[Libro] La tragedia de Casas Viejas, 1933. Quince crónicas de guerra, 1936 – Eduardo de Guzmán

Eduardo de GuzmánReunimos en este volumen una serie de trabajos de Eduardo de Guzmán que, a excepción del primero, jamás se han publicado en libro.

La tragedia de Casas Viejas, reportaje histórico sobre los asesinatos de Estado cometidos en la aldea andaluza a principios de 1933, forma parte de su libro «La Segunda República fue así». Eduardo de Guzmán fue enviado a Casas Viejas por La Tierra, periódico de la tarde madrileño del que era redactor-jefe y que dirigía Santiago Cánovas Cervantes. El viaje lo realizó en avión hasta el aeropuerto de Tablada, en Sevilla, en compañía de Ramón Sender, que iba como corresponsal de La Libertad, otro periódico del Madrid de la época.

Los dos periodistas hicieron el viaje discutiendo: Guzmán pertenecía al sindicato de prensa de la CNT y Sender se encontraba entonces en proceso de rompimiento con la Confederación. Llegaron juntos a Casas Viejas y juntos hicieron su trabajo, juntos fueron amenazados y juntos regresaron a Madrid. Sender no hizo referencia a Guzmán en todo lo que escribió sobre el tema, aunque en ocasiones se le escapó, al narrar sus andanzas, la primera persona del plural, sin que el lector se entere de quién conformaba ese plural. Guzmán, como verá el lector, menciona a Sender y alude al viaje en su compañía.

De vuelta en Madrid, cada uno publicó sus propios reportajes en su correspondiente periódico. En base a lo publicado entonces y en base a su memoria fuera de lo común, Eduardo de Guzmán incluyó en el libro citado este capítulo que publicamos como texto independiente, pues como tal lo escribió y puede leerse.

La segunda parte de nuestro libro lo componen quince crónicas de guerra que ven la luz por primera vez en libro desde que se publicaron.

Estas crónicas de guerra, escritas sobre el terreno en Valencia; en Teruel, donde estuvo con la Columna de Hierro; en Barcelona donde entrevistó a Federica Montseny y a Eduardo Barriobero; en Aragón, donde estuvo con Buenaventura Durruti,… se publicaron en septiembre de 1936 en La Libertad, el mismo periódico donde trabajara Sender.

A finales del 35, el gobierno republicano del llamado «bienio negro», abiertamente derechista, cerró La Tierra, dejando sin trabajo a su director y a todos sus redactores. En muy mala situación económica, Santiago Cánovas Cervantes vivió un tiempo en casa de Eduardo de Guzmán, quien, muy bien considerado profesionalmente, no tardó en encontrar nuevo acomodo en la redacción de La Libertad, periódico dirigido por Antonio Hermosilla, cuyo subdirector era Eduardo Haro, buen amigo de Guzmán y padre de Eduardo Haro Tecglen, un niño por entonces. En La Libertad ocupó el cargo de redactor político, en cuyos quehaceres le tocó vivir el levantamiento fascista en Madrid, el asalto al cuartel de la Montaña y toda una serie de vicisitudes de las primeras semanas de guerra que más tarde recordó en su impresionante libro La muerte de la esperanza, recientemente reeditado por nuestra editorial (VOSA, 2006).

De Madrid, fue enviado como cronista de guerra a Valencia, Teruel, Barcelona y Aragón. Es esta etapa la que recogemos a través de las quince crónicas que forman el
grueso de la presente publicación.

Un tono optimista, batallador, lleno de confianza en el triunfo y hasta un tanto ingenuo brilla con luces de romanticismo en estas páginas escritas al pie del cañón y en medio de la vorágine de la revolución y las explosiones. Un testimonio tal como se veía, se sentía y se escribía la guerra contra el fascismo cuando se creía firmemente en la victoria que, al final, no pudo ser.

Al final del libro incorporamos dos apéndices. El primero recoge un breve comentario y reflexión de Kevin Vázquez, Colaborador ocasional de nuestra editorial, en el que se recopilan los textos de una breve pero significativa polémica habida en las páginas del periódico madrileño El País y en la que participaron Antonio Elorza, colaborador del citado diario, Carmen Bueno, viuda de Eduardo de Guzmán, Rafael Cid, periodista y amigo que fue de nuestro autor y Rafael Maestre, secretario de la Fundación Salvador Seguí, Centro de Estudios Libertarios. Algunas partes de este apéndice se publicaron en la red, en kevinvazquez.blogspot.com.

El motivo de este añadido es esclarecer el carácter y posicionamiento del periódico La Tierra durante la época en que fue propiedad de Cánovas Cervantes y Eduardo de Guzmán ejerció como su redactor-jefe, frente a algunas calumnias que sobre la publicación se han vertido.

El segundo es un artículo del propio Eduardo de Guzmán, aparecido en el semanario Villa de Madrid del 6-15 de marzo de 1989 en el que se hace una breve historia del periódico La Libertad donde se publicaron las crónicas de guerra del presente volumen.

Ediciones VOSA

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Fuente: http://bibliotecaanarquistaculturayaccion.blogspot.com.es

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