Siria. Guerra social y telaraña imperialista 2011-2015. Parte III

Tercera parte del folleto de los compañeros de Proletarios Internacionalistas sobre los acontecimientos en Siria entre 2011 y 2015. Parte dedicada al proceso por el que la revuelta se va arrastrada y liquidada por la guerra imperialista. La primera parte está disponible aquí. La segunda parte aquí.

III. Encuadramiento del proletariado

La burguesía internacional debió maniobrar rápidamente sobre el terreno cuando comprobó que la represión a través del ejército y las concesiones cedidas por el gobierno, no sólo eran incapaces de frenar al movimiento en ese país, sino que descomponía al propio ejército, y la situación adquiría carácter insurreccional en toda la región, haciendo tambalearse al gobierno de Bashar al–Assad.

Respetando las alianzas y pujas del mercado mundial, así como el reparto de tareas en la represión y encuadramiento del proletariado, la burguesía actuará en dos frentes. Estados como China, Rusia e Irán auxiliarán al gobierno de Assad, otros como EEUU, Turquía, Francia, Qatar o Arabia Saudí verán con buenos ojos abanderar una oposición burguesa para relevar a ese gobierno. El primer objetivo evidente de la burguesía, independientemente del lado que ocupa cada fracción en el juego interburgués, es el aplastamiento de la lucha del proletariado iniciada en marzo de 2011. Se trata de neutralizar la lucha, aislarla nacionalmente, repolarizar el conflicto, sacar a nuestra clase de la pelea por sus necesidades y llevarlo a matarse por intereses ajenos, convertirlo en carne de cañón en peleas de mercaderes, exterminar toda resistencia y consolidar unos frentes burgueses firmes. Ese siempre es el objetivo allí donde las contradicciones de clase alcanzan tal intensidad que exigen una solución inmediata. Los intereses particulares de cada fracción quedan siempre en un segundo plano cuando de lo que se trata es de imponer el orden en una región. Sólo cuando el orden empieza a vislumbrarse y el proletariado ha sido liquidado y encuadrado puede pasar a un primer plano la pelea entre esferas de capital.

Queremos hacer una pequeña parada para explicar esta cuestión que sigue siendo tan mal entendida, incluso entre compañeros de nuestra comunidad de lucha que comparten con nosotros tanto la mayoría de la posiciones sobre la revolución, como la asunción de tareas que la misma exige. Todo análisis de clase tiene que partir de la contraposición entre las dos clases antagónicas que coexisten bajo el capital, y nuestros materiales siempre parten de ese eje. Las contradicciones interburguesas son secundarias y siempre están subordinadas a esa contradicción fundamental entre las clases. Esa es la dinámica de esta sociedad. Por eso en nuestros análisis siempre centramos nuestros esfuerzos a un nivel de abstracción que parta de la contraposición entre los intereses generales del capital —y no de cada fracción— y los del comunismo. Evidentemente, eso no quiere decir que no sea importante profundizar en las contradicciones interburguesas, teniendo siempre como referencia la contradicción fundamental proletariado–burguesía.

Nuestra metodología siempre es contraria a esos análisis de la realidad que parten de las contradicciones interburguesas, pues no hacen más que analizar lo superficial, lo que se ve, lo que se palpa y no comprende que esas mismas contradicciones vienen determinadas por la contraposición fundamental entre el proletariado y la burguesía. Lo importante y necesario, para nosotros proletarios, siempre es partir del análisis de las fuerzas que tienden a la revolución y las que tienden a la contrarrevolución. Clarificar los dos campos enfrentados pese al telón ideológico que busca ocultarlo. El análisis de las fracciones de nuestro enemigo sólo nos interesa en tanto que análisis de las formas del capital de negarnos, de liquidar la fuerza que tiende a la revolución, de llevarnos a falsas polarizaciones, de arrastrarnos a sus faldones. Sin embargo, todos esos análisis provenientes de ideólogos marxistas y demás especialistas de las contradicciones burguesas no hacen sino lo contrario, enredarnos en la telaraña interburguesa.

Siria es un auténtico rompecabezas irresoluble si se intenta explicar lo que sucede basándose exclusivamente en los intereses particulares de cada fracción de capital que actúa. Las piruetas que dan esos analistas para explicarnos la situación tienen mérito. No es fácil defender que Turquía además de ser uno de los Estados fundamentales que actúa en Siria junto a EEUU, siendo la base de operaciones de la oposición burguesa a al–Assad, es también el país que facilita por su frontera la entrada del Estado Islámico, quien a su vez es enfrentado por EEUU y la oposición burguesa (¡con Turquía!), dejando pasar también por su frontera a militantes del PDK (Partido Democrático del Kurdistán) venidos de Irak para ayudar al PYD de Siria (Partido de la Unión Democrática)i a combatir a ese mismo Estado Islámico. No es fácil explicar tampoco que EEUU y sus compinches tan pronto como dirigen la oposición burguesa contra al–Assad, empiezan a coquetear de nuevo con él. No es fácil explicar cómo EEUU arma al que caracteriza como “eje del mal” en la región —Frente Al–Nusra (instancia de Al–Qaeda en Siria)— mediante el Ejército Libre Sirio, ni cómo asume gobierno junto al PYD —el nuevo amor de muchos libertarios— en Rojava mediante el Comité Supremo Kurdo, en el que recordemos que, por medio del Consejo Nacional Kurdo, el PDK de Barzani (brazo de EEUU) se reparte el poder con el PYD… Y si vamos una a una con las diversas expresiones de la burguesía veremos los mismos juegos. Es absurdo sostener que lo que les posiciona en uno u otro campo de la guerra imperialista son sólo sus intereses particulares. Por el contrario, esta gravitación entre uno y otro campo evidencia que no es su interés particular lo que orienta estos cambios, sino que hay otro factor. Para nosotros queda claro que todos los intereses particulares quedan subordinados al interés fundamental de salvar el orden capitalista y someter al proletariado.ii Sólo desde este verdadero punto de partida podemos romper la telaraña interburguesa, podemos llegar a comprender la guerra imperialista, así como su afirmación en Siria bajo la masacre del proletariado. Y únicamente bajo la derrota del proletariado pueden ponerse en un primer plano las cuestiones secundarias.

El Ejército Libre Sirio (ELS) y el Consejo Nacional Sirio (CNS)

La primera medida de la fracción en torno a EEUU, que tendrá en Turquía su centro de operaciones, fue comenzar el relevo de las caras dirigentes locales e impulsar una oposición de recambio que pudiera controlar la revuelta. Altos cargos del ejército y de otras ramas de la burguesía nacional, vinculadas a la administración de Assad, deciden entonces abandonar sus cargos y en acuerdo con esa fracción de la burguesía internacional reconducir la situación alzando la bandera de una república parlamentaria. Se trata de encuadrar el movimiento en un frente anti–Assad con un mando único tanto a nivel militar como político. El ELS, en el plano militar y el CNS, en el administrativo, jugarán la primera baza en este sentido.

En julio de 2011, frente a la fuerza expansiva de la revuelta y la creciente descomposición del ejército que impulsaba cada vez más a los soldados a desobedecer a los oficiales, a desertar, a girar las armas contra ellos, a unirse y organizarse en la revuelta; una serie de oficiales y altos cargos del ejército sirio, cuya cara más conocida es Riad al–Asad, hasta entonces coronel de la fuerza aérea del ejército, abandonan sus cargos para ponerse a las órdenes de la fracción en torno a EEUU. Desde entonces centralizarán desde Turquía, con el apoyo financiero de Qatar y Arabia Saudí, una práctica social que consistirá en tratar de canalizar las deserciones y formar un ejército que bajo la dirección de esa fracción tumbe a Assad y consolide un gobierno de transición que garantice el mantenimiento del orden capitalista en la región.

Bajo esa óptica, a finales de ese mismo mes, se hace pública la creación del ELS y se llama a todos los grupos armados de la oposición a unirse a él. Todos los esfuerzos de ese organismo irán orientados a que las unidades armadas de proletarios y desertores, así como otros grupos armados burgueses (como el Movimiento de Oficiales Libres), se sometan a sus directrices.

«Nunca operamos por nosotros mismos, seguimos una estructura jerárquica que imparte órdenes desde Turquía»iii

Tratará así de controlar todas las expresiones armadas, instalando cuadros de mando fieles a su dirección, especialmente por mediación de los Majlis Askeri (Consejos militares) que serán instancias provinciales del ELS que tratarán de encuadrar y canalizar a los batallones de desertores y expresiones armadas de cada localidad. Este proceso implicará la denuncia y liquidación, allí donde se den las condiciones para ello, de todo aquel que no se pliegue al programa interclasista de frente nacional anti–Assad del ELS: «No hay otro objetivo que la liberación de Siria de la tiranía del régimen de Bashar Al–Assad.»iv

A medida que pasan los meses el ELS irá extendiendo su dominio desde el norte de Siria. Movilizará sus combatientes, utilizará puestos de control en las localidades donde va adquiriendo fuerza, no sólo para controlar las fuerzas gubernamentales, sino para supervisar y someter a todo proletario armado a su control, incluyendo la marginación y represión de las pequeñas milicias que no aceptan sus directrices.v

Este proceso será facilitado tanto por la terrible falta de perspectivas de los combatientes proletarios que les arrastrará a sus faldas, como por las ventajas que le proporciona la financiación, armamento, asesoramiento y formación eficiente que recibirá de forma masiva este organismo por parte de oficiales y políticos de los Estados del Golfo, Turquía, Inglaterra, Francia, Estados Unidos, Israel… Contará además con bases de entrenamiento importantes ubicadas en Turquía.

Indisolublemente unido al desarrollo del programa militar de encuadramiento burgués, se busca consolidar una administración política eficiente que no sólo será la base de un hipotético y futuro gobierno provisional, sino que actuará como gobierno en todas las zonas controladas por el ELS. Se fundará con ese objetivo el CNS, cuya oficina estará evidentemente al lado de la cúpula militar del ELS, en Turquía, agrupando a diversos partidos burgueses de la oposición y levantando la bandera del fin del régimen de Bashar al–Assad, el establecimiento de pluralidad política en el parlamento garantizado por elecciones, y todas las demás formalidades de esas expresiones particulares de la democracia.vi

Para impulsar este proceso se crearán los Majlis thawar (consejos “revolucionarios”) que serán estructuras provinciales que harán lo mismo que los Majlis Askeri del ELS pero en el plano administrativo, tratando de poner a los diversos tansiqyat (comités locales) bajo su dirección burguesa. Existirán otra serie de instancias de centralización de la burguesía que desarrollarán también este proceso de canalización como la Coordinadora de los Comités Locales, ligada igualmente al CNS y la Comisión General de la Revolución Siria dirigida y controlada por otros conocidos opositores burgueses.

Este proceso de liquidación de los comités locales no es un acto meramente exterior, sino que está ligado a la influencia de la ideología burguesa en el interior de esos mismos comités. Todas las debilidades y límites que contenían estos órganos desde el principio, y que hemos detallado anteriormente, serán la puerta de entrada de la contrarrevolución. Como en todas las experiencias históricas de lucha, incluso las más importantes, las estructuras masivas de las que se dota el proletariado (soviets, comités, consejos, shoras…) concentrarán en su propio seno la lucha de clases. Que esas estructuras se posicionen en la defensa de nuestros intereses no depende de la forma organizativa, sino del contenido, de la práctica real que desarrollen. Y esta práctica depende de la fuerza social que se imponga en su interior. O se imponen las necesidades del proletariado, o se imponen las ideologías y fuerzas de la contrarrevolución. Y es evidente que a medida que la correlación de fuerzas en Siria bascula en favor de la burguesía, que el desplazamiento del eje de la lucha se consolida fuera de la confrontación de clases, y el proletariado es canalizado, esos comités se ven abocados a reflejar ese desplazamiento y a negarse como órganos de clase, transformándose en instrumentos de la burguesía que, dependiendo de la coyuntura local y las necesidades de la misma, cumplirán funciones diferentes. En algunos sitios los comités prácticamente desaparecerán asumiendo un papel totalmente marginal, funcionando como meras ONG, pero en otros asumirán una función primordial siendo la base para asumir un gobierno local, la administración de la localidad o la realización de servicios sociales básicos y asistencialismo.

Por consiguiente, el proceso de liquidación del proletariado va indisolublemente ligado a la canalización de las organizaciones masivas en las que éste había organizado su lucha, así como su sometimiento a las directrices de la oposición burguesa. El poder burgués se recompondrá de esta forma del golpe sufrido por la revuelta.vii

El desarrollo de los acontecimientos llevará a pensar en ese momento a la fracción liderada por EEUU que todo iría viento en popa. Por un lado se presiente que el gobierno de Bashar estaba por caer. Sublevado gran parte del territorio, carcomido su ejército, y con las experiencias de otros países del norte de África y Medio Oriente, desde estas esferas del capital están convencidos de que ese gobierno no durará mucho en el poder. El ELS avanza controlando y dominando cada vez más zonas desde el norte, ganado popularidad entre los combatientes, ganando para sí batallones y soldados desertores. El centro de Damasco y Alepo son los objetivos pendientes para la caída de al–Assad. El CNS se prepara para asumir el gobierno provisional. Al mismo tiempo, a mediados del 2012, la revuelta se encuentra estrangulada en las mayoría del país, el proletariado ha sido conducido a las trincheras de la guerra imperialista bajo la bandera Anti–Bashar y de la libertad. No será hasta llegado el año 2013 cuando el desarrollo de los acontecimientos va a poner en evidencia lo desacertadas de estas previsiones y los serios contratiempos que iba a tener la fracción en torno a EEUU.

Notas:

i Este partido es el brazo del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán) en Siria. Sobre ambos nos vamos a centrar en el apartado acerca de la lucha en Rojava.

ii En este sentido, cuando hablemos de la fracción en torno a EEUU a lo largo del texto, estaremos haciendo referencia a sus aliados más inmediatos y aquellos que abiertamente se presentan de esta manera. Pero volvemos a insistir en que los diferentes Estados y en particular EEUU y Turquía, como principales gendarmes del Capital en la región, están siempre interesados en el sofocamiento de toda expresión proletaria y no dudan en armar o dar apoyo, mientras sea necesario para mantener ese objetivo, a otras fuerzas burguesas del bando enemigo.

iii Hasan abu Ali, enrolado en el ELS.

iv Al principio habrá proletarios armados que levanten por su cuenta la bandera del ELS o se reivindiquen de él sin pertenecer realmente a dicha organización ni seguir su práctica, sino defendiendo sus intereses de clase. Claro que poco a poco estas expresiones desaparecerán ante la expansión, encuadramiento y estructuración del ELS.

v Salvo en el Kurdistán sirio, muy poco sabemos sobre esta cuestión y los enfrentamientos y resistencias que se dieron frente al ELS. Conocemos contradicciones y enfrentamientos que se repitieron en Alepo en sucesivas ocasiones pero sin gran profundidad. Sí que conocemos las operaciones represivas que más adelante desarrollará el ELS contra los focos incontrolados que posteriormente detallamos.

vi Aclaremos que para nosotros estas formas de gobierno, la pluralidad parlamentaria y las elecciones, así como la ausencia de elecciones para monopolizar el parlamento en manos de una fracción, son meras formas diferentes de la dictadura democrática. La definición burguesa de la democracia nos opone estas dos formas como si una fuera dictadura y otra democracia ocultando la verdadera definición social de la democracia. Ver más adelante en este texto el apartado ¿Revolución en Rojava?

vii Con sus particularidades, este proceso de captación no será muy diferente al que se cristalice en Rojava por mediación del PYD.

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