Los claveles de Tolstoi

Queremos fijarnos aquí en un aspecto poco conocido de la relación entre León Tolstoi y Francisco Ferrer, que unió de forma póstuma a ambos a través de unas flores muy especiales que viajaron desde el centro de Rusia a L’Empordá catalán.

Nuestro viaje comienza a unos 200 kilómetros de Moscú, bajo el cielo de Yásnaia Poliana, en la hacienda familiar dónde aquel gran oso blanco que era Tolstoi en su vejez, años atrás había fundado una escuela gratuita para los niños de los campesinos de la zona.

Hice una solicitud oficial concerniente a la escuela. Soy un maestro de parroquia. Los he atormentado con la gimnasia. Las clases en el jardín son maravillosas..”1

Entre otras cosas, allí aprendían de forma asistemática la importancia del trabajo manual y colectivo observando las labores agrícolas propias de cada estación, en las que participaba el propio Tolstoi, asimilaban las primeras letras escuchando alguno de sus cuentos sentados bajo los manzanos en flor del jardín de frutales, o quizás visitaban las colmenas cercanas, escenario ideal para que el maestro conversara con los niños sobre los parecidos entre las sociedades de los humanos y de las abejas; y lo más importante para nuestra curiosa historia, en los alrededores de la casa frecuentaban el herbario que cuidaba Tolstoi junto a su mujer Sofía, que servía de aula si las circunstancias lo requerían, por ejemplo para las clases de pintura que tanto propiciaban la creatividad infantil.

00_TolstoiySofia..Frente a la casa ahora hay un jardín de flores y detrás del antiguo jardín con estanques y callejones de tilos centenarios. El jardín está rodeado por un foso y un muro. [..] Al viejo jardín se añadió un jardín frutal, plantado bajo la dirección del propio León Nikolaievitch..”2

No nos interesa aquí y ahora hablar de la defensa que, al modo de Rousseau, hicieron Tolstoi y Ferrer de que los niños descubrieran el mundo por ellos mismos en contacto con la naturaleza, así como de la libre experimentación con el entorno; como fijarnos en algo mucho más concreto y vital, ya que los claveles que Tolstoi tenía en aquel jardín acabaron haciendo un largo y póstumo viaje hasta tierras catalanas, quedando finalmente al cuidado de la familia Ferrer Guardia.

Sólo el jardín había escapado a aquel ambiente de desolación: había crecido con toda libertad y estaba lleno de flores. Detrás del seto, Nejludov veía, como una cortina de grandes nubes blancas, las ramas floridas de los cerezos, de los manzanos y de los ciruelos. El macizo de lilas estaba florido del mismo modo que doce años antes..”3

00_JoséFerrer_MasGerminal_1Todo sucedió algunos años más tarde, cuando los allegados de Tolstoi se pusieron en contacto con el hermano mayor de Francisco Ferrer, Pepet, con el que mantenían vieja y fraternal amistad desde años atrás y que vivía desde 1912 en una casa en Llançà -Girona-, y que dedicó con buen tino a la floricultura, área en la que era considerado un maestro, como había demostrado años atrás Australia.

La verdad es que no he conocido hombre más ingenioso que el tal colono, en Pepet, á quien los árboles con sus frutas y las plantas todas con los perfumes de sus flores parecían agradecer los cuidados exquisitos que les prodigaba..”4.

Probablemente alguna de las hijas de Tolstoi, le pedía ayuda para salvar sus claveles blancos preferidos que habían contraído alguna enfermedad y estaban a punto de morir; lo que perfectamente podríamos situar allá por 1926, cuando las nuevas autoridades bolcheviques requisaron Yásnaia Poliana y decidieron trasladar a los varios centenares de niños pobres que, siguiendo las disposiciones testamentarias del propio Tolstoi, allí vivían en comunidad libre al menos desde 1919, para fundar una especie de museo conmemorativo del personaje.

00_1171345Després els recents que ha rebut de Rússia, trasmesos per la mateixa familia de Lleó Tolstoi, amb la que el lliga una antiga i sòlida amistad. Son uns clavells magnificament ufanosos, d’un blanc avellutat i d’una olor exquisita..”5

Pepet, que como su hermano era un tipo solidario y con un gran amor por la cultura, aceptó de buen grado rescatar los claveles del místico ruso, que curiosamente eran del color de los que él estaba especializado -blanco gardenia y blanco rosaceo-, y decidió situarlos en su mejor parcela, junto a otros a los que también guardaba especial afecto y daba nombres sugerentes como deja constancia la siguiente noticia..

Aquell vell cepat, de barba blanca y retallada, era germà de Ferrer i Guardia, afusellat al glacis de Montjuich. També li agradava jugar amb les idees i batejar les coses i els clavells amb noms evocadors: Germinal, Acràcia, Bakunin, etc..”6

Cuidando aquellas flores Pepet solía perder la noción del tiempo evocando los meses que siguieron al fusilamiento de su hermano, reviviendo las vicisitudes del destierro a Teruel; recordaba también la abrumadora cantidad de cartas llegadas de todos los puntos del planeta y que trató de responder hasta que se quedó sin un céntimo y las dificultades económicas que padeció toda la familia hasta que se alzó el embargo judicial sobre los bienes de Quico, y como su salud quedó seriamente afectada, hasta el punto que envejeció de forma prematura.

..Si la sociedad está mal organizada, y un pequeño número de personas tienen poder para oprimir a la mayoría, cada victoria sobre la naturaleza contribuirá, inevitablemente a acrecentar ese poder y esa opresión..”7

00_Jose ferrer y sus hijosEl blanco puro de los claveles de Tolstoi puede que le hiciera rememorar todos los esfuerzos dedicados a defender a su hermano muerto, como se le impidió declarar en el juicio o se le sometió a una permanente y molesta vigilancia policial. Recordó también el revuelo que se formó cuando hizo públicas unas cartas entre su hermano y el entonces presidente del gobierno, Canalejas, en las que se trataban de amigos; y sobre todo aquella atmósfera de tensión que se respiró en los primeros actos de conmemoración en Montjuich a los que asistió con su propio ramo de flores, depositado entre la multitud de tarjetas y coronas, no pocas con forma de triángulo, que cubrían la tumba cada 13 de octubre.

Si j’allais au noir cimetière, frères, jetez sur votre soeur, comme une esperànce derniere, de rouges oeillets tout en fleur..”8

Consciente del trasfondo político de las flores y de como esta variedad en concreto era una de las preferidas por los anarquistas y otros revolucionarios, nos imaginamos a Pepet recostado en un rincón de la finca de Llançà, rodeado de sus claveles más queridos, releyendo el poema anterior titulado Los claveles rojos, que Louise Michel le dedicó a Théophile Ferré, detenido tras el final de La Comuna de 1871 y ejecutado poco después; o quizás el cuento Claveles rojos, de Luis Zoais, o aquella obrilla de Federico Urales llamada La de los claveles rojos, publicada en la colección de La Novela Libre o tantos otros.

Mientras el alma, indolente, vaga entre sus propias creaciones, una suave melodía llega de algún lugar remoto, una melodía extraña, una melodía exótica que sabe a blancas flores de naranjo y a claveles rojos como lo sangre. Y la dulce melodía fluye, fluye, fluye…”9

Hojeando los diarios personales del anacoreta ruso, Pepet debió sorprenderse, como lo hacemos nosotros hoy, de que siendo considerado Tolstoi un revolucionario de su tiempo y mostrándose sin empaques como una persona tan fogosa, escogiera sin embargo los claveles de color blanco, que como bien sabía suelen representar la maternidad, la inocencia o la fidelidad, valores que seguro no encontraremos entre los primeros puestos del decálogo moral de lo que se llamaba a comienzos del siglo pasado ..gente de ideas avanzadas.

Antes de que el hombre alcance la organización de las hormigas y de las abejas debe llegar de manera consciente al estado del ganado, del que todavía está muy lejos: no pelear (combatir) por tonterías, no comer sin hambre, no fornicar..”10

Sin embargo, habiendo consultado su biografía y leído con deleite alguna de sus grandes obras, Pepet debió atribuirlo a su idiosincrasia librepensadora, que el mismo compartía, a sus posiciones anarco-pacifistas y neocristianas y como no, al reflejo de las contradicciones morales y sentimentales propias del personaje que han señalado suficientemente sus biógrafos; aunque nosotros nos quedamos con la opinión del anarquista francés Emile Armand, que fue seguidor suyo a principios de siglo XX y luego dejó un interesante artículo en el cincuentenario de su fallecimiento.

00_02-14_IMG_2010-02-07_01.01.17__2546243Antes de vituperar a Tolstoi (de lo que me guardaré mucho) y dirigiéndome a quienes escandaliza la forma de vida que él no tuvo el ánimo de abandonar, debo decir: Sería muy importante, ante todo, preguntarse a cuanto asciende el número de quienes, creyentes o no, fuera de las diversas asambleas, lugares de culto, etc.., ponen en práctica las teorías que defienden y que incluso inciensan.”11

Es bastante probable que Emile y Pepet coincidieran con nosotros en que León Nikolaievitch Tolstoi se identificó de raíz con el lugar que le vio nacer y morir, el mismo donde llevó a cabo sus experimentos pedagógicos y se gestaron la mayoría de sus obras, Yásnaia Poliana, que etimológicamente se traduce por claro del bosque donde nacen las flores. Un lugar idílico y suficientemente alejado de la civilización para poder oír con claridad el rumor del bosque cercano, y de donde a veces salía aquella inquietante melodía de Beethoven..

Cuando llega el Presto, se levanta, como si la alegre agonía que la aceleración del ritmo vertía en su corazón le resultaran insoportables. Se acerca a la ventana, mira el jardín oscuro y el cielo constelado de estrellas y suelta un gemido..”12

Algo parecido le sucedió a Pepet, que falleció discretamente en su casa de Llançà el 20 de junio de 1930, allí donde había elegido echar raíces en sus últimos años, una casa a la que había dado el mismo nombre de la vieja casa de Montgat, Germinal, forzado a venderla por el deterioro en que había quedado tras numerosos registros policiales.

00_Pepet y Familia traballant al camp de clavells_Mirador 11-7-1929..lo que más llama la atención de cuantos visitan la finca, es el hermoso jardín de claveles, al que van todos los cuidados del floricultor..”13.

Como se indica en el artículo al que corresponde el párrafo anterior, intentando rehacer su vida, allí había ocupado todo su tiempo y aplicado todo lo aprendido en sus viajes, para crear todo un vasto un jardín con 300 mil claveles en todas sus variedades -clavelinas, reventones, secretas y claveles-, instalaciones que eran admiradas por los profesionales del gremio y solían recibir la visita de entidades culturales o escolares, visitas en las que Pepet, quizás, se hacía eco de las teorías y experimentos del eminente botánico hindú Jagdish Chandra Bose, que en aquellos años hablaba entre otras cosas de la espiritualidad de las plantas.

Després d’haber-lo sentit parlar, hom es meravella que dintre seu, amb aquell aire pagessivol, bategui una espiritualitat i una cultura tan extensa”14

La sombra de su pasado persiguió a Pepet hasta el final, ya que pocos días antes de morir debió asistir, como hacía todos los años, al certamen regional de claveles que se celebraba en Sitges a menos desde 1919, donde pudo haberse encontrado allí con el verdugo de Quico, Alfonso XIII, que visitaba la exposición en viaje oficial.

Ens fa entrar al despatx i biblioteca. Per la familia aquest lloc es un vertader santuari. Tot parla del plorat germà, aquell home que va morir pel seu ideal, i en remembrar les cosses passades li llagrimegen els ulls, al mateix temps la veu se li enfosqueix per l’emoció..”15

Dedicamos al buen Pepet este relato histórico no solo por haber sido el responsable de salvarle la vida a los claveles de Tolstoi, cuyo nombre era el mismo que el de su hijo mayor, León, sino sobre todo por ser un hombre de convicciones tenaces, capaz de guardar en algún lugar de su espesa barba blanca una gran sabiduría que repartía con generosidad.

Sus dichos y sus actos se desprendían de él con la misma espontaneidad y la misma necesidad imperiosa con que se desprende el perfume de la flor”16

Si se hubieran conocido en persona seguro que habrían hecho buenas migas, ya que como el sabio ruso vestía con sencillez, al modo de los campesinos del lugar entre los que le gustaba estar; un aspecto recio y austero que les confería esa actitud primitiva e inquietante, propia de los que reniegan de la civilización capitalista y viven como dioses paganos en un mundo donde la belleza se impone a la necesidad.

Alacant Obrer
alacantobrer@ymail.com
https://alacantobrer.wordpress.com/

Notas:

  • 1TOLSTOÏ: Diarios 1847-1894. Ediciones Era, México, 2001, p. 177. Ver, TOLSTOI: La Escuela de Yásnaia Poliana. Palma de Mallorca: José J. de Olañeta Editor, 2003.
  • 2TOLSTOÏ: Vie et oeuvre, mémoires, notes et documents biographiques. coordonnés et annotés par P. Birioukov; révisés par L. Tolstoï; traduits sur le manuscrit par J.-W. Bienstock. París, 1906, p. 71.
  • 3TOLSTOÏ: Resurrección. Segunda Parte. Capitulo III. Quizás Tolstoi y Ferrer se conocieran en 1898, cuando el primero integró el llamado Comité Pro-Enseñanza de signo libertario compuesto además, según Ramón Safon, por Elysée Reclus, Louise Michel, J. Ardouin, Carlos Malato, P. Kropotkin y J. Grave, estos últimos amigos de Ferrer.
  • 4La VANGUARDIA 11-12-1892. Especialmente hábil para la jardinería y la agricultura, Pepet aprendió mucho del cultivo de flores en Australia [1891-1900], donde le visitó Quico un par de veces. La fecha de su salida de Australia podemos datarla el 31 de octubre de 1900, que es la que fue grabada en la medalla conmemorativa que se le entregó por parte de las autoridades locales. Ver, El Mirador 11-07-1929.
  • 5MIRADOR 11-07-1929. También, La Prensa 25-07-1926.
  • 6ULTIMA Hora 15-03-1937.
  • 7TOLSTOI, La Sociedad: España Libre 02-11-1951.
  • 8MICHEL: Mémoires de Louise Michel écrits par elle-même. Paris, F. Roy, Libraire-Editeur, 1886, p. 159. También, GONZALO: La lira rebelde proletaria: estudio y antología de la poesía obrera anarquista, 1900-1926. Tarea, Asociación de Publicaciones Educativas, 1984, pp. 159 y 162.
  • 9FLORES MAGÓN: poeta revolucionario. Ciado en ARIAS: La Revolución mexicana fue anarquista. México: G. De Anda, 1977, p. 15. En la imagen Pepet en su rincón preferido de Mas Germinal.
  • 10TOLSTOÏ: Diarios 1847-1894. Ediciones Era, México, 2001, p. 325. Ver, LAIGLESIA: Tolstoismo y anarquismo. Sopena, Barcelona, Bibl. Sociológica, 16, [1905] 127 p.
  • 11ARMAND: Solidaridad Obrera 16-03-1961. El hijo de Pepet, Lleó Ferrer Fontcuberta y Conchita Olivet Salellas se casaron civilmente en Llançà el 2 de noviembre de 1921. Ver, Vida Nova-Llançà 01-12-1921.
  • 12TOLSTOÏ Exposition organisée pour le cinquantenaire de sa mort. Biblioteque Nationale, Paris, 1960, p. 36.
  • 13LIBERTAD 09-05-1928. La casa, que estaba a la entrada de Llançà a finales de los años 20, cerca de la estación de tren, y era un palacete que había pertenecido anteriormente a un conocido carlista y marqués. Parte de la finca, 425 hectáreas dedicadas a viña, fueron expropiadas en 1972 para la ampliación de la carretera a Port Bou.
  • 14MIRADOR 11-07-1929. Gracias al impulso de floricultores como Pepet, el Alto Empordà y por extensión el litoral catalán se convirtió desde los años 20 en una de las principales zonas de producción floral a nivel peninsular. Incluso llegó a grabarse una película sobre las plantaciones Pepet que al menos se proyectó en dependencias del Foment Agricol de Llançà, grabada por la Sección Agronómica de Gerona. También, Diario de Gerona 27-08-1926, 12-06 y 31-05-1928.
  • 15MIRADOR 11-07-1929. En este mismo número aparece la imagen Pepet Ferrer con su familia entre los claveles de su finca.
  • 16TOLSTOI: Guerra y Paz. Final del Capitulo VIII.
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