[Venezuela] Hacia una nueva conceptualización de la Idea. Cartuchos de ideas libertarias para afrontar la contingencia

El estrepitoso fracaso del proceso bolivariano en su fase “madurista”, con todo lo que con ello conlleva como es la falsificación de la fraseología ultrarrevolucionarias, símbolos y referentes históricos; nos lleva a replantear la forma de comunicarnos y los estandartes que como anarquistas debemos usar para radicalizar la actual coyuntura nacional.

Las clásicas concepciones etapistas, cuantitativas y de posicionamiento dentro del campo ideológico de izquierda, deben ser superadas por todos los afines que decidan posicionarse dentro del inexorable curso de la historia de Venezuela. Esto nos remite irreductiblemente a una nueva concepción de la anarquía para la contingencia de deslave bolivariano que afrontaremos en los próximos años. Sobre la base de esto, daré algunas ideas para su discusión o desarrollo:

El anarquismo como vía no como meta

Las interpretaciones irredentistas y milenaristas, de que el anarquismo es la máxima expresión del orden, debe ser desechadas. A diferencia de la MUD o del GPP, como antiautoritarios no debemos aspirar ni engañar a los afines de que tenemos las soluciones para las complejas dinámicas sociales que se han venido deteriorando durante estos años. Las victorias de la idea siempre serán efímeras y momentáneas. Por el contrario, debemos fomentar el hecho de que el anarquismo son un conjunto de propuestas en constante movimiento y ebullición que busca una vida equitativa sin dogmas ni concentraciones de poder, no se busca ser mayoría ni proponer un “mundo ideal” propio de la ilustración.

Esta idea nos remite a la necesidad de que cada persona que se asuma como libertaria, genera a su vez, sus propias concepciones sobre lo que considera justo y armonioso de la idea, evitando de esta manera cualquier estancamiento o posicionamiento de corrientes hegemónicas, por lo general eurocentricas y alejadas de nuestro desarrollo histórico. Se trata en sí de que cada quien genere su “propia teoría”, siempre sobre la base de la ética antiautoritaria y horizontal.

Sobre este punto es perentorio abstraernos de las habituales dualidades políticas del venezolano (patriotas-realistas, conservadores-liberales, adecos-copyanos) sobre el cual nos quieren posicionar; así como de la enquistada diatriba de izquierdas y derechas, que dejo de tener sentido hace años.

Como anarquistas que afrontamos un proceso moderno de socialismo real, debemos reinvidencar la anarquía post-izquierda como el conjunto de practicas y teorías modernas que buscan puntos de quiebre e inflexión en nuevos espacios alejados del obrerismo y de los clásicos “sujetos revolucionarios”; principios como: la informalidad de las orgánicas, inmediatismo, antidesarrollismo, decrecimiento voluntario, deconstrucción de géneros y roles, acción directa, individualismo, abstencionismo,  ecología profunda y rescate de la praxis de los pueblos originarios son algunas de las canteras de la cual debemos sacar insumos para los próximos años.

Economía del Regalo y Orden Natural de la Libre Economía

Uno de los puntos álgidos de la actual encrucijada, la representa la visión económica de ambos grupos en pugna; por un lado, tenemos una estatización de los medios de producción por parte de la boliburguesia militarista, bajo un falso discurso de gestión popular apoyado por los petrodólares de las empresas mixtas y PDVSA. Por el otro lado, tenemos una falsa apertura económica, basada en las recetas de carencia auspiciadas por el FMI/BM con la latente dolarización de los bienes y servicios transados en la región, para su eventual monopolización por parte del capital trasnacional.  

Esto nos pone de relieve, el magnánimo reto que como anarquistas tenemos que afrontar, dejando las viejas propuestas de la idea para gestionar la escasez como el colectivismo, el comunismo libertario y el mutualismo; para avanzar hacia una  propuesta libertaria que mezcle la “Economía del regalo” de los pueblos originarios y la idea de Orden Natural y Libre Economía del Silvio Gesell.

Esta mixtura de planteamientos, busca generar una reciprocidad económica entre los agentes sociales, donde el intercambio “quid pro quo”, ayude en primera instancia a enlazar los nodos disgregados de la sociedad y genere a su vez valores de solidaridad y horizontalidad entre los habitantes agobiados por la escasez. La otra es la promoción y uso de monedas comunales, con una circulación limitada en el tiempo que ayuden a la reactivación de la sociedad lumperizada por el control cambiario, que le permite subsistir a costas de la escasez de bienes y servicios.

Esta Libre Economía propuesta por Gesell es una proposición que en contradicción con el socialismo estatal no atribuye las desigualdades y crisis del capitalismo al mercado o la propiedad privada; sino al control gubernamental y la naturaleza inflacionaria del dinero convencional. Este cambio de enfoque, aunado a una masificación de la posesión de la tierra en manos del estado venezolano, para su cultivo como lo propone la teoría georgiana, puede contribuir de forma significativa a reactivar un sistema de producción enviledecido y sometido a las fluctuaciones monetarias de las economías del primer mundo.

Esta propuesta de Gesell es una continuación del mutualismo propuesto por Proudhon en sus escritos, con lo cual la teoría de valor-trabajo, cobra vigencia dejando de lado la usura y el “dinero fácil” clásico de la antropología petrolera que tanto daño nos ha hecho, y que solo ha permitido un lumperizacion del venezolano como agente de contrabando y de permuta cambiaria. 

Nuevos paradigmas antiautoritarios

Uno de los valores fundamentales del anarquismo como propuesta de transformación social, es la heterodoxia de sus planteamientos políticos, no solo con el orden imperante sino incluso con los estandartes levantados en otras latitudes por afines. Esto nos lleva a plantear la necesidad de una descolonización de la idea que se ha encontrado abrumadoramente copadas por posturas eurocentristas y de realidades ajenas a la venezolana.

Es por ello, que como anarquistas debemos ver y descubrir nuestros propios referentes históricos, adecuando las ideas desarrolladas en otras latitudes a nuestras propias realidades y circunstancias coyunturales, alejándonos de una vez por todas de las matrices de opinión prefabricadas en el norte.

Los ejemplos saltan a la vista de lo que debe ser nuestra propia visión anarquista para la región. No se puede hablar de “lucha callejera” si no se entiende el desprecio que generaron en la población las jornadas de entropía de la UCV o recientemente durante la Guarimba; No se debería hablar de veganismos si no se ha leído a Carlos Brandt, el naturista más celebre de Venezuela; No se debería hablar de anarquismo si no se entiende el aporte de los pueblos originarios como el Yanomamö o el Piaroa; y no se debería criticar la participación de algunos compañeros en organismos de derechos humanos si no se comprende el estado cuasi-totalitario que afrontamos. Se trata pues de plantear nuevos paradigmas y replantear viejos esquemas para así poder avanzar en nuestra propia vía hacia el cambio horizontal de la sociedad venezolana.

Un exhorto al cambio radical

Las actuales condiciones de incertidumbre nacional, son un acicate para los temperamentos anarquistas; lo cual nos lleva inexorablemente a dejar de lado la pasividad de los últimos años, marcados por divisiones fútiles, para poder servir de bisagra entre el creciente descontento popular y las praxis libertarias; generando de esta manera nuevos escenarios donde la solidaridad, la acción directa y la horizontalidad sean baluartes para confrontar un proyecto hegemónico y militarista que se derrumba ante la impávida mirada de propios y extraños. Llego la hora de asumir retos.

Rodolfo Montes de Oca
http://rodolfomontesdeoca.contrapoder.org.ve/ 
¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio