La FAI en Galicia

FAICuando, en los años de la transición, se produjo el auge de los trabajos sobre la historia del movimiento obrero, en Galicia también comenzaron a publicarse estudios sobre la historia del anarcosindicalismo: uno de los primeros trabajos sobre la historia del anarcosindicalismo en Galicia fue el realizada por el antiguo militante de la CNT y del Partido Sindicalista, Manuel Fernández, en la Gran Enciclopedia Gallega. Este trabajo, tremendamente valioso por provenir de un antiguo militante de la organización, estaba a la vez lastrado por la marcada militancia de Manuel Fernández en una de las tendencias enfrentadas de la organización anarcosindicalista. Y lo peor fue que sus apreciaciones, sinceras pero apasionadas, acerca de la FAI y su influencia sobre la Confederación Regional Galaica de la CNT, sentaron cátedra y fueron reproducidas e incluso amplificadas en trabajos realizados posteriormente; en lugar de valorar este trabajo como un mero testimonio de uno más de los protagonistas de aquella época, fue aceptado como verdad inamovible por la mayor parte de los autores1. Solo los trabajos más serios y rigurosos realizados por Dionisio Pereira2 y Carlos Pereira3 en los últimos tiempos, recomenzaron la dilucidación de la cuestión por donde debía hacerse, que era a partir de la prensa y los propios documentos generados por las organizaciones anarquistas y anarcosindicalistas gallegas.

Dado que los trabajos citados solo se acercaban al tema de modo tangencial (el de Dionisio Pereira) o desde un enfoque local (el de Carlos Pereira), intentaré con este artículo presentar una visión más completa de la historia de la FAI en Galicia, contando para ello con fuentes hasta ahora poco trabajadas, como la correspondencia entre el Comité Regional Galaico y el Comité Peninsular de la FAI, así como la colección prácticamente completa del periódico anarquista coruñés Brazo y Cerebro. Para otra ocasión quedará la tarea de estudiar la dilatada trayectoria del anarquismo organizado en Galicia (comprendiendo los grupos anarquistas anteriores a la creación de la FAI, las Juventudes Libertarias, Ateneos Libertarios, así como los grupos anarquistas no vinculados a la FAI), aunque por supuesto en este trabajo se esbocen algunas pinceladas sobre su historia.

Retrospectiva: el anarquismo organizado en Galicia

Los primeros grupos anarquistas nacen en Galicia a finales del siglo XIX: según Gerard Brey, uno de ellos aparece en Coruña en abril de 1890 “probablemente para controlar la ortodoxia anarquista de la Federación Local y contrarrestar las tentaciones electorales entre el proletariado en vísperas de la implantación del sufragio universal masculino”4. Poco tiempo después, en enero de 1893, el grupo anarquista “Ni Dios Ni Amo” impulsaba la publicación del periódico coruñés El Corsario, que hasta diciembre de 1892 había sido editado por la Federación Coruñesa5. En este final de siglo comienzan a aparecer grupos anarquistas en otras localidades gallegas, como el grupo “Lo que somos”, creado en Ferrol a finales de 1894, y en la misma localidad el grupo “Los Iconoclastas” existente en 19016. Pero el auténtico auge de los grupos anarquistas en Galicia se dio en la década de los 10, coincidiendo con un período de desorganización debido a la práctica desaparición de la CNT a partir del Congreso de 1911: en esta época aparecieron el grupo “Germinal” de Coruña7, el grupo “Humanidad Libre” de Orense y en Ferrol se produjo una auténtica eclosión de grupos anarquistas, abarcando grupos juveniles como el titulado “Juventud Libertaria”8, grupos femeninos como “La Antorcha”9 y simples grupos anarquistas como los denominados “13 de octubre”10 o “Sin Fronteras”11. La proliferación de grupos anarquistas, especialmente en Ferrol, puede entenderse por la debilidad de los sindicatos de tendencia anarcosindicalista y por la intención de impulsar la reorganización del movimiento obrero en clave anarquista.

Precisamente en Ferrol se celebró en mayo de 1915 el famoso Congreso de la Paz, a partir del cual la CNT comenzó su reorganización efectiva; pero paralelamente al Congreso de la Paz se celebró en Ferrol una reunión de grupos y periódicos anarquistas para tratar de la creación del “Comité Español de la Internacional Anarquista” a propuesta del anarquista levantino residente en Coruña Constancio Romeo. A resultas de la citada reunión fue nombrado un Comité que sería llevado por el Grupo “Tierra y Libertad” de Barcelona y que estaría a cargo de la formación de la sección española de la Internacional Anarquista y de los trabajos de constitución de esta organización a nivel mundial. Tanto en esta reunión como en el propio Congreso de la Paz estuvieron presentes los grupos anarquistas coruñeses “Juventud en marcha” y “Ni Dios ni Amo” de Coruña, y el grupo “Acción Anarquista” de Ferrol12. Aunque la labor de este Comité no fructificó en la creación de una internacional anarquista, sí que fue un paso adelante en la coordinación de los anarquistas a nivel ibérico: hay que tener en cuenta que los sindicatos y grupos anarquistas portugueses participaron en el Congreso aunque fuera fugazmente13 y llevaron al mismo la propuesta de creación de una Federación Sindical Ibérica. Aunque la propuesta no llegó a ser aceptada, sí que podemos ver en ella un precedente de la FAI, aunque a nivel sindical, confirmada quizá por el hecho de que uno de los integrantes de la representación lusa fuera Manuel Joaquim de Sousa, uno de los fundadores de la FAI años después, y padre de Germinal de Sousa, destacado militante de la FAI en el período de la Guerra Civil.

La decadencia del anarcosindicalismo ferrolano a partir de 1915 con la crisis de la construcción naval y la fuerte influencia ejercida por la potente Federación Local Obrera de Coruña hizo que en los años 20 el epicentro de la actividad anarquista se trasladara a la capital herculina14. En esta época y según Dionisio Pereira, existían en Galicia por lo menos cuatro grupos anarquistas de los cuales dos estaban en Coruña (el grupo “Tierra”, editor del periódico del mismo nombre y formado por Jesús Arenas, Ricado García Lago y Emilio González López, y otro de nombre desconocido formado por Pedro Monreal y el maestro racionalista Juan Expósito), otro en Santiago (el grupo “Los Libertarios”) y finalmente existía también uno en Vigo (el grupo “Despertad” en el que militaban Eduardo Collado, Severino Estévez y José Villaverde)15.

En estas condiciones llegamos al año de 1927, en el que tiene lugar la fundación de la Federación Anarquista Ibérica; según Juan Gómez Casas 16, en el Congreso fundacional de la organización específica intervino el ya curtido militante anarquista compostelano Manuel Fandiño Ricart. Poco sabemos de la representación que ostentaba Fandiño en el citado Congreso y de su intervención en el mismo, aunque sí consta que en el período republicano no militó en la Federación Anarquista Ibérica ni tan siquiera demostró la menor simpatía por ella, sino más bien al contrario.

La II República y la creación de la FAI en Galicia

Ya desde comienzos de 1931 hay un relanzamiento de la actividad anarquista en Galicia, simbolizado por la aparición del grupo “Helios” en Coruña, que intentaba crear una escuela racionalista en la ciudad por aquellas fechas17, y por el intento realizado por Valentín Meira de organizar la Federación Local de Grupos Anarquistas de Coruña pocos días después de la proclamación de la II República18. En ese mismo verano la actividad anarquista se trasladó a localidades cercanas a la capital coruñesa, como Betanzos y Sada, donde se fundaron también sendos grupos anarquistas, con los nombres de “Liberación”19 y “Luz”20. Los grupos anarquistas coruñeses, de Betanzos y Sada intentaron realizar ese mismo verano una gira de propaganda por Galicia para la creación de la FAI, liderados por el militante del Sindicato de Panaderos de Coruña, José Moreno Torres21.

Hasta esa época, la Confederación Regional Galaica (CRG) llevaba una línea de moderación y de colaboración con los republicanos, que se hizo patente en los mítines que recorrieron toda Galicia a finales de 1930 y en los que intervinieron republicanos como Casares Quiroga o Antón Villar Ponte y anarcosindicalistas como José Ramón Suárez, José Villaverde, o el ferrolano Mario Rico Cobas. Esta colaboración quedó rota prácticamente con la proclamación de la II República y la formación del gobierno de conjunción republicano-socialista, que en poco tiempo fue defraudando las aspiraciones de la clase trabajadora afiliada a la CRG. Como consecuencia lógica, aquellos militantes que habían dirigido la operación de acercamiento al republicanismo fueron perdiendo influencia en beneficio de cuadros sindicales más radicales; además, los grandes conflictos que sostuvo la CRG en 1932, como fueron la huelga general por los despidos en la construcción naval en Ferrol o el largo conflicto pesquero del segundo semestre del año contribuyeron al desgaste del Comité de la CRG, concluyendo con la dimisión del secretario del Comité, José Villaverde, a comienzos de 193322.

Contra lo que podría esperarse, el acercamiento de la CRG a posturas más combativas, enfrentadas frontalmente con el régimen republicano, no vino a consolidar la organización de la FAI en Galicia, sino todo lo contrario, ya que los militantes que podían haber impulsado la organización pasaron en ese momento a ocupar puestos de relevancia en la CNT y a dedicar íntegramente su esfuerzo a las tareas orgánicas del Sindicato. En consecuencia hombres como José Moreno Torres y otros líderes anarcosindicalistas, especialmente de Coruña, restringieron de forma significativa sus relaciones con la FAI.

Aunque algunos grupos anarquistas como el coruñés “Amanecer anárquico”23, militantes aislados como Manuel Rodríguez Baraja (desde Coruña) o el mismo Federico Urales (desde Barcelona) dirigieron fuertes críticas a José Villaverde y al Comité saliente a través del periódico barcelonés El Luchador24, la postura mayoritaria entre los anarcosindicalistas gallegos fue la de evitar rupturas en la organización y tratar de sumar esfuerzos para la consolidación de la CRG, sin atender a polémicas estériles.

La organización gallega de la FAI

Es importante resaltar que la organización de la CNT y de la FAI se encontraban en aquellos momentos en una situación de debilidad, que se evidenció con ocasión del movimiento revolucionario de enero de 1933, que apenas tuvo repercusión en Galicia, ni siquiera en zonas de fuerte implantación libertaria, como la ciudad de Coruña.

Precisamente porque los anarquistas coruñeses estaban volcados en las actividades de la CRG, fue en otros puntos de Galicia donde se dieron los primeros pasos para la creación de la organización gallega de la FAI. Uno de estos puntos fue Pontevedra, donde el grupo anarquista “Natura”25 presumiblemente liderado por el camarero Desiderio Comesaña y el oficial de telégrafos Francisco Iturralde asumió a comienzos de 1933 la tarea de llevar el Comité Regional Galaico de la FAI26.

En sus primeros pasos el CR Galaico de la FAI se encontró ya con el más grave problema que enfrentará la FAI gallega en su trayectoria: la reticencia de los militantes y grupos anarquistas coruñeses a integrarse en la Federación Anarquista Ibérica. Coincidiendo con la celebración del Pleno de la CRG en Santiago en febrero de 1933, tuvo lugar una reunión para la formación de los Cuadros de Defensa de la CNT, a la que asistieron tanto los grupos anarquistas gallegos como el propio secretario de la CRG, José Moreno27. Después de esta reunión, el Comité Regional Galaico aseguraba que Moreno había creado un grupo anarquista en Coruña y se había afiliado reservadamente a la específica28, aunque en realidad la citada adhesión nunca llegó a concretarse.

Otro frente que se abrió ante el nuevo Comité Regional Galaico de la FAI fue el intento realizado por el militante vigués Dalmacio Bragado de crear una nueva estructura, la Federación de Grupos Anarquistas de la Región Galaica, paralela a la de la FAI29; como era lógico, esta iniciativa no prosperó en modo alguno.

En el verano de 1933 y coincidiendo significativamente con el traslado de Francisco Iturralde desde Pontevedra a Ferrol, el Comité Regional Galaico de la FAI traslada su residencia a esta última localidad. A partir de estos momentos, ya tenemos noticia de la implantación de la organización gallega de la FAI: en el Pleno Peninsular celebrado en Madrid en octubre de 1933, y en el que participó un delegado gallego30, la organización se extendía por 8 localidades, 16 grupos y unos 150 afiliados31. En aquellas fechas la FAI gallega estaba integrada por 6 grupos de Coruña, 4 de Ferrol, un grupo de Lugo (aunque estaba en crisis en aquellos momentos), un grupo en Pontevedra y pequeños grupos en Monforte, Porriño, La Guardia y Tuy. Esta distribución era más o menos lógica ya que la mayor concentración de la militancia cenetista estaba en Coruña y Ferrol, aunque es significativa la ausencia de grupos de la FAI en localidades con fuerte implantación libertaria como Vigo, Santiago, Villagarcía o Marín32.

En ciudades como Vigo y Santiago la FAI encontraba dificultades para organizarse, según explicaba el CR Galaico al CP, por la influencia de militantes del ala moderada de la CRG, como el antiguo faísta compostelano Marcial Villamor o los militantes del Sindicato de Industria Pesquera de Vigo33. Por otro lado, en Coruña funcionaba una Federación Local de Grupos Anarquistas que actuaba con completa autonomía con respecto a la FAI; además, desde abril de 1933 se había creado en la capital herculina un “Comité de Relaciones Local de Defensa” que tuvo una importante participación en los sucesos acontecidos con ocasión de la huelga contra el anteproyecto de ley de orden público, en mayo de 1933. Esta equívoca situación provocó no pocos problemas al desarrollo de la FAI en Galicia en tiempos posteriores. El CR Galaico se quejaba del excesivo localismo de los coruñeses y también de su actitud contemporizadora con los miembros del Comité saliente de la CRG (José Villaverde sobre todo) “por respetos absurdos y amistades personales que impiden dar la batalla a los reformistas emboscados”34.

El cambio del CR Galaico de la FAI desde Pontevedra a Ferrol imprimió a la organización específica gallega un carácter más combativo, hasta el punto de que en su primera comunicación con el CP, el CR Galaico esbozaba ya un ambicioso plan insurreccional para la ciudad de Ferrol, y comentaba las posibilidades de acción en Lugo (con miembros de la FAI introducidos en algunos cuarteles) y Monforte (importante enclave por ser en aquellos tiempos la llave ferroviaria de Galicia)35.

En estas condiciones se llegó al mes de diciembre de 1933, en el que se produjo la huelga general de seis días por la victoria de las derechas en las elecciones, que en algunas zonas de Galicia tuvo carácter auténticamente insurreccional. En Coruña el movimiento se saldó con varios cientos de detenidos, numerosos heridos y la muerte del ferroviario Francisco Llerena en el asalto al Cuartel de la Guardia Civil de Oleiros36. A resultas del movimiento de diciembre la organización quedó fuertemente tocada, al resultar detenidos algunos miembros del CR Galaico FAI (entre ellos su secretario) mientras otros militantes significados tuvieron que ocultarse temporalmente ante la represión desatada en toda Galicia37. Al mismo tiempo, la muerte de Francisco Llerena dejó descabezada la Federación Local de Grupos Anarquistas de Coruña, ya que en esos momentos ocupaba el cargo de secretario de la misma.

La represión perjudicó a una FAI que estaba en un proceso ascendente, y al mismo tiempo hizo cambiar la correlación de fuerzas en la CRG, ya que al tener que esconderse su secretario José Moreno y quedar fuera de circulación gran número de militantes significados del ala más radical de la Confederación (en la cárcel o perseguidos), la Regional Galaica de la CNT se acercó a posturas más moderadas, como las que expresaron sus delegados en Pleno Nacional de Regionales celebrado en marzo de 193439.

En plena crisis de la FAI gallega el Comité Regional cambia nuevamente de manos, aunque no se desplaza de la comarca de Ferrol, pues su secretaría pasa a ser desempeñada por Rogelio Leal López, trazador de los astilleros ferrolanos y vecino del lugar de Piñeiros en el concejo de Narón. Para colmo de males, poco después de ser nombrado secretario, hacia la primavera de 1934, fue detenido y pasó dos meses retirado de toda actividad.

El vacío creado por la inactividad del CR Galaico FAI fue cubierto por la FL de GG AA de Coruña, que comenzó a relacionarse directamente con el CP, y también por el activo militante anarquista coruñés Luis Chamorro Castro40, que impulsó la conversión del Comité de Defensa del Sindicato de Transportes, al que pertenecía, en grupo de la FAI41.

En aquella época tanto el Comité Peninsular de la FAI como los grupos anarquistas gallegos coincidían en la necesidad de dar la batalla a las corrientes favorables a las Alianzas Obreras que comenzaban a hacerse patentes en la CRG. La inquina de Luis Chamorro contra los sindicalistas moderados llegaba hasta el punto de que en una carta al CP se vanagloriaba de que los anarquistas coruñeses habían saboteado un festival pro-casa sindical, por ser allí donde tenían fuerza los treintistas, con el resultado de una pérdida de 5.000 pesetas42.

Cuando el secretario del CR Galaico FAI salió de la cárcel, en el verano de 1934, Chamorro organizó una reunión con José Moreno y otros representantes de los grupos anarquistas coruñeses; en esta reunión Moreno manifestó que lo que había en Coruña no eran grupos de la FAI, sino Grupos de Defensa de la CNT, aduciendo como razón de su negativa a integrarse en la FAI que “la FAI no estaba en su sitio porque se metía en los sindicatos en lugar de dedicarse a la educación del pueblo”43.

Por otra parte, el hecho de que la FL de GGAA de A Coruña se relacionase directamente con el CP tenía como consecuencia que la organización no funcionase correctamente, con hechos significativos como el que tres Grupos de Defensa Confederal (“Orto” y “Los Solidarios” de Coruña, y “Plantas Nuevas” de Betanzos) se afiliasen a la FAI sin que el CR Galaico tuviera constancia de ello. Esta irregularidad fue solventada meses después, en septiembre de 1934, cuando dos de esos grupos, “Orto” y “Plantas Nuevas”, se pusieron en contacto con el CR Galaico FAI para regularizar su situación. La situación llevó incluso al CR Galaico FAI a plantear la posibilidad de que dicho comité pasara a residir a Coruña, en lugar de hacerlo en Ferrol, para evitar estos problemas44. Esta idea fue descartada por el CP, que opinaba que ese traslado podría hacerse posteriormente, cuando los grupos coruñeses estuviesen ya rodados en la organización.

Todos estos problemas quedaron aparcados en octubre de 1934, cuando se produjo el movimiento revolucionario socialista. En esta ocasión, el mayor protagonismo fue de Ferrol, donde grupos socialistas radicalizados impulsaron diversas acciones revolucionarias, con un balance de tres muertes violentas (un militante socialista, un guardia de asalto y un militante de la CNT, fallecido en la cárcel militar de La Escollera) y varias detenciones. Aunque la FAI ferrolana negó su concurso a los socialistas en el movimiento de octubre, hubo sin embargo cierta colaboración a nivel de militantes de base socialistas y anarquistas. El resultado fue que la detención de algunos militantes de la FAI como el ferrolano Luis Abella45 y el coruñés Luis Chamorro, implicados en la distribución de una partida de bombas, que les habían sido proporcionadas por militantes socialistas46. En Coruña, la actuación del miembro del grupo “Orto” Octavio Carro García, cuando fue detenido, fue muy cuestionada por los grupos coruñeses, lo que motivó la separación tanto de Carro como de los grupos “Orto” y “Alfa Orto” de la FAI47.

A finales de 1934 cambiaba también la composición del Comité Peninsular de la FAI, con la llegada de militantes que imprimen mayor escrupulosidad al desempeño de sus tareas, de tal forma que interrumpen cualquier comunicación con la FL de GG AA de Coruña y con Luis Chamorro hasta que éstos se relacionen directamente con el CR Galaico FAI. Consciente de los problemas que atraviesa la FAI gallega, el CP propone incluso que la Región Galaica se agregue a la Asturiana, aunque esta posibilidad fue rechazada por el CR Galaico, por las dificultades de comunicación entre Asturias y Galicia. Además el nuevo CP polemiza con el CR Galaico por la insistencia de éste último en que el Peninsular le proporcione “fórmulas químicas”, que según parece le habían sido enviadas anteriormente por otros comités; a pesar de los tropiezos y de la represión, los anarquistas ferrolanos seguían lanzados por la pendiente revolucionaria y a comienzos de 1935 habían establecido un comité de enlace en la Marina de guerra, a través del cual introducían los periódicos “FAI” y “Revolución Social” en buques y cuarteles48.

El año de 1935 transcurrió algo más tranquilo que el anterior, ya que a partir del mes de marzo fueron reabiertos los sindicatos, se formaron nuevos grupos anarquistas en Moaña, Pontevedra y Villanueva de Valdeorrás, y en el mes de mayo vio la luz en Coruña el periódico anarquista Brazo y Cerebro, editado por un grupo de militantes anarquistas y de las Juventude Libertarias coruñesas49, como Gregorio Quintana, Antonio Varela y muy especialmente el greco-argentino Antonio Fournerakis, llegado hacía poco tiempo desde América Latina, tras un período de gran actividad en Argentina y Bolivia50. El nuevo portavoz anarquista gallego contribuyó a resituar al movimiento anarquista y a coordinar los esfuerzos de grupos, juventudes, ateneos e incluso grupos femeninos, al tiempo que se hacía un esfuerzo de formación ideológica y cultural que hasta el momento había estado en un segundo plano ante la urgencia revolucionaria de los años 33 y 34.

Cuando la organización gallega de la FAI celebró un Pleno Regional en julio de 1935, la específica contaba ya con grupos organizados en Sada, Cabovilaño, Ferrol, Mugardos, Piñeiros, Pontevedra, Vigo, Villagarcía, Porriño, Tuy, La Guardia, Moaña y Orense51. Uno de los temas de debate en este Pleno fue la posible integración de los faístas en los Grupos de Defensa, acordándose que se cumpliera la ponencia del Comité Nacional de Defensa y que tanto la FAI como las JJ LL se integrasen en dichos comités. Muchos Grupos de Defensa estaban ya vinculados de alguna forma a la FAI, pero también había una fuerte resistencia a la participación de los faístas en ellos, como la que hacía el organizador de los Grupos de Defensa de Coruña, Julián Carballo, desde una postura anarquista, o como la que hacían los sindicalistas moderados de Ferrol, que entorpecían la formación de los Grupos de Defensa por la desconfianza hacia la participación de la FAI52.

Las relaciones entre el CR Galaico FAI y el CP no acababan de normalizarse: primero fue el CR Galaico FAI el que se indignó con el CP por la propuesta de éste de que aprovechando la vuelta a la actividad de José Villaverde, se le pidiera que colaborase en la prensa anarquista; esta propuesta fue radicalmente descartada por el Pleno de la FAI gallega, en el que se descalificó a Villaverde y la FAI gallega acordó negarse a otorgarle personalidad53. Las relaciones volvieron a tensarse a finales de 1935, por un problema con un encargo de libros que había hecho el CR Galaico y, sobre todo, por la propuesta realizada por el CR Galaico a la Regional de Aragón para formar una especie de Comité Interregional, hecho que provoca el enfado del Peninsular. Otro tema de polémica fue la petición realizada por el CR Galaico de que el CP le diera algún nombre de compañero para ser elegido como secretario general de la CNT en el Congreso a celebrar en Zaragoza en 193654, petición que fue rechazada por el Comité Peninsular.

En abril de 1936 se produjo una reunión en Coruña en la que, después de dos años de tira y afloja, quedaron “definitivamente” solventadas las diferencias entre el CR Galaico y los grupos anarquistas coruñeses55. Pero la cosa no debía de ser tan definitiva, cuando después del Congreso de Zaragoza, volvieron a producirse graves divergencias: el motivo fueron ciertas habladurías que concernían a Antonio Fournerakis y que hicieron que tanto éste como su grupo abandonaran la FAI. Aunque al parecer había anarquistas coruñeses que ponían como obstáculo a su ingreso en la FAI la presencia de Fournerakis56, cuando este dejó la FAI, no se produjo su ingreso, ante la indignación del secretario de la FL de GG AA de la FAI, José González57.

En sus últimos tiempos las actividades de la FAI estuvieron centradas en los avisos que iban llegando sobre los preparativos de un golpe militar. A finales de junio la FL de GG AA comentaba la petición que hizo el gobernador civil a la FL de la CNT de poner a su disposición un grupo de unos 50 hombres decididos58, mientras en Ferrol también se hacían preparativos preventivos del levantamiento militar. Pero cuando el 20 de julio se produjo en Galicia el levantamiento militar, la “gimnasia revolucionaria” de la militancia anarquista no alcanzó más que para retardar unos días la victoria de los sublevados. En zonas de implantación libertaria como Coruña, Ferrol, Verín y Tuy, la resistencia se prolongó unos días y permitió que muchos militantes de izquierdas pudieran salvar la vida, pero a finales de julio toda Galicia estaba ya en manos de los militares.

En los años de la Guerra Civil, mientras los militantes del Sindicato de Industria Pesquera de la CNT se dedicaban a organizar fugas en barcos pesqueros, algunos militantes anarquistas se planteaban el pasar a la acción, intentando organizar un levantamiento contra las nuevas autoridades. En Coruña, el anterior secretario de la FL de GG AA de la FAI, José González, retomó el contacto con Antonio Fournerakis y con el tipógrafo Antonio Varela con el objetivo de revitalizar la Federación Local, para lo cual lanzaron una hoja clandestina pidiendo a la militancia que se agrupara para vengar a todas las personas de izquierdas que habían sido asesinadas por las nuevas autoridades; además, también intentaron retomar contacto con la organización que aún subsistía en Ferrol. Pero esta tentativa de reorganizar la FAI en Coruña se vió abortada por el trabajo de un infiltrado en las redes conspirativas anarquistas, que puso a la policía sobre la pista del grupo de González y Fournerakis59, así como sobre otro grupo en el que participaba el anarquista levantino Jaime Baella60. Como consecuencia de ello, a finales de junio y principios de julio de 1937 fueron asaltadas tres viviendas de la ciudad vieja de Coruña, y catorce hombres y dos mujeres fueron asesinados por la policía y Guardia Civil; siete detenidos en la operación fueron ejecutados posteriormente, en marzo de 193861.

Mientras tanto, en Ferrol, la práctica totalidad de los afiliados a la FAI había conseguido ponerse a salvo: después de enfrentarse a los militares en las calles de la ciudad, habían salido de la misma para refugiarse en zonas rurales menos vigiladas. Algunos militantes anarquistas, como Nicasio López, Manuel Ardao o Francisco Iturralde fueron detenidos y asesinados en el otoño de 1936, mientras el resto permanecía escondido, aunque sostuvieron algunas escaramuzas con las autoridades conformando una guerrilla “avant la lettre” en la zona; cuando la guerra se perdió para el bando republicano, los anarquistas de Ferrol participaron en dos fugas por mar hacia Francia, en la primavera y el verano de 1939: en la primera participó el anarquista del vecino pueblo de Mugardos Maximino Romero Ramos62, mientras en la segunda lo hacían los más destacados militantes de la FAI ferrolana: Rogelio Leal, Luis Abella y el cocinero Moisés Lago Lorenzo63.

Otros militantes gallegos de la FAI fueron asesinados en la orgía represiva iniciada por las nuevas autoridades: fue el caso, entre otros, de José Esmorís en Cabovilaño, José Monzo en Sada, Emilio y José Costas en Tuy, Antonio Vidal y Rafael Lamas en Coruña. Algunos de los que pudieron escapar a zona republicana y sobrevivieron a la Guerra Civil marcharon al ingrato exilio, como el coruñés Luis Chamorro o el orensano Luis Bazal.

A finales de 1947, cuando en Galicia acababa de caer la organización clandestina de la CNT, se produjo el retorno de Rogelio Leal desde Francia, acompañado del antiguo militante de las JJ LL Manuel Fernández Dopico, con la intención de reorganizar la FAI en la comarca y alejar a la CNT de la fracción “colaboracionista” que predominaba en el interior. Leal y Fernández Dopico actuaban en coordinación con el comité de la FAI que mantenían en Madrid Juan Gómez Casas y Ángel Urzaiz. Pero al poco tiempo de su llegada, las organizaciones madrileña y gallega de la FAI cayeron en manos de la policía y Rogelio Leal hubo de pasar largos años en la cárcel de San Miguel de los Reyes, mientras Fernández Dopico conseguía escapar y finalmente se entregó cuando ya había pasado lo peor64.

Implantación de la FAI en Galicia

Tanto a nivel numérico como en cuanto a su distribución geográfica, podemos decir que la FAI gallega tuvo una muy débil implantación. La única cifra global que tenemos corresponde al mes de octubre de 1933, y en esta fecha la organización estaba formada por 16 grupos y unos 150 militantes. Es posible que en 1936, año en que la FAI estaba más extendida geográficamente por el territorio gallego, se sobrepasaran los 200 militantes. Pero aun así, si la FAI intentaba influir en una organización como la CRG, que contó en el período republicano con una media de unos 20.000 afiliados, es evidente que no lo podía hacer desde un punto de vista meramente numérico.

En la capital del anarcosindicalismo gallego, Coruña, la FAI tuvo gravísimos problemas para captar al grueso de la militancia anarquista, agrupada en los Grupos de Defensa Confederal. Aunque la FAI siempre tuvo algún grupo en la ciudad, su influencia era mínima si la comparamos con la que alcanzaron los Grupos de Defensa. Algunos de los grupos existentes en Coruña fueron los llamados “Amanecer Anárquico”, “Orto”, “Alfa Orto”, “Nervio”, “Los Solidarios” o “Los Excomulgados”. Hay que hacer constar que en Coruña fue en la única ciudad gallega donde en el período republicano existió un grupo anarquista femenino, el llamado “Vanguardia Femenina” que tuvo en Sebastiana Vitales a su militantes más destacada.

Sin embargo, Ferrol era el contrapunto a la ciudad herculina, ya que en esta ciudad había una menor presencia de la CNT pero sin embargo llegó a haber tres e incluso cuatro grupos de la FAI, tanto en la propia ciudad como en los municipios colindantes, Narón y Mugardos. En estas condiciones no es de extrañar que entre 1933 y 1936 el CR Galaico de la FAI residiese en Ferrol y que esta ciudad fuera el epicentro de la actividad confederal. Solo la actividad de militantes muy populares de la CNT ferrolana como Mario Rico Cobas, muy unido a Pestaña y en 1936 vinculado al Partido Sindicalista, pudo oponer alguna resistencia a la actividad de la FAI en Ferrol.

La tercera gran ciudad de la provincia de Coruña, Santiago apenas recogió actividades de la Federación Anarquista Ibérica. Solo a partir de 1934 hay constancia de la existencia de un grupo federado en la FAI. Quizá esta débil implantación fuera debida a la labor de algunos antiguos e influyentes militantes de grupos anarquistas como Marcial Villamor, Manuel Amil o Manuel Fandiño, que desde Santiago o desde fuera (Amil en Coruña, Fandiño en Marín) hicieron una fuerte oposición a las tácticas de la específica.

Carballo, Cabovilaño, Sada y Tuy eran localidades en las cercanías de Coruña en las que el anarcosindicalismo herculino había dejado su impronta, aunque en el tema de la FAI se desmarcaban de la influencia coruñesa y se acercaban a la organización específica y a su CR Galaico. Tanto en Betanzos como en Sada hubo incluso varios grupos, aunque es muy probable que procedieran del mismo esfuerzo organizador, y que el cambio de nombres se produjera únicamente por la disolución de los grupos después de los movimientos revolucionarios de 1933 y 1934 (grupos “Liberación” y “Plantas Nuevas” en Betanzos, Grupos “Luz” y “Nueva Vida”65 de Sada).

Para terminar con la provincia de Coruña, hay que destacar la presencia de algunos simpatizantes de la FAI en los concejos de Noya y Lousame, algunos de ellos anarquistas portugueses exiliados pertenecientes al grupo “Os conquistadores modernos”66.

En cuanto a la provincia de Lugo, los grupos de la FAI se concentraban en la capital y en la zona de Monforte, existiendo también algunos simpatizantes en la zona de Vivero. Fue sobre todo en la capital donde mayor implantación tuvo la organización específica, donde los militantes anarquistas impulsaron la constitución del Ateneo Libertario “Humanidad Libre” y también del grupo anarquista juvenil “Vida y Acción” a finales de 193567.

Una provincia de escasa actividad anarcosindicalista, como era Orense, tampoco podía producir un movimiento específico muy boyante, y así fue. Solo a partir de julio de 1934 hay constancia de un grupo FAI en la capital y posteriormente se crean también grupos libertarios en Villanueva de Valdeorrás (grupo “Unión Anarquista”, en marzo de 193568) y Xirazga-Beariz (grupo “Luis Fabbri” en noviembre de 193569). En la zona de Verín, en la que la mayoría de los trabajadores de la construcción del ferrocarril estaban afiliados a la CNT, había simpatizantes de la FAI, pero no se constituyó ningún grupo de la misma.

En cuanto a la provincia de Pontevedra hay que distinguir a la capital, en la que residió el grupo “Natura” que llevó el CR Galaico FAI en su primera etapa (a pesar de las escasa presencia de la CNT en la ciudad), de la ciudad de Vigo y del resto de la provincia. En Vigo, ciudad de fuerte independencia socialista apenas hubo presencia de la FAI en los primeros tiempos, pero hacia 1935 hubo un fuerte resurgir del anarquismo organizado, que culminó con la constitución de una Federación Comarcal de GG AA, así como una Federación Provincial de Centros Culturales, Ateneos y Juventudes70. En el resto de la provincia, hay que destacar los núcleos de La Guardia y Porriño, con grupos FAI de escasa actividad, mientras en Moaña, Villagarcía y Tuy los grupos de la FAI estaban más organizados.

En lo referente a la implantación con respecto a los sectores productivos, hay que destacar el hecho de que en las zonas de implantación de la Federación Regional de Industria Pesquera de la CNT71 apenas hubo presencia de grupos de la FAI, quizás por el talante moderado de los organizadores de los sindicatos pesqueros: Manuel Fandiño, José Villaverde, Eduardo Collado, y en cierta medida Manuel Montes. En zonas agrarias, en las que la implantación de la CRG tuvo lugar al final del período republicano, apenas hubo presencia de los grupos libertarios, excepto en zonas cercanas a ciudades o localidades de influencia anarquista, como Coruña, Ferrol o Tuy.

La FAI y la CRG

Las relaciones entre la CRG de la CNT y la Regional Galaica de la FAI nunca fueron muy estrechas. La intención de los sucesivos CR Galaicos de la FAI de influir en la marcha de la organización sindical condujo a situaciones de tensión entre ambas organizaciones. En toda la correspondencia del CR Galaico se trasluce una fuerte preocupación por la orientación de la CRG y la actuación de su Comité, ora en manos de los moderados, ora más inclinado hacia posturas radicales. Además, la evolución de la organización específica dependía en gran medida de la implantación de la organización sindical y, en cierta medida, marchaba de forma paralela a la misma, ya que los comicios de la FAI coincidían habitualmente con los de la CRG.

Los Grupos de Defensa Confederal, integrados por militantes de la CNT, FAI y JJ LL pudieron ser una forma de conciliar los intereses de las respectivas organizaciones. Pero a la hora de la verdad, la creación de los Grupos de Defensa volvió a ser motivo de polémica, ya fuera por la negativa de los sindicalistas a participar en ellos, por la pertenencia de sus militantes a la FAI, o por la negativa de algunos grupos a alinearse con la organización específica.

Aunque la FAI trató de influir en la CNT, los militantes de otras tendencias no se quedaron quietos, de tal manera que el crecimiento de la organización específica se vio limitado por la actuación de militantes moderados: los cuadros del Sindicato de la Industria Pesquera en Vigo, Marcial Villamor en Compostela, o los integrantes del Partido Sindicalistas en Coruña. Pero su estancamiento estuvo motivado también por la defensa de la independencia de la organización sindical a cargo de militantes anarquistas como Moreno, Baella, Hermida, Amil o Carballo.

Las relaciones entre la CRG y la FAI nunca fueron buenas, pero es evidente que en los momentos en que el Comité estaba en manos de militantes moderados como Villaverde, las relaciones eran mucho peores que cuando estuvo José Moreno, por ejemplo. Aunque en algunos temas había discrepancias, las posiciones sindicales y la actividad insurreccional unía en la práctica a los grupos anarquistas coruñeses y a la organización de la FAI quienes, como se suele decir, se “encontraban en la calle”.

Las épocas de represión favorecían el control de los sindicatos por los moderados, ya que en esos momentos los militantes de la fracción anarquista o faísta estaban normalmente encarcelados o perseguidos (a veces por acciones que habían cometido, otras preventivamente). En épocas de mayor tranquilidad, normalmente el sector moderado estaba en minoría, excepto en sindicatos o localidades determinadas.

Aunque hay constancia de que determinadas acciones de los miembros del CR Galaico FAI y de los grupos de la FAI influyeron en que la CRG se acercase a sus posiciones72, es difícil evaluar si el hecho de coordinarse a través de la FAI consiguió algo que no hubieran conseguido de actuar como “simples” militantes de la CNT.

Si hay una característica definió a la CRG, fue la existencia de un fuerte sector anarquista no integrado en la FAI, que en situación de normalidad era mayoritario en la organización. Un sector anarquista (mayoritario en Coruña) que defendía la independencia de la CNT con respecto a la FAI, que impulsaba movimientos insurrecionales, largos conflictos y acciones violentas, pero que no era excesivamente beligerante con la fracción moderada, e incluso podía ser favorable a las Alianzas Obreras, bajo ciertas condiciones73. Este sector anarquista no faísta era mayoritario en Coruña, tenía cierta influencia en la Federación Regional de Industria Pesquera, y por ello tenía un peso decisivo en la trayectoria de la CRG, a pesar de la oposición tanto de la FAI como del Partido Sindicalista.

Las actividades de la FAI

Según se desprendería de la correspondencia entre el CR Galaico FAI y el CP, la mayor parte de la actividad de la FAI sería de tipo conspirativo, intentando controlar a la CRG y evitando a la vez la influencia del sector moderado, representado por Villaverde primero, por el Partido Sindicalista después. Pero es evidente que había otras actividades que los grupos de la FAI realizaban en Galicia, aunque no quedaran reflejadas en la correspondencia.

Por una parte, los afiliados a cada uno de los grupos mantenían una presión por la base en los organismos sindicales, impulsando en los sindicatos en que estaban afiliados la adopción de acuerdos de carácter revolucionario y defendiendo la postura de la FAI, en muchas ocasiones sin necesidad de coordinarse a través de la FAI, sino siguiendo sus propias iniciativas.

Ya fuera individualmente, a través de los grupos anarquistas, o de los Grupos de Defensa de la CNT, los militantes anarquistas participaban en acciones en defensa de sus reivindicaciones sindicales, en otro tipo de acciones (como la quema de iglesias, por ejemplo) y también en intentonas insurreccionales. Aunque la correspondencia del CR Galaico FAI con el CP no refleja la preparación de ningún tipo de acción (como por otra parte es lógico), es indudable que las redes organizativas de la Federación Anarquista Ibérica servían para la preparación de este tipo de acciones, aunque se cocinaban discretamente a base de contactos personales con los compañeros y compañeras más afines.

A lo largo de toda Galicia se multiplicaron iniciativas culturales ligadas al anarquismo. Aunque resulta difícil discernir cuáles fueron impulsadas por los militantes de la FAI y cuales lo fueron por militantes de otras tendencias presentes en el movimiento libertario, hay algunas de ellas en las que los faístas tuvieron especial protagonismo, como la Escuela Racionalista de Ferrol, el Ateneo Libertario “Humanidad Libre” de Lugo, la Federación Provincial de Centros Culturales, Ateneos y Juventudes en Pontevedra. Otro frente de trabajo cultural fue la difusión de la prensa libertaria, de libros de los teóricos anarquistas, y la realización de conferencias y charlas sobre temas de actualidad política o de divulgación cultural.

Por otra parte, hubo un trabajo sordo y poco agradecido que fue llevado a cabo por los diferentes CR Galaicos FAI, como fue el mantener el contacto con los grupos (sobreponiéndose a los momentos de represión), recoger las cotizaciones (muy dificultosamente), distribuir las circulares de la organización, e incluso se llegó a realizar una gira a lo largo de 17 días, por toda Galicia, visitando Comarcales, Locales, grupos y militantes para extender los principios de la FAI, a finales de 193574.

Por último cabe señalar que la FAI no era una organización perfectamente estructurada, ya que los embates represivos hacían mella en sus organismos e iban debilitando sus redes. Con frecuencia los grupos desaparecían, los comités caían presos o tenían que cesar en su actividad, perseguidos, y todo ello hacía de su actividad un continuo volver a empezar. Aunque parezca anecdótico, es significativo señalar que el Comité Peninsular de la FAI y el propio Comité Regional Galaico de la FAI denominan a éste último de muy diferentes maneras: Comité de la Región Galaica FAI, Comité Regional de Grupos Anarquistas de Galicia, Comité de Relaciones de la FAI en Galicia, Comité de la Federación Regional de Grupos Anarquistas de Galicia, Secretariado de la Regional Galaica, Comité de Relaciones de la Regional Galaica, Comité de Relaciones de Grupos Anarquistas de Galicia, Secretariado del Comité Regional Galaico FAI, Comité de la Regional Anarquista Galaica, y prácticamente todas las variaciones imaginables.

Conclusión

Tanto en su tiempo, como hasta ahora mismo, la historia de la FAI ha estado envuelta en el mito que la rodeaba: ya fuera en su versión positiva, como los hombres buenos y generosos que arriesgaban su vida para conseguir una sociedad más justa e igualitaria, o en la negativa, como aquellos anarquistas fanáticos e intransigentes que llevaban a la organización a la ruina por su aventurerismo. Es evidente que en Galicia y en otros lugares, la organización creció envuelta en ese mito, y no cabe duda de que la FAI no hubiera alcanzado la influencia que tuvo en Galicia de no ser por aquella imagen romántica que se había formado de sus militantes. El hecho de que anarquistas curtidos y veteranos como los de Coruña fuesen reacios a entrar en la FAI, mientras los neófitos de las pequeñas poblaciones rurales ingresaban en ella llenos de entusiasmo, es un síntoma evidente de ello.

Aunque muy lentamente, la FAI fue consolidando su organización gallega en el período republicano. Además de mantener su influencia en las localidades donde tenía más influencia (Ferrol, Betanzos, Sada, Tuy, Carballo, Lugo), consiguió ir extendiendo la organización e implantarse en zonas de fuerte presencia confederal en las que no tenía representación en los primeros tiempos (Villagarcía, Santiago y muy especialmente Vigo). Aunque la situación en Coruña siempre fue complicada, se mantuvo la vinculación de algunos grupos anarquistas a la organización específica.

En el campo cultural e ideológico, la organización gallega de la FAI no realizó un trabajo específico, sino que ejerció su influencia a través de los militantes anarquistas que la integraban y que, paralelamente, participaban en las múltiples iniciativas culturales del movimiento libertario. No cabe hablar, por tanto, de la labor esclarecedora de la FAI con respecto a las ideas anarquistas, sino de mera difusión de sus consignas. Quizá el hecho de que los sucesivos Comités Regionales estuvieran integrados por hombres de acción, pero sin excesiva preocupación por los problemas teóricos, determinase esta carencia.

La influencia de la FAI, unida a la de los grupos anarquistas coruñeses no integrados en ella, contribuyó a la radicalización de la Confederación Regional Galaica en los años 1933 y 1934; pero a pesar de la fuerte campaña emprendida en los años de 1935 y 1936, la FAI no logró desviar a la Confederación Regional Galaica de aquel camino que inexorablemente parecía llevarla hacia una postura favorable a las Alianzas Obreras. A lo largo del período republicano la FAI gallega no consiguió ajustar la actividad de la Confederación Regional Galaica a sus análisis de la situación política, por la fuerza del anarquismo coruñés, reacio a ingresar en la organización específica. Pero de forma casi imperceptible fue incrementando, con avances y retrocesos, su influencia en la CRG.

La práctica de la gimnasia revolucionaria, los enlaces en el Ejército y la Marina, la química, tampoco sirvieron para evitar la derrota en julio de 1936, pero al menos sí que ayudaron a que en algunas localidades pudieran salvarse de la represión un buen número de militantes libertarios.

Corresponde al lector juzgar la bondad de los análisis de los militantes de la FAI, o lo correcto de su proceder al aplicarlos, pero creo que no se puede negar el altruismo y la generosidad con que defendieron sus ideas, en muchos casos hasta entregar su vida…

Eliseo Fernández
Este artículo fue publicado por primera vez en Germinal. Revista de Estudios Libertarios núm.3 (abril de 2007)
Fuente: http://www.acracia.org/Acracia/La_FAI_en_Galicia.html

Fuentes y bibliografía

Monografías:

Gerard Brey, “El movimiento obrero en La Coruña entre 1881 y 1889”: Cuadernos de Estudios Gallegos XXXIII (1982).

Eliseo Fernández Fernández, José López Bouza. Do anarquismo ao republicanismo: e o seu fillo o pintor José López Fernández (Ediciós do Castro, Sada 2002).

Juan Gómez Casas, Historia de la FAI (Zero-Zyx, Madrid 1977).

Emilio Grandío Seoane, Vixiancia e represión na Galicia da guerra civil: o “Informe Brandariz” (A Coruña, 1937) (Ediciós do Castro, Sada 2001).

José Luis Gutiérrez Molina, La idea revolucionaria: El anarquismo organizado en Andalucía y Cádiz durante los años treinta (Madre Tierra, Madrid 1993).

Carlos Pereira, “Unha achega á historia da F.A.I. en Galicia: o grupo ‘Plantas Nuevas’ de Betanzos”: Anuario Brigantino 22 (1991).

Dionisio Pereira, A CNT na Galicia 1922-1936 (Laiovento, Santiago 1994).

Ídem, “Prensa y anarquismo en Galicia: Análisis de una experiencia: Brazo y Cerebro (1935-1936)”, en Typologie de la presse hispanique: Actes du colloque (Universidad de Rennes, 19849.

Ídem, Sindicalistas e rebeldes (A Nosa Terra, Vigo 1998).

Publicaciones periódicas (se citan sólo los años consultados):

Acción Libertaria (Madrid) 1913.

Brazo y Cerebro (Coruña) 1935-1936.

El Corsario (Coruña) 1891-1894.

Germinal (Coruña) 1904-1905.

Solidaridad Obrera (Coruña) 1931.

Tierra y Libertad (Barcelona) 1907-1915.

Archivos:

Instituto Historia Social Amsterdam. Archivo Comité Peninsular (ACP). Regional Galaica. 1933-1936.

Juzgado Especial para los Delitos de Espionaje y Comunismo. Causa 170/48. Facilitada por Consuelo Zabala, compañera de Ángel Urzáiz.

Tribunal Militar Territorial IV. Coruña. Tierra. Causas 992/37 y 1007/37.

Tribunal Militar Territorial IV. Ferrol. Tierra. Causa 310/34.

Tribunal Militar Territorial IV. Ferrol. Marina. Causas 1632/39 y 2134/39.

Notas:

1.- Manuel Fernández Fernández, Gran Enciclopedia Gallega. Voz “Confederación Regional Galaica”. Entre otras apreciaciones, el trabajo de Manuel Fernández incluye este apasionado comentario: “Próximo a terminar el año 1932, los hombres de la FAI (Federación Anarquista Ibérica) inician una solapada campaña de desprestigio del secretario de la Regional, José Villaverde Velo, cuyo fin era desplazarle del cargo para dárselo a un hombre dúctil a sus planes de permanente agitación revolucionaria. Será una lucha larga y rastrera, sin que los promotores omitan la amenaza y la difamación más indignante. En esta labor se distinguieron Furnerake, Baella, el Francés y Luis Chamorro, muy bien secundados por Manuel Amil, Manuel Montes, Julián Carballo, Hermida y otros. Villaverde comprende el riesgo que puede suponer una división de la organización y en bien de su unidad decide cesar en el cargo de secretario, que pasa a desempeñar José Moreno Torres”. Resulta sorprendente que trabajo tan apasionado fuera incluido en una enciclopedia de carácter general, pero lo que parece realmente inconcebible es que fuera reproducido posteriormente por la mayoría de los historiadores gallegos que se acercaron a la historia de la Confederación Regional Galaica de la CNT.

2.- Dionisio Pereira, A CNT na Galicia 1922-1936 (Laiovento, Santiago 1994).

3.- Carlos Pereira, “Unha achega á historia da F.A.I. en Galicia: o grupo ‘Plantas Nuevas’ de Betanzos”: Anuario Brigantino 22 (1991).

4.- Gerard Brey, “El movimiento obrero en La Coruña entre 1881 y 1889”: Cuadernos de Estudios Gallegos XXXIII (1982).

5.- El Corsario, Coruña, 29-01-1893.

6.- El grupo “Los Iconoclastas” editó el folleto de A. Pellicer En defensa de nuestros ideales y participó en las movilizaciónes que tuvieron lugar en Ferrol con motivo de los sucesos de Coruña en 1901.

7.- Tierra y Libertad, Barcelona, 24-3-10.

8.- Acción Libertaria, Madrid, 31-10-13.

9.- Tierra y Libertad, Barcelona, 21-8-12.

10.- Ídem, 24-2-10.

11.- Ídem, 16-4-13.

12.- Ídem, 12-5-15.

13.- Fueron expulsados al término de la primera sesión del Congreso de la Paz. Eliseo Fernández Fernández, José López Bouza. Do anarquismo ao republicanismo: e o seu fillo o pintor José López Fernández (Ediciós do Castro, Sada 2002).

14.- El militante anarquista coruñés José Suárez Duque participó en la Conferencia Nacional Anarquista celebrada inmediatamente después del Congresos de Sans, representando a Galicia. José Luis Gutiérrez Molina, La idea revolucionaria: El anarquismo organizado en Andalucía y Cádiz durante los años treinta (Madre Tierra, Madrid 1993).

15.- Dionisio Pereira, op. cit.

16.- Juan Gómez Casas, Historia de la FAI (Zero-Zyx, Madrid 1977).

17.- Solidaridad Obrera, Coruña, 14-3-31.

18.- Ídem, 18-4-31.

19.- Ídem, 6-6-31.

20.- Ídem, 4-7-31.

21.- Ídem, 25-7-31.

22.- Dionisio Pereira, op. cit.

23.- Integrado, al parecer, por militantes del Sindicato de Peones. Dionisio Pereira, op. cit.

24.- Ibídem.

25.- Ibídem.

26.- Ya a comienzos de 1905 había aparecido un grupo anarquista en Pontevedra a cargo del ebanista Edelfonso Mayen. Germinal, Coruña, 7-1-05.

27.- Carta CR Galaico FAI a CP, s.l., s.d. ACP-FAI, 1933.

28.- Ibídem.

29.- Ibídem.

30.- Es posible que ese delegado fuera el propio José Moreno, ya que participó por aquellas fechas en un Pleno Regional de la CNT.

31.- Carta CR Galaico FAI a CP, Ferrol, 9-11-33. ACP-FAI, 1933.

32.- En el Pleno Regional celebrado en Ferrol en el verano de 1932, Coruña tenía 1.0171 afiliados, Ferrol 2.160, Santiago 1.470, Vigo 3.174, Villagarcía 1.248 y Marín 1.600. Dionisio Pereira, op. cit.

33.- Carta CR Galaico FAI a CP, Ferrol, 9-11-33. ACP-FAI, 1933.

34.- Ibídem.

35.- Ibídem.

36.- Dionisio Pereira, Sindicalistas e rebeldes (A Nosa Terra, Vigo 1998).

37.- Carta CR Galaico FAI a CP, Ferrol, 24-2-34. ACP-FAI, 1934.

38.- Ídem, 16-3-34.

39.- Un miembro del Comité Peninsular de la FAI asistió al citado Pleno y quedó desfavorablemente impresionado por la moderación de la representación gallega en el mismo. Carta CP a CR Galaico FAI, Barcelona, 5-3-34. ACP-FAI, 1934.

40.- Luis Chamorro (Coruña, 1901 – Tribomont-Belgica, 1969) era un estibador coruñés que tenía muy buenas relaciones con la FORA y los grupos anarquistas argentinos. Detenido por el movimiento de diciembre de 1933, no salió en libertad hasta abril de 1934, y a partir de aquel momento desplegó una intensa actividad, trabajando por la reorganización de la FAI en Coruña y sus alrededores.

41.- Carta Grupo “Orto” a CP, Coruña, 24-7-34. ACP-FAI, 1934.

42.- Carta Luis Chamorro a CP, Coruña, 17-7-34. ACP-FAI, 1934.

43.- Carta CR Galaico FAI a CP, Ferrol, 29-7-34. ACP-FAI, 1934.

44.- Ídem, 2-9-34.

45.- Luis Abella Beade (Landoi-Cariño, 1900 – …), militante del Sindicato de Camareros de Ferrol desde los años 20, fue uno de los más activos militantes de la CNT y la FAI en Ferrol, pasando en diversas ocasiones por la cárcel.

46.- Una partida de bombas fue entregada por militantes socialistas al veterano militante del Sindicato del Transporte Francisco Salgado, para que las guardara, y parte de ellas fueron enviadas por Luis Abella, vía marítima, hasta Coruña, dirigidas a Luis Chamorro. Posteriormente se verían implicados en este proceso otros militantes libertarios de Coruña y Ferrol. Tribunal Militar Territorial IV. Ferrol. Tierra. Causa 310/34.

47.- Carta CR Galaico FAI a CP, Ferrol, 20-12-34. ACP-FAI, 1934.

48.- Carta CR Galaico FAI a CP, Ferrol, 5-1-35. ACP-FAI, 1935.

49.- Dionisio Pereira, “Prensa y anarquismo en Galicia: Análisis de una experiencia: Brazo y Cerebro (1935-1936)”: Typologie de la presse hispanique: Actes du colloque (Universidad de Rennes, 1984).

50.- Fournerakis participó incluso en las actividades de la Asociación Continental Americana de Trabajadores, organización que agrupaba a los sindicatos latinoamericanos de tendencia anarcosindicalista.

51.- Acta del Pleno de Grupos Anarquistas afectos a la FAI, s.l., ?-7-1935. ACP-FAI, 1935.

52.- Aunque en marzo de 1935, el secretario del CR Galaico FAI estuvo al frente de la secretaría de la Federación Comarcal de Ferrol de la CNT, las relaciones entre ambas organizaciones nunca fueron buenas, como se puede vislumbrar por las quejas en lo tocante a los Grupos de Defensa o el hecho de que no se dejase al CR Galaico FAI usar la máquina de escribir que había en el local de la Confederación. Carta CR Galaico FAI a CP, Ferrol, 28-8-35. ACP-FAI, 1935.

53.- Carta CR Galaico FAI a CP, Ferrol, 28-8-35. ACP-FAI, 1935.

54.- Ídem, s.d. ACP-FAI, 1936.

55.- Ídem, 20-4-36.

56.- El CR Galaico cita a Julián Carballo, Jaime Baella, Juan Hermida y José Moreno. Carta CR Galaico FAI a CP, Ferrol, 29-6-36. ACP-FAI, 1936.

57.- Carta FL de GGAA de Coruña a CP, Coruña, 27-6-36. ACP-FAI, 1936.

58.- Ibídem.

59.- Tribunal Militar Territorial IV. Coruña. Tierra. Causa 992/37.

60.- Emilio Grandío Seoane, Vixiancia e represión na Galicia da guerra civil: o “Informe Brandariz” (A Coruña, 1937) (Ediciós do Castro, Sada 2001).

61.- Tribunal Militar Territorial IV. Coruña. Tierra. Causa 1007/37.

62.- Ídem, Ferrol. Marina. Causa 1632/39.

63.- Ídem, 2134/39.

64.- Juzgado Especial para los Delitos de Espionaje y Comunismo. Causa 170/48. Facilitada por Consuelo Zabala, compañera de Ángel Urzáiz.

65.- Brazo y Cerebro, Coruña, 15-11-35.

66.- Es interesante constatar la presencia de anarquistas portugueses en diversas zonas de Galicia, como Lousame, Coruña o Carballo. Algunos de ellos pertenecían a la Federación de Anarquistas Portugueses en el Exilio, de la que se publicaban muchos comunicados en el periódico anarquista Brazo y Cerebro (Coruña, 15-8-35, 15-11-35 y 15-12-35).

67.- Brazo y Cerebro, Coruña, 1-1-36.

68.- Carta grupo “Unión Anarquista” a CP, Villanueva de Valdeorrás, 13-3-35. ACP-FAI, 1935.

69.- Brazo y Cerebro, Coruña, 15-2-36.

70.- Ídem, 15-1-36.

71.- Organización de los pescadores y los trabajadores de las industrias relacionadas del litoral gallego, que llegó a agrupar a casi 16.000 trabajadores en 1936.

72.- Según el CR Galaico, Villaverde no fue al Pleno Regional de la CRG de finales de 1933 porque en el anterior Ferrol le había dado una paliza; posteriormente, señala que en el Pleno Regional de la CRG del verano de 1934 no se aceptó el Frente Único por la oposición de Ferrol y Lugo. Carta CR Galaico FAI a CP, Ferrol, 9-11-33 y 15-8-34. ACP-FAI, 1933-1934.

73.- En diciembre de 1935 la FLO de Coruña celebró un debate público sobre el tema de las Alianzas, en el que la oposición a las mismas estuvo a cargo de Fournerakis y Jaime Baella, mientras que la mayoría aprobó la proposición de Montes de reconocer la existencia de una postura pro-aliancista en la CRG, pero sin admitir transacción alguna en el tema electoral y desechando anticipadamente cualquier propuesta de fusión entre las organizaciones. Brazo y Cerebro, Coruña, 15-12-35, 15-1-36 y 1-2-36.

74.- Brazo y Cerebro, Coruña, 15-1-36.

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