Reflexiones de la lucha y el futuro por un anarquista puertorriqueño

“Rechazamos toda legislación, toda autoridad, todo intento de privilegios, de títulos y poder, todo influjo oficial y legal, aun cuando haya de ser establecido por medio de sufragio universal. Y lo rechazamos por estar convencidos de que tales cosas no pueden menos de redundar en provecho de una minoría dominante de explotadores y en prejuicio de una mayoría de esclavizados”.
“Para escapar a su miserable suerte, el pueblo tiene tres caminos: dos imaginarios y uno real. Los dos primeros son el bar y la Iglesia; el tercero es la Revolución Social”.
Míjail A. Bakunin

Obedecer no es vivirPuerto Rico, esta islita antillana, está en serios problemas al igual que el resto del mundo. Tenemos un gobernador fascista, corrupto, neo-liberal y estadista, que quiere que nos volvamos otro patético estado de los Estados Unidos de America; además su partido controla la Cámara de Representantes, el Senado y hasta los Tribunales, haciendo con ellos lo que les conviene para a segurar sus intereses monetarios. Con ese poder que ha acaparado, desde que se tomó la batuta del Estado Colonial de Puerto Rico, para si las tierras y los recursos naturales, como también hacen y deshacen los derechos que el pueblo ha luchado toda su vida para vivir algo mejor. Entre otras cosas, el Gobernador Fortuño comenzó su cuatrienio despidiendo a 30 mil empleados públicos y luego, le ha seguido los despojos de los pobres de sus tierras, el intento latente de la construcción de un gasoducto que en nada nos beneficia, pues además de no ser necesario, conlleva la destrucción de las más ricas tierras del país y un gran peligro para todos los ciudadanos de Puerto Rico. A ello se le añade, la descolegiación del Colegio de Abogados de P.R.; y lo nuevo es el intento de destruir la Universidad de Puerto Rico, que es la única pública en el país, y uno –sino el único— espacio de discusión y pensamiento libre que nos queda.

Los estudiantes y las comunidades, con sus respectivos coordinadores; ya que los sindicatos (en especial sus lideres sólo han hecho el aguaje) nos hemos dado la tarea de preparar la lucha, pero aun somos pocos y nos están vendiendo la isla pedazo a pedazo, pareciendo a veces que lo que hacemos no nos rinde, pero sí, y es a lo que voy: a llegado el momento de prepararnos para hacer uso del último recuso que nos queda dentro de la lucha de los pueblo oprimidos por los gobernantes del Capital. Como se nos han agotados las victorias que dan los piquetes, las marchas, los diálogos y las negociaciones, tendremos que usar ese último recuso que le queda a todos los seres humanos cuando se siente acorralados y desean transformar su destino: ¡Alto! Decir estas palabras resulta problemático para la lucha partidista de este país colonial y, en estos momento en que las pienso antes de escribirlas, son subversivas e ilegales. Entonces, ¿cuáles son?

VIOLENCIA, RECISTENCIA, TRASFORMACIÓN SOCIAL

Estas palabras, que mas que palabras son manifestaciones del comportamiento de los seres humanos en la Historia de la Humanidad. Recuerden las revoluciones que se han dado en el mundo y verán que ellas están presente, para bien o para mal; solo hay que saber de que lado y con que interés se usan. ¿Por qué creer que este país es distinto, porqué creer que tales manifestaciones son malas? Sólo tenemos que ver cómo los pobre pueden superarse en un mundo que esta siendo oprimido por los que lo tienen todo y verán que si no es por ellas no podrán transformar su destino y sociedad.

Añado aquí una nota personal. Mi nombre tal vez no importe, pues sólo soy una de otr@s tant@a personas que nos hemos tenido que buscar el bocado de muchas y diversas maneras, algunas legales y otras no, pero personalmente no me abochorno pues no siento ni tengo respeto alguno por las leyes. No me parece justo que si necesito algo no pueda conseguirlo por no tener dinero, más aún, si es una necesidad que se me ha obligado a tener. Digo esto porque me parece imperativo para este movimiento y para el mundo entero reevaluar y redefinir qué es justo y qué es injusto, qué es constructivo, que es natural y antinatural, y qué es destructivo; en función de qué o quién están hechas las leyes, y en resumen quisiera que se preguntaran: ¿Por qué obedecer las leyes?  

Desde que nacemos hasta que morimos vivimos controlados por nociones que no necesariamente son ciertas, pero como se nos enseña desde niños, y en el vivir cotidiano es cosa normal regirse por ellas, muchos no pueden ver más allá de estas ideas repetidas, obedecidas, absorbidas y observadas como si fueran una realidad inmutable y necesaria, como si ésta fuera la única manera, el todo único. ¿Saben qué? Es mierda. Siempre fue mentira, es una anormalidad. Ni Dios ni la Virgen te van a salvar de la realidad del mundo. El Estado, que rige las leyes, no funciona.

Esta lucha no la vamos a ganar de manera legal, pues el enemigo es el mismo que controla las leyes. Si queremos ganar esta lucha vamos a tener que armarnos no sólo de valor, también de armas. ¿Por qué se escandalizan? ¿Acaso el gobierno no usa a la policía para suprimir a quienes se le oponen y denuncian, usando las armas contra los ciudadanos que juraron proteger, y que a fin de cuentas somos los que pagamos sus salarios através de impuestos obligatorios que ya te han descontado del cheque antes de que llegue a nuestras manos? Que no te sorprenda la violencia, si cada vez mas este país es más violento. Lo que te debe sorprender es como esa misma violencia, que se canaliza por un objetivo, nos presenta las nuevas forma de obtener la transformación social que necesitamos para que los pobres tengamos un mundo de igualdad, fraternidad y libertad. 

Yo digo que ya hemos esperado demasiado, que tenemos que aprovechar esta crisis mundial e insular para abrirle los ojos a los ciegos, para incitar al cuestionamiento de si este estado de cosas es el que queremos o no. Esto se puede conseguir de muchas maneras, y una de ellas es esa que los políticos legalistas proponen desde que en Grecia se habló en un foro por primera vez, y otra lo sería la acción directa que trae consigo una revolución social.

¡Basta ya de tanto miedo! ¡Erradiquemos el conformismo! ¿Quiénes son más, nosotros el pueblo o los políticos con sus policías? La respuesta es obvia, y les digo gente que pocas cosas son imposibles. 

Es imprescindible para la lucha actual de Puerto Rico aumentar en número a la militancia y pero, también lo es comenzar a preparar y llevar a cabo la lucha armada. Tenemos que conseguir aquello que es lo único en lo que nos aventaja el enemigo: ¡Las armas!

¿Por qué ellos pueden y tu no? ¿Para qué vivir si no puedes decidir? Sólo digo que yo ya estoy harta de ser esclava. Eso es todo… ¿Y tú?  
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