La cualidad de internet es la de crear una realidad virtual paralela a la cotidiana, en la que la línea divisoria que las separa se estrecha cada vez más, y en la que finalmente se acaban superponiendo, dibujando finalmente una realidad que a la vez que es ilusoria y falseada por el medio emisor, desfigura la realidad cotidiana invadiéndola constantemente de imágenes virtuales para invertir la visión del mundo.
El mundo tecnológico crea individuos (1) con una visión distorsionada y falseada de la vida real y fomenta la consecución de seres desprovistos de vida pública al fragmentarse por el uso y consumo cada vez mayor de internet en la vida privada.
Podemos concluir, que el uso lúdico y abusivo de internet perpetua el sistema de dominación, crea seres dependientes y fagocita sus potencialidades creativas, destruye su capacidad de análisis y observación de la realidad, y lo reduce a la pasividad que el Poder quiere como súbdito condescendiente y a la vez sumiso, en sí, una aberración de la naturaleza que consiente el fomento, la consecución, y consolidación del Poder instituido como modus vivendi.