Circos y leyes

Una pequeña prueba de que las luchas están en la calle. Las leyes solo vienen después de muchas movilizaciones y reivindicaciones.

Mucho se está hablando de los circos en estas últimas semanas. Ya se llevaba tiempo agitando las calles. Han sido muchos años en la puerta de los circos dando información a la gente que entraba para visibilizar la situación de los demás animales ahí dentro. Muchas tardes de invierno gritando.

La lucha contra los circos con animales ha ido creciendo, cada vez más personas se han ido sumando y han salido a las calles y a las redes sociales, a reivindicar los intereses de los demás animales.

Después de muchas concentraciones en la puerta de los circos, manifestaciones, artículos escritos, vídeos, etc., el pasado martes 31 de enero el pleno del ayuntamiento de Madrid aprobó con los votos a favor de Ahora Madrid, PSOE y Ciudadanos y con el rechazo del PP, elaborar una normativa sobre los derechos de los animales que “estudie” la prohibición de instalar en la capital circos con animales salvajes.

En la comunidad de Madrid ya serían 50 municipios en los que no se permiten los circos con animales salvajes. En el estado español son 256 municipios los que tienen ordenanzas similares y desde julio del 2015 están prohibidos en toda Cataluña.

Ante esta situación los dueños de los circos, que ven sus días contados, se manifiestan y salen en la prensa diciendo que los animales que actúan con ellos han nacido en cautividad, por lo que no son salvajes. A día de hoy, sabemos que hay animales en los circos explotados que han nacido en libertad y fueron secuestrados, como es el caso de Dumba, la elefanta que está ahora mismo en el Circo Quirós, o como las elefantas del circo Mundial Susi, Jeny, Kato y Bully, capturadas hace ya más de 40 años. Por desgracia, no conocemos las historias de todos los animales que están en los circos, de dónde vienen los tigres, hipopótamos, leones… Será cierto que algunos de ellos habrán nacido en cautividad, pero nos da lo mismo: que hayan nacido encerrados no significa que ese sea su lugar, ningún animal (tanto humano como no humano) debería estar encerrado, ni explotado para el beneficio y/o diversión de otros. Da igual que sea considerado salvaje, que haya nacido en cautividad o que se le clasifique como animal doméstico. Tanto perros como caballos, tigres, elefantes, etc., merecen ser libres y respetados, merecen una vida, la suya, para disfrutarla y vivirla.

De momento, el debate sobre los circos con animales se ha puesto sobre la mesa. Aunque todavía no hay nada decidido, parece que la ley de esta nueva ordenanza quiere ser “cuidadosa” con todo el mundo, se quiere ofrecer a los trabajadores del circo un periodo de transición. En palabras de Javier Barbero, Delegado de Salud, Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de la capital, “Madrid debe seguir siendo una ciudad amiga de los circos y sus profesionales, pero recogiendo el respeto a los derechos básicos de los animales”.

Está muy bien tener consideración con los explotadores, cuando se queden sin animales a los que explotar tendrán que aprender otra forma de ganarse la vida. Esperemos que esa ordenanza también tenga en cuenta a los animales que están en los circos ahora mismo. ¿Qué va a pasar con ellos? Si sus explotadores ya no pueden sacar dinero con ellos, no les rentará tenerlos. ¿Dónde van a ir esos animales? ¿Morirán de hambre o enfermedad por abandono total? ¿Serán vendidos a otros centros de explotación como pueden ser los zoos? El futuro de esos animales es una responsabilidad ética. Buscarles un sitio donde poder vivir lo más dignamente posible, un lugar donde se les respete y se les tenga en cuenta como individuos en si mismos y no por el dinero que se puede ganar. Por suerte, hay lugares para esto: los santuarios y refugios, como el Santuario de animales salvajes Arca de Noé en Alicante o el Elephant Haven en el Estado francés. Estos lugares también necesitan apoyo para poder seguir cuidando a los animales que ahí viven y abrir sus puertas a muchos más. Porque la solución no es prohibir que se les utilice en un territorio concreto y no dejarlos pasar, es necesario sacarles de ahí. Aunque no veamos a los animales actuando en los circos de Madrid, si siguen estando en otros lugares, de nada nos servirá, porque de nada les valdrá a ellos.

De momento los circos siguen en Madrid, por eso continúan las movilizaciones. Hasta hacer del circo con animales algo del pasado.

www.porelfindelcircoconanimales.wordpress.com 

Fuente: http://www.todoporhacer.org/2017/03/circos-leyes/

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