Policía infiltrado en una organización ecoanarquista se ofrece a testificar en su defensa

El juicio de seis compas acusados de tratar de cerrar uno de los centros de destrucción del medioambiente de Gran Bretaña se ha desplomado.

PolicíaDebido a que un policía encubierto se ofreció a testificar en su defensa.

Oliver Knowles, Daniel Chivers, Brody Stevens, Anthony Mullen, Simon Lewis y Spencer Pawling fueron acusados de conspirar para cerrar la Central Eléctrica de Carbón de Ratcliffe-on-Soar en Nottinghamshire, Reino Unido, el 2009.

Su caso iba a ser juzgado ayer, pero fue abandonada después que el policía entró en contacto con el equipo de la defensa para decir que estaría dispuesto a ayudar.

El agente encubierto involucrado ha sido identificado como Mark Kennedy, ex miembro de la Scotland Yard que ha pasado los últimos siete años encubierto en el movimiento de protesta del medio ambiente y los últimos diez en el movimiento anarquista inglés.

En octubre de 2010, unxs compas encontraron su pasaporte y descubrieron que era policía desde 1994.

Algunxs activistas han afirmado que su papel iba más allá de la de un observador de la policía y que ayudó a financiar protestas y tenía previsto asumir un papel principal en la interrupción de la central.

La supuesta conspiración tenía por objetivo sabotear la Central Eléctrica de Carbón de Ratcliffe-on-Soar y apagarla durante una semana.

Mark Kennedy, de 40 años, se había infiltrado en el movimiento ecoanarquista en 2000 y pasó los últimos siete años en su centro.

Apodado como ‘Freelance Climber’, ´decia que su nombre era Mark Stone. Viajó a 22 países diferentes espigando información y jugando un papel de primera línea en algunas de las protestas de más alto perfil.

Pero ahora parece salir de la Policía Metropolitana. Según The Guardian, Kennedy le dijo a un activista que su infiltración había sido «muy mala. Voy a decir que lo siento, por todo. Realmente me duele.» La infiltración de Kennedy costó alrededor de £ 250,000.

Danny Chivite, quien fue uno de los seis acusados en este caso, dijo a la BBC que Kennedy no fue un mero observador, sino un agente provocador: «No estamos hablando de alguien sentado en la parte posterior de la reunión tomando notas… estaba en el centro de la misma.»

Hablando sobre la protesta Ratcliffe-on-Soar, Chivite, dijo: «Mark Stone participó en la organización de éste sabotaje desde hace meses. A veces desaparecía durante meses, diciendo que tenía que visitar a un hermano en los EE.UU.»

Cientos de activistas fueron detenidos cuando la policía allanó la Escuela de Iona en Sneinton, Nottingham, en la mañana del lunes de Pascua, 13 de abril del año pasado.

Mike Schwarz, un abogado en el bufete de abogados Bindmans que representó a los manifestantes, dijo: «No tengo ninguna duda de que nuestros intentos de conseguir la divulgación sobre el papel de Kennedy han llevado al colapso del caso».

Nota: Técnicamente el juicio se cae a pedazos ya que se postula que como Mark Kennedy era infiltrado y provocador, la conspiración nunca habría tenido lugar si no hubiese sido por él. A su vez, Mark no puede ser juzgado por conspirar, ya que cumplía un rol de infiltrado.

¿Cómo lo hizo?

De pelo largo y tatuajes, Mark Kennedy primero se presentó a sus compas ecoguerrerxs en una granja lechera.

Entonces de 33 años de edad, se hacía llamar Mark Stone, no parecía diferente a cualquiera de los otros cientos de activistas cuando se presentó el 12 de agosto de 2003. Pero en realidad era un policía encubierto, enviado en misión de Scotland Yard.

Y a partir de 2003, tomó parte en casi todas las protestas del medio ambiente en Gran Bretaña. Llegó a estar tan incorporado que incluso celebró su cumpleaños número 40 con 200 miembros de la comunidad de protesta – en una fiesta de tres días en una granja.

Protestó contra la cumbre del G8 en Gleneagles e incluso viajó a Islandia para hacer campaña contra la construcción de una presa.

En 2008 su apetito voraz para la acción apareció y se ofreció como voluntario para ser el conductor en una operación en donde 29 activistas secuestraron un tren de entrega de 1.000 toneladas de carbón a la central de Drax.

Pero a pesar de su «compromiso» con la causa, comenzó a despertar sospechas y fue descrito incluso como «detective».

Su doble vida comenzó a deshacerse un año más tarde, cuando se sospechaba que pasó información a la policía sobre los intentos de atentar contra la central eléctrica de Ratcliffe-on-Soar.

Luego vino el descubrimiento de su pasaporte real y fue confrontado por los activistas en una casa en Nottingham, en octubre del año pasado. Se cree actualmente vive en el extranjero.

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