En el día oficial de todos los santos.
Santos no sé si existen, pero ladrones abundan
Yo, que por cualquier cosa no me irrito,
me repugna este enjambre de polillas
que rompiendo mis huesos en astillas
van saciando su gula o su apetito.
Al quedar tan exentas de delitos
huelen que apestan sus alcantarillas
de tantísima mierda en banderillas
como van fabricando sus garitos.
Con pedirnos perdón quieren callarnos,
porque siempre nos tratan como a idiotas
que ignorasen deberes y derechos,
nuestros derechos a manifestarnos
contra quienes se erigen en patriotas
y nos dejan sin panes y sin techos.