– El primer ministro húngaro Viktor Orbán, anunció ayer en una rueda de prensa que es posible que la causa de la catástrofe haya sido un error humano y que en tal caso hay que buscar a los responsables. Por supuesto, todo apunta a la empresa propietaria de la balsa, la MAL Zrt. Su director, Zoltán Bakonyi se defiende, ellos no tienen nada que ver, han cumplido todas las normas, incluso ha habido, hace apenas un par de semanas, un control estatal que encontró todo en orden. El mismo lunes, poco antes del accidente, hubo un control por parte de la empresa y no se detectó ningún problema. Insiste en que la sustancia no es peligrosa y que la propia UE tampoco la considera como tal; algún periodista ya le ha preguntado que si no es peligrosa, por qué hay decenas de heridos con quemaduras en la piel, a lo cual ha reaccionado que es solo porque los afectados no se lavaron rapidamente cuando entraron en contacto con el lodo y también debido a la gran cantidad de sustancia que había (cabe preguntarse cómo puede uno lavarse rápidamente el lodo cuando estás en medio de una avalancha). Sus declaraciones han sentado bastante mal a todos, empezando por las víctimas. El ministro del interior, Sándor Pintér ha recomendado a la dirección de la empresa que si piensan que el lodo no es peligroso, prueben a bañarse en él. Las asociaciones de protección del medio ambiente y los vecinos han afirmado que había ya desde antes pruebas de la peligrosidad de la balsa, según algunos vecinos de vez en cuando había incluso filtraciones. Para el Secretario de Estado de Medio Ambiente, Zoltán Illés, todo parece indicar que el accidente tuvo lugar porque había más material del permitido en la balsa. Aunque todos están de acuerdo en que las causas deberá esclarecerlas una investigación de lo sucedido.
– El otro problema acuciante es el lodo que ha llegado al río Marcal a través del Torna. Desde el Marcal la contaminación podría extenderse a otros ríos más importantes y eso haría que la catástrofe, que aún es local, cobrara carácter nacional e incluso internacional (si llega al Danubio). Se está trabajando para evitar esa posibilidad, sobre todo en el curso bajo del Marcal, donde se espera que a lo largo del día de hoy llegue la corriente de lodo y agua contaminada. Las lluvias en la zona pueden ayudar a reducir la peligrosidad del lodo, aunque también contribuyen a que éste se filtre más en el terreno.