[Libro] Anarcosindicalismo y revolución en España (1930-1937)

CNTEn este libro, que cubre los años 1930 a 1937, no nos ocupamos del importantísimo problema agrario de la España del sur, reduciéndonos, con algunas salvedades, a otro aspecto cardinal del movimiento obrero español: el anarcosindicalismo de la Cataluña industrial.

En la primera parte del libro se discute la cooperación de los anarcosindicalistas con grupos políticos que se proponían derrocar la monarquía en el intervalo que media entre la caída de Primo de Rivera y el advenimiento de la segunda república. Se da cuenta de disensiones acerca de la forma que debía darse a la organización interna de la CNT, iniciadas ya antes del ocaso de la Dictadura, y prolongadas hasta muy dentro del período republicano. El surgir de una minoría anarquista organizada que logró apoderarse de los mandos de la CNT, acarreó una lucha enconada que dio en la escisión de la Confederación y la formación de una organización alternativa. Nos ocuparemos con algún detalle de las actividades de este movimiento por reproches y contraacusaciones en los que el colaboracionismo era la piedra de toque.

También examinaremos la guerra casi permanente que los anarcosindicalistas dieron a sus patronos y a los gobiernos de la república, y discutiremos la rivalidad entre la CNT y las otras organizaciones obreras. Las huelgas, las insurrecciones, los encuentros a menudo violentos en que los anarquistas fueron protagonistas, justifican el calificativo de revolucionaria, aplicado a la política seguida por la CNT durante estos años. Fue revolucionaria por cuanto se trataba de un ataque frontal contra los poderes establecidos. Habrá quien disienta de la aceptación aquí dada a lo revolucionario. Cuestión bizantina. Lo que importa es recordar que la CNT luchaba simultáneamente en todos los frentes: en el patronal, contra el estado, contra los socialistas y contra los propios elementos disidentes de su organización.

Por otra parte, hemos llamado período de “revolución social” los meses de la guerra civil española aquí estudiados. El espíritu revolucionario anterior fue en cierta medida esencialmente negativo, concentrado en el afán o la necesidad de destruir. En cambio, el período social -revolucionario abarca la etapa en que el movimiento anarcosindicalista español está llevado de un empuje positivo de construcción efectiva. Fue poco tiempo, no más que un interludio, pero de enorme interés. Dieron al traste con él las derrotas sufridas por el bando republicano y, lo que es más importante, la contrarrevolución dentro del campo republicano.

En medio de este período de revolución social y de contrarrevolución inmediata, se sitúa, por vez primera en la historia, la participación anarquista en un gobierno, y la reaparición dramática del problema crónico del colaboracionismo.

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Fuente: http://www.kclibertaria.comyr.com/

Reseña de Frank Mintz:

Este libro de consulta obligada en los años 60 por su riqueza informativa y curiosamente abandonado por el propio autor que se convirtió en un político de su país -EE.UU.-, tiene, naturalmente, la política como motor. Desde el principio se apunta que Ironía de la historia, dos de los flamantes ministros ácratas habían invertido buena parte de sus energías, durante los años que precedieron a la segunda república, en afear a sus otros dos compañeros de gobierno anarquistas su colaboracionismo político (p.13 ) y el litigio colaboracionista fue no pocas veces mera fachada de otro más importante, a saber, el de a quién correspondía el control de la CNT (p.14).

Brademas da textos que escaparon a Peirats como Esta República española, sobre todo la catalana, es más cosa nuestra, por ahora. Hemos convivido con sus hombres en las cárceles unos y en el destierro otros (…) -Felipe Urales en 1931- (p.28); No voy a negar, que los sindicalistas revolucionarios, con nuestra labor subversiva desde Solidaridad Obrera y desde la tribuna, contribuimos indirectamente al triunfo electoral del 12 de abril (…) -Peiró, pero en 1935, separado de la CNT- (p.57).

Hay una buena información sobre la formación de la FAI y su papel. Pero el periodo tras 1934 es muy somero. La visión global de Brademas sobre el anarquismo aparece incidentalmente -p.28- para criticar la fragmentación y la descentralización organizacional del anarquismo en caso de lucha clandestina, pero es justamente lo contrario : como para las guerrillas que sacan su fuerza de su ausencia de cabeza : enemigo invisible que, al ser perseguido, desaparecía entre el pueblo para volver a surgir inmediatamente con renovada energía. Homenaje indirecto a la CNT de Carlos Marx (1854, en La revolución española Moscú, 1960 ¿?, p.41) que un autoritario no puede asimilar.

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