Palabras de los que un día casi-creyeron en el PSOE

PPSOESi las etapas de las relaciones amorosas, simplificando al extremo, se tuvieran que enumerar en tres, podríamos hablar de flirteo, enamoramiento e incubación de distintas formas del amor (fase ésta a la que mucho denominan incubación no del amor, sino de futuro e inevitable desamor). Esas deben haber sido las fases de la malactuación del PSOE desde hace ya bastante tiempo.

Pasada la era del flirteo social, donde unas promesas que no sonaban a demagogia, sino a intenció; que no veían obstáculos, sino oportunidades para el logro y donde el estilo respetuoso, con tinte de democracia o muerte, nos llenó a todos los ciudadanos los oídos, atiborrados de los rebuznos grandilocuentes del pequeño derechista con bigote, de cierta esperanza, al PSOE se le fue llenando la boca con frases lapidarias y decisiones tomadas por unos pocos pero, disimuladas, con un consenso tácito de quienes, ante la escasa alternativa, no creíamos del todo, no estábamos enamorados locamente, como dice la canción, pero huíamos despavoridos del de los bigotes y sus colegas de camisa Ralph Lauren, corbatita azul a rayas infinitesimales y suéteres de cachemir de pico .

En el PSOE creyeron que habíamos caído rendidos a sus supuestos rojos pies, encandilados por su programa electoral, un dictado de dictados que, como comprobamos los que casi-creímos (era o “ellos” o la “nada” fascista y el exterminio paulatino de la idea y la razón) iban paulatinamente pareciéndose al ideario de los del pájaro sin pico, a los peperos de la derecha light. Curiosidades históricas: un PSOE descremado que se reflejaba en la facción (término escogido con total premeditación y alevosía) más light del PP, por fin la técnica de un 0% de materia grasa en política. De materia grasa y, por cierto, de materia gris.

El tiempo del casi-enamoramiento pasó, los casienamorados nos fuimos sintiendo ignorados cada vez más, silenciados, sentados a la mesa frente a un amante pasivo, ausente que ni siquiera nos mira a los ojos: un PSOE derechizado más que la propia derecha. Zapatero a tus zapatos. Ese debió ser el eslogan inicial, el mantra que todos, como los grupos que se reúnen para sanar con la energía suma de las energías individuales al planeta Tierra-Gaia, deberíamos haber cantado hasta que los oídos taponados de los de la rosa roja se hubieran destapado, ya que sus errores, programas y afirmaciones afirmadas y negadas casi en paralelo, decisiones militares inadecuadas y contra natura de la ideología de izquierdas, entre otros erros descomunales, quedaron destapados muy pronto.

A los casiamantes nos llegó el momento de la incubación, pero no llegó el amor ni sus sinónimos: a la roja rosa le crecieron con espinas, espinitas y espinotas. Los rojos, ya probadamente descoloridos, se cruzaron de brazos ante nuestra indignación un quince tras otro quince, un día tras otro. Asistieron impasibles a la petición descarnada de una sociedad que pedía, como mínimo, argumentos, una explicación, un cómo habían, ellos en nuestro nombre, llegado a un lugar sin otro nombre que CAOS y CRÍSIS. Nada dijeron de las cifras del hambre y el paro, fueron fraccionando la información para que antes de llegar a fin de mes nos vinieran con esa famosa expresión, ¿quién de ellos leería mal a Becquer?, de “volverán a brotar los brotes verdes. Y nada brotó.

Nos permitieron creer que teníamos voz, por omisión y no por acción, cuando, aparentemente y en comunicados hiperbreves, como los micro-relatos de Monterosso, pero no tan buenos, apoyaban la indignación de una sociedad indignada. Ellos, el exponente al cubo de los actos que han desencadenado nuestra indignación.

Nos permitieron creer que teníamos voz y, por la espalda, con la daga pequeña, pero letal, nos asestaron la reforma constitucional, saltándose, al mejor estilo mussoliniano, el consenso, el debate y la oportunidad, porque, en ningún caso era, más allá del contenido de las propuestas de reforma,  ni el momento, ni una oportunidad de hacer nada que no fuera despistar, aprovecharse del momento de shock al que nos han llevado, antesala de la UCI vital, laboral y económica donde, entubados y en coma inducido, desean que nos hallemos.

Ahora, cuando suena la melodía del llanto y el crujir de dientes y, de repente, los rojoslight ven alejarse, de verdad, el mullido cojín de sus poltronas doradas; cuando huelen a “normalidad” y se intentan mentalizar que no viajaran cada dos días a Bruselas, a fingir que piensan por y para nosotros  decisiones cuando, en realidad, lo  único que piensan es cuándo va a ser el mejor momento de arrodillarse ante los poderosos de Europamérica, ahora… montan una conferencia, ayer, en la que parecende una versión acojonada del Circo del Sol. Miedo. areumatóides, con perdón,

Hacen malabares con el pánico y la certeza de que los que un día casi-nos-enamoramos del futuro que dibujaban, como amantes maltratados y desengañados les pediremos el divorcio eterno y algunos, incluso, la nulida!

Ahora, en ese congreso, “símil de nuevo arranque y nuevo inicio”, expresan su “voluntad de recuperar la sintonía con las bases sociales del partido, un regreso a las políticas de claro corte social-demócrata, con medidas como la prioridad de evitar el rescate financiero de España”.

No creo que exista ni un solo ciudadano que, a estas alturas, crea lo que ahora escuchan de los labios pequeños de los de la rosarojaperomenos.

El colmo de los colmos, vista la probada ineptitud de estos políticos que acaban de “redescubrir el socialismo”, luego de un periodo de sospechosaamnesia ideológica, es que canturrean como sopranos de fama su “pretensión de profundizar en la democracia, con reformas a través de las que se va a intentar conectar al nuevo PSOE con el espíritu del movimiento 15-M”.

En una cosa han acertado y han sido honestos: en la que hace referencia al término espíritu, porque es allí, precisamente en la tierra de los espíritus, de los fantasmas, donde terminarán. ¿O quizás debería decir de dónde jamás han salido?

La desfachatez de un partido al que, a través de las urnas, hemos regalado la posibilidad de actuar y hablar por nosotros solo se supera reconociendo, públicamente, que desean “recuperar” el espíritu socialdemócrata.

Increíble.

Incomentable.

¿O no?

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Nota de la autora:

Esperemos que el maravilloso micro-relato de Monterroso no se haga real esta vez.

“Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”. Augusto Monterroso

Pura María García
lamoscaroja.wordpress.com/
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