El 1º de Mayo de 1890 en Alicante

La internacionalLos días previos al 1º de mayo de 1890, comités obreros de la ciudad de Alcoy, Alicante y otras poblaciones de la provincia estaban decididos a manifestarse en homenaje a los obreros de Chicago; los cuales cuatro años antes habían protagonizado un levantamiento de carácter revolucionario.

La cruenta represión gubernamental que vino a sofocar la insurrección obrera norteamericana a costa de la vida de decenas de ellos provocó, sin embargo, una ola de solidaridad internacional que se formalizó en la convocatoria mundial de manifestaciones reivindicativas para un mismo día y con un mismo lema, la reducción de la jornada laboral hasta las 8 horas; lo cual extendió cierto clima de terror conforme se acercaba la temida fecha del 1º de mayo de 1890.

“….Estas huelgas han puesto en alarma a personas pacíficas domiciliadas en las localidades en dónde deben verificarse las huelgas, temerosos de que pueda alterarse el orden público, y para el efecto algunos vecinos han hecho acopio de los correspondientes víveres, con el objeto de no salir a la calle los días que tengan efecto las manifestaciones” (1)

Pero el acuerdo entre los grupos obreros no era total en aquellos momentos, ya que en el II Congreso de la Internacional -1889-, dónde se tomaron los acuerdos mencionados, se había puesto también en evidencia la escisión del movimiento obrero, que como es de suponer en aquella fase de crecimiento, englobaba un amplio abanico de planteamientos políticos, societarios, protosindicales o simplemente revolucionarios; desde los anarcocomunistas que iban adquiriendo peso en el seno del movimiento libertario al reformismo del partido obrero en su planteamiento más político, dispuesto a participar de las instituciones burguesas.

“No hay […] solución posible dando caracteres anarquistas a las reclamaciones obreras, que dentro de la ley y con el alto sentido del socialismo contemporáneo, tendrán más pronto o más tarde éxito satisfactorio y pacífico, mediante el poder y las artes de la política” (2)

Se puede decir sin alejarnos mucho de la realidad, que en las manifestaciones que tienen lugar el 1º de mayo de 1890 en nuestra provincia se encuentran comportamientos que engloban un amplio rango de planteamientos societarios, con su traducción particularizada en base a las correlaciones políticas y sociales de cada localidad; sinergias y divergencias que llevaron a cada municipio a escoger su opción reivindicativa, como ponen de manifiesto las variaciones en la fecha y la forma para llevarlas a cabo.

El ejemplo más combativo, la ciudad de Alcoy, dónde frente a la postura de los socialistas que querían elevar sus peticiones a las autoridades en ordenada manifestación, la protesta adquiere tintes insurreccionales, haciéndose fuerte desde el enclave de la partida del Molinar, lugar en que ondeó la bandera de la sociedad de anarquistas durante más de una semana (3).

Sin embargo, el día más destacado fue el lunes 5 de mayo de 1890, cuando cerca de dos mil trabajadores reivindican en manifestación la jornada de ocho horas y claman por la huelga general revolucionaria.

La ciudad fue ocupada militarmente por las tropas del Regimiento Vizcaya, y reforzada con Guardia Civil llegada desde Alicante.

Los actos de protesta se mantendrían hasta constatarse el fracaso de la movilización a nivel mundial, no sin haber dejado antes clara su irreductibilidad.

“¿Que se dirá de los trabajadores de Alcoy, que una vez precipitada la lucha nos pusiéramos a trabajar sin haber conseguido nuestra demanda de ocho horas por jornada, y más pedida por todos los obreros del universo? Antes de llegar a ese paso, que se abra la tierra y perezcamos todos en sus ruinas, y de esta manera salvaguardar nuestra dignidad de hombres y de trabajadores” (4).

Las protestas no llegaron tan lejos en la capital de la provincia, aunque no por ello resulte menos interesante mencionar algunos contrastes significativos.

En Alicante, mientras algunos revolucionarios llenaban la ciudad de hojas impresas anunciando que se iba a realizar la manifestación el mismo día 1, que declararían pacíficamente la huelga general en demanda de la jornada laboral de 8 horas, la ortodoxia socialista agrupada en torno al Partido Obrero y a Pablo Iglesias, manifestaba sus reticencias y proponía esperar al domingo 4 de mayo para que los actos tuvieran un carácter más político y normalizado (5).

En las primeras horas del día 1, en Alicante los obreros se lanzaron a la calle, encabezados sobre todo por los albañiles y los descargadores del muelle, y que se apostaron en la parte baja del Paseo de Méndez Nuñez, llegando a juntar gran número de obreros, aunque también se menciona a no pocos burgueses.

Consiguieron paralizar los trabajos en las obras en construcción del centro de la ciudad, en buena parte del puerto y en los comercios que cerraba al paso de la marcha, y al parecer esta manifestación fue disuelta por la Guardia civil sin enfrentamientos graves.

Seguidamente se nombró una comisión para pedir al gobernador que autorizara una manifestación para aquella misma tarde, la cual fue formalmente convocada para las diez de la mañana del día siguiente.

En la mañana del día 2, en la plaza del Teatro se llegaron a congregar cerca de 2,000 personas pertenecientes a la mayoría de gremios de la localidad, y tras algunos llamamientos explícitos a mantener la compostura hechos en el dialecto del país desde el mismo pórtico del teatro, empezaron su recorrido por las principales calles del ensanche hasta cumplir con el objetivo que se habían fijado, que era el de llevar la petición de reducción de la jornada laboral al gobernador civil (6).

Después de entregar la misiva obrera a las instituciones, algunos grupos parece que volvieron a ser disueltos por la guardia civil, lo que daría entender que se produjeron algunos altercados o que las fuerzas del orden los forzaron con su exceso de celo de aquellos días.

Posiblemente se trataría de conflictos de baja intensidad, como disolver a los que se mantenían agrupados tras la manifestación, reprimir a los obreros que cantaban el himno proletario del momento o perseguir a los que repartían alguna hoja impresa que recogía los principios aprobados en la II internacional y que estaba encabezada por ejemplo con la siguiente alocución:

“A la clase trabajadora. !Salud y Fé¡. !!Obreros Alicantinos¡¡ Acabamos de llevar a feliz término la gran manifestación obrera en medio del mayor orden, dando un solemnísimo mentis a nuestros detractores” (7)

Las manifestaciones se repitieron ese mismo día 1, al menos también en Crevillente dónde 600 trabajadores se declaran en huelga tras un multitudinaria reunión a las afueras del pueblo, y en Elche dónde algunos miles de obreros pasean de forma pacífica e imponente y corren los rumores de tentativas revolucionarias; o de una forma más difusa al día siguiente en Torrevieja. También el día 4 de mayo, se menciona otro acto en Elche siguiendo la órbita socialista, así como en Orihuela o Callosa de Segura dónde se llevaron a cabo este otro tipo de pequeños actos simbólico-reivindicativos (8).

Estos hechos son más o menos conocidos, están en las hemerotecas y han sido recopilados en algunas publicaciones especializadas; como también esta reconocido que todos estos actos en torno a a la necesidad de dignificación colectiva, supusieron un golpe de efecto que puso de manifiesto la conciencia de clase como nunca hasta entonces en nuestra provincia, y que no puede ser clasificada por bloques geo-ideológicos contrapuestos (9).

Por contextualizar este proceso, recordemos que pocos años antes, en 1887, las entidades sociales o societarias, debían de poner en conocimiento de la autoridad su constitución, sus fines, sus estatutos y juntas directivas y llevar un registro de socios y libros de contabilidad; con lo cual, dadas las restricciones, podemos imaginarnos a través del ejemplo de Alicante hasta que punto aquel ambiente de entusiasmo societario, hicieron viable en el plano organizativo aquel carácter unitario que habían tenido aquellas primeras manifestaciones (10).

Derivado del optimismo generado con las manifestaciones y del grado de coordinación alcanzado en esta ciudad, se crea el Centro Obrero como indicador de cierta sintonía transitoria entre anarquistas, republicanos y socialistas, bajo la primera presidencia del tipógrafo Jose Moscat y mostrando una intensa dinámica asociativa, ya que poco después de su inauguración cuenta con 600 socios y se facilita la redacción de los reglamentos para nuevos gremios locales como los zapateros, de tal manera que un año después ya integra a diez sociedades obreras entre las que figuraban los toneleros, tipógrafos, albañiles, pintores, carpinteros, ebanistas, canteros, zapateros y obreros del muelle (11).

El Centro Obrero fue el nombre elegido para denominar a la sede del primer asociacionismo obrero federado en Alicante, y concretamente estuvo situado el número 15 de la Calle Liorna.

Fruto de aquel entusiasmo y de una identidad colectiva cada vez más sólida, en aquel local se reunieron los socialistas heterodoxos como miembros de la influyente sociedad tipográfica que editaba allí El Grito del Pueblodesde septiembre de ese año, sociedades de resistencia de carácter apolítico y nacidas al calor del internacionalismo obrero del sexenio democrático, pero que por entonces estaban influidas por el republicanismo librepensador como los toneleros o los obreros del puerto, o sociedades obreras cercanas a posturas libertarias o revolucionarias como se aprecia en el caso de los albañiles, pintores o carpinteros.

Pero un hecho vendrá a poner en evidencia la fragilidad de la apuesta federativa de la Sociedad Centro Obrero, ya que poco después, a principio del año siguiente y tras la visita ex-profeso de Pablo Iglesias, se crea en Alicante la agrupación socialista local [21 de Enero 1891], que inicialmente se ubica en las instalaciones del Centro Obrero, pero que pronto suscitará una arduo debate mantenido a lo largo de 1891 en torno al uso de la vía política entre los obreros, que pondrá fin a este breve periodo de colaboración (12).

Un ejemplo de tales desavenencias, se manifiesta de una manera clara con motivo de las celebraciones del 1º de mayo de 1891, dónde la división existente resulta similar a la que se vivía en la mayor parte del estado, y en el caso de la ciudad de Alicante mantenido entre diez sociedades que no creían conveniente abandonar el trabajo ese día, y la denominada sección varia que agrupando a otras sociedades más combativas, se adhería a las convocatorias de lucha obrera a nivel mundial.

Entre estas últimas encontramos cuanto menos a toneleros, carpinteros y albañiles que declaran su negativa a acudir al trabajo, a las que se suman los tipógrafos; que pese a estar prohibidas cualquier tipo de manifestaciones públicas, recorren todas las redacciones de los periódicos de Alicante para que fuera secundado el paro al día siguiente y encabezan un meeting en el Centro Obrero que aunque muy concurrido, no padece que produjera ningún tipo de altercados (13).

La división que ya se había apuntado en las celebraciones del 1º de mayo de 1891, se confirmaron definitivamente a principios del año siguiente, cuando ante la visita inminente de Pablo Iglesias a Alicante, la segunda en un año, comienzan las discrepancias, al menos surgen entre la sección de pintores, pero también en la de los albañiles, que poco después anuncian la decisión de abandonar el Centro Obrero y construir su propia sede (14).

La división e incluso un cierto aire de desmovilización se confirma en la inexistencia de actos coordinados durante el 1º de mayo, dónde solo se ha encontrado una breve referencia al telegrama de adhesión enviado desde Alicante al meeting celebrado en Madrid, al que también se enviaron adhesiones desde Elche, Crevillente o Alcoy; aunque esto bien pudo venir determinado por las medidas coactivas desde el gobierno central para impedir las manifestaciones obreras, por otro lado absolutamente prohibidas, y que se tradujo en la disposición de fuerzas de la guardia civil en los puntos estratégicos de la ciudad (15).

Pero parece ser que fueron finalmente los socialistas y otras sociedades obreras a ella vinculados o adscritas a algún partido político los que abandonaron el Centro Obrero de la calle Liorna, mudándose a finales de mayo de 1892 a la calle Alfonso el Sabio, local que al parecer comparten con alguna logia masónica o grupo librepensador, y dónde no se domiciliaba la sociedad tipográfica que siguen editando desde el Centro de la calle Liorna, El Grito del Pueblo (16).

Respecto al Centro Obrero del número 15 de la calle Liorna, de menores dimensiones y peor acondicionado, sabemos que a finales de 1892, aprueba su reglamento que la definía como sociedad de oficios varios, que manifiesta …estar ajena a todo fin político y a procurar la mejora de sus asociados por medio de una equitativa distribución de la riqueza; demostrando además un carácter más marcado de sociedad de resistencia de carácter apolítico y combativo, ya que poco después tomarán la decisión de retirar los capítulos del reglamento que aludían a las funciones de socorros mutuos de los asociados (17).

Por tanto, podemos suponer que tras la fundación de la Agrupación Socialista local y conocida la actitud de las sociedades de resistencia más combativas de no querer compartir su espacio societario con organizaciones de cariz político, debemos entender esta separación doble, como la solución encontrada para salvar el conflicto surgido en torno al cumplimiento del apoliticismo estipulado en el reglamento del Centro Obrero y que afectaría sobre todo a la propia Agrupación Socialista u otro tipo de organizaciones societarias vinculadas al republicanismo burgués.

Estos hechos son indicativos de la sucesión de cambios organizativos y del empuje de los planteamientos antiautoritarios y apolíticos, de clara influencia anarquista, tienen también su correspondencia al menos en Alcoy.

Allí, tras los acontecimientos del 1º de mayo de 1890, encontramos signos de evidente vitalidad como eran la fundación de varios órganos de prensa obrera [El Defensor del Obrero, El Clamor del Oprimit, ambos en 1891] y de sucesivos grupos de afinidad ácrata en los primeros años de la década [Tormenta, Juventud Anarquista, Niños de Ecija, ¡10 de Julio de 1873!] (18).

No menos indicativo de su dinamismo y de su carga ideológica era el esfuerzo parapolicial intentando frenar este desarrollo, manifestado por ejemplo en la presencia de varias sociedades obreras alcoyanas en el congreso de sociedades de resistencia de la región española, celebrado en marzo de 1891 en Madrid, a cuyo regreso se encontraron con la imposibilidad de dar a conocer los acuerdos alcanzados por mandato y marcaje de la autoridad (19).

Las condescendencias del poder con los obreros para que se desahogaran habían caducado, y a partir de la primavera de 1891 se sucedieron los acechos y las prohibiciones por desarrollar ..actividades ilícitas, pese o gracias a lo cual, la cuerda se tensó un poco más.

Alrededor de la sociedad de tejedores a mano, que tras organizar una huelga sectorial en julio de 1891, consiguieron la adhesión del oficio de la manufactura de la lana, se estructura el asociacionismo obrero alcoyano en la década de los noventa, ejerciendo su influencia sobre la comarca y el resto de la provincia.

Esto sin duda puso muy nerviosas a las autoridades; que como suele pasar tiraron de frente reaccionario para criminalizar a los anarquistas locales, como sucedió con los rumores periodísticos sobre el complot anarquista (20). de 1893, que desembocaron en la ocupación policial de la cuidad, en numerosos registros y algunas detenciones sin cargos

Todo ello en un contexto convulso el de la última década del siglo XIX, donde la extensión de la crisis económica fue agudizando la precariedad de las condiciones de vida de capas cada vez más amplias de población y el goteo de desheredados, desbordaba los barrios periféricos de las ciudades en su huida de la miseria y de la ignorancia.

El establecimiento del sufragio universal había convertido a los desheredados en objetivo electoral, ya no solo había que movilizarlos ante la inminencia de un acto revolucionario, ahora eran necesarios para el consolidación del régimen parlamentario de la Restauración, eran y somos necesarios para lavarle la cara de tanto en tanto.

NOTAS:

1 El Orcelitano 04-05-1890. En la ciudad de Alcoy la prensa conservadora hacia llamamientos a que no se repitieran los sucesos de 1873, y metía miedo anunciando la llegada de …anarquistas de otras partes para soliviantar y mover los ánimos, consiguiendo que las gentes de bien abandonaran la ciudad y los fabricantes tomaran precauciones, VVAA: El Anarquismo en Alicante [1868-1945]. Instituto de Estudios «Juan Gil Albert» Diputación Provincial de Alicante. Alacant 1986. pp. 30-31.

2 Diario de Orihuela 02-05-1890. Para una contextualización de las circunstancias por las que atravesaba el asociacionismo obrero, OLAYA: Historia del movimiento obrero español, Siglo XIX. Ediciones Nossa y Jara. Móstoles, 1994.

3 MORENO: Anarquistas y Socialistas en la provincia de Alicante [1874-1917]. Anales de la Universidad de Alicante, Alicante, 1986. pp. 156-157.

4 El Alicantino 10-05-1890. También, VVAA: El Anarquismo en Alicante. Ob. Cit., p. 31. La Federación local de Trabajadores de Alcoy, adherida a la FTRE, se había reconstituido pocos años antes -agosto 1887- con una actividad significativa, especialmente durante 1889, cuando se sucedieron varias huelgas de tejedores, obreros de la lana y papeleros. En los meses previos, se editaba en esta un semanario anarco-comunista, El Jornalero [sep, 1889 – Jul, 1890], subtitulado defensor de los intereses del obrero que estuvo secuestrado entre mayo y julio,MORENO: Las Luchas sociales en la provincia de Alicante [1890-1931]. Unión General de Trabajadores, 1989, pp. 212 y 255. Y aunque las noticias son vagas, parece ser que en abril de 1890, comenzó a editarse El Condenado, de tendencia anarquista, contribuyendo en la difusión del significado que iba a tener aquella fecha, y por supuesto siendo perseguido y suspendido.

5 El Alicantino 01-05-1890.

6 El Alicantino 03-05-1890.

7 El Alicantino 03-05-1890.

8 El Orcelitano 04-05-1890. Quizás fue en Elche otra de las ciudades dónde la repercusión de la jornadas del 1º de mayo de 1890 alcanzó relevancia, pues existen noticias sobre una contundente demostración de fuerza y como alguno de sus participantes hubieron de emigrar a África por haber perdido su trabajo tras aquellos días de reivindicaciones. Posteriormente los alpargateros presentaron una petición conjunta a los patronos en la que además de las habituales reclamaciones en torno a la jornada de trabajo o el descanso dominical, añadieron peticiones como la prohibición de trabajar fuera del taller y dar la faena urdida, y por primera vez se estableció un tabla salarial para el sector, MORENO: Las Luchas sociales en la provincia de Alicante. Ob. Cit, pp. 176-177.

9 Resulta simplificador afirmar que …En Alcoy revistió carácter de huelga general, al estar dirigido el movimiento por los anarquistas. Mientras que en Alicante, Elche, Crevillente y Torrevieja se siguieron las instrucciones emanadas por los socialistas, MORENO: El movimiento obrero en Elche. Ob. Cit,. p. 419.

10 Ejemplos de Centros Obreros abiertos al calor del entusiasmo generado con las primeras manifestaciones del 1º de mayo lo encontramos en Crevillente, donde el año 1891, se constata la creación de la sociedad obrera La Crevillentina, y la constitución más formal que real, de la agrupación socialista después de un mitín de Pablo Iglesias en la localidad, MORENO: Las Luchas sociales en la provincia de Alicante 1890-1931. Ob. Cit, pp. 174-181, 440-447; y ALBERT: La Imprenta en la provincia de Alicante 1602-1925. Instituto de Estudios Alicantinos, Alicante, 1971, p. 336. A parte del area de influencia directa de Alcoy, sobre todo en Bañeres y Cocentaina; también en Monóvar fue abierto un Centro Obrero en mayo de 1892, El Alicantino 20-11-1892.

11 El Alicantino 26-06-1890 y 21-01-1892. El tipógrafo Moscat había sido director de El Cullerot, y ejerció el cargo de presidente del Centro Obrero a pesar de ser empresario y propietario de una imprenta, VVAA: La prensa en la ciudad de Alicante durante la Restauración 1875-1898. Instituto Cultura Juan Gil-Albert, Alicante, 1995, pp. 12 y 20.

12 Esta fecha de constitución comúnmente aceptada, no coincide con las afirmaciones que años después haría Rafael Carratalá que situaba la fecha de constitución en 1888, Heraldo de Alicante 29-02-1908; y que tiene su lógica porque en 1889 era ya corresponsal en Alicante de El Socialista.

13 El Fomento 14-04-1891 y La Correspondencia de España 01, 02 y 03-05-1891.

14 Esta iniciativa parece encabezada por la sección de pintores, El Alicantino 06-01-1892; y no parece sino la confirmación de la noticia aparecida en la prensa anarquista madrileña casi un año antes, en la que se decía que los anarquistas alicantinos anunciaban su intención de fundar una sede propia, La Anarquía 06-03-1891. Cuando a principios de 1892 llega Pablo Iglesias para intentar consolidar su influencia sobre la recién fundada Agrupación Socialista, da una conferencia en el Centro Obrero de la calle Liorna y hace una visita a los tipógrafos que tenían allí su sede, que le ofrecen un thé fraternalmente, El Eco de la Provincia 21-01-1892, El Alicantino 28-01-1892.

15 La Correspondencia de España 01 al 03-05-1892. Poco después se produce una reunión conjunta en las dependencias municipales convocada por el gobernador civil, y en que se reúnen el alcalde, periodistas y tres representantes del Centro Obrero, entre los que se encontraba uno en nombre de los albañiles, que proponen realizar obras municipales frente a la grave crisis de trabajo, El Alicantino 11-05-1892. Tras las manifestaciones generalmente legales y permitidas del primer 1° de Mayo, al año siguiente el conservador Cánovas cambió de actitud, elevando a rango de ley la prohibición de las manifestaciones con la consiguiente invalidación del artículo 3° de la Ley de Reunión pública. En Elche, con motivo del 1º de mayo de 1892, el alcalde prohíbe una hoja obrera, que se publica sin embargo en el periódico alicantino El Grito del Pueblo, y realizan una concurrida manifestación, que trascurrió sin incidentes, MORENO: El movimiento obrero en Elche. Ob. Cit,. p. 421.

16 El Alicantino 02 y 05-05-1893. Durante la velada del 1º de mayo de 1893 en el Centro Obrero de la calle Alfonso el sabio, a la que asisten cerca de 1000 personas entre las que habían 200 mujeres, tomaron parte Mollápor los toneleros, y con un discurso anticlerical Juan Cabot; masón, maestro laico y también librepensador del grupo Paz, La Correspondencia de España 02-05-1893. Existen varias referencias a que en este centro se colgaban banderas con símbolos masónicos, El Alicantino 02-07-1893; y a que integraba a alguna logia local, “…la tormenta, cuyo centro ciclónico reside en los establecimientos que el gran arquitecto tiene en la calle de Alfonso el Sabio…”, El Alicantino 31-07-1894. No se pueden aportar referencias sobre las sociedades obreras que pudieron integrar este centro de la calle Alfonso el sabio, pero sirva como indicativo de las dificultades del socialismo oficialista para arraigar, que varios años después todavía no existiese ninguna sociedad en la UGT, MORENO: Las Luchas sociales en la provincia de Alicante. Ob. Cit, pp.175 y 213.

17 El Alicantino 16-12-1892, 27-07 y 28-09-1893. Otros ejemplos de combatividad lo encontramos en la decisión de la sección de canteros de imponer una tasa sobre los materiales para las obras, El Alicantino 09-03-1892; o la huelga sostenida a continuación junto a los albañiles paralizando la construcción del barrio de Benalúa, MORENO: Las Luchas sociales en la provincia de Alicante. Ob. Cit, p. 265. Durante un congreso obrero que celebró la FTRE en marzo de 1891 en Madrid, la Unión de Trabajadores de Alicante envió su adhesión, MORENO: Las Luchas sociales en la provincia de Alicante. Ob. Cit, p. 213.

18 La Anarquía 27-03-1891, 08-01-1892, 06-01-1893.

19 La Anarquía 24-04-1891.

20 MORENO: Las Luchas sociales en la provincia de Alicante. Ob. Cit, pp. 213-216. La sociedad de tejedores a mano se habían adherido en 1892 al pacto de Resistencia al Capital, y protagonizaría varias huelgas a lo largo de la década, una de las más sonadas en julio de 1894, haciendo frente común unos 1.500 obreros, BERNABÉ: Moviments socials d’Alcoi. Un intent de cronología. pp. 133-134; incluido en VVAA: Primer Congreso de historia del País valenciano. Volumen IV. Universidad de Valencia, 1974.

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