos que como Anarquista hay días que me siento solo y por desfallecer al vivir con libertad en una sociedad que nos tilda con mil calificativos erróneos impuestos por un sistema educativo que destruye a los soñadores y convierte a los hombres en máquinas de consumo masivo, que hay momentos que deseo caer en la tentación de ser parte de esa sociedad, pero siempre recuerdo mis sueños de libertad y estos son más grandes que mi tristeza y me fortalecen, si alguien llega a leer esta carta y se siente igual que yo, le envío mi voz de aliento para que continúe con su lucha personal, que estas líneas donde cuento parte de mi historia sean motivación para iniciar a despertar el movimiento Anarquista de libertad.

Esta carta es para todos los tristes, para los solitarios para los soñadores que desean seguir luchando por esa libertad que cada día nos quieren robar, antes de despedirme como un soñador que soy y un humanista , pido a todos los que lean mi carta que si llegan a sentir el deseo de gritarme por mi mala redacción, por mi falta de coherencia literaria o simplemente que deseen hacer una crítica que lo hagan con la libertad de hacerlo solo esperando que entiendan que este solitario ha descargado su alma y el alma no entiende de reglas gramaticales o de exactitud en las ideas filosóficas.

Gracias

Mikey

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