Merkel, la reencarnación del anticristo de la economía, y su performance griega

Crónica de la perfomance griega de MERKEL:

Merkel13.30. Diez minutos antes de la hora prevista del aterrizaje, los representantes de la embajada alemana en Atenas se posicionan a pie de aeropuerto. Un breve tiempo después, el avión en que viajaba Merkel aterriza, desconociendo que apenas unos minutos antes, como un acto rutinario y sin ni ningún tipo de emoción, los pilotos activan dos pequeñas banderas, una griega y otra alemana, desde la cabina.

13.42. El primer ministro Samaras da la bienvenida a Merkel.

13.50. La mansión Maximos espera a Merkel y a Samaras. Mientras, en el centro de la ciudad, la policía ha declarado el centro como “zona roja”, máximo peligro, colocando, para cubrir el acceso al Parlamento y la entrada a las residencias del primer ministro y el presidente del gobierno griego,  un muro protector de acero y prohibiendo expresamente cualquier manifestación, entendiendo también según consta en documentos oficiales cualquier gesto mínimamente peligroso o incitador que se realice.

14.07. Merkel y Samaras se pasean en comitiva por las calles de Atenas. En comitiva menos numerosa, pero más expresiva, se muestran, a su paso por el Hospital Erricos Dynan algunos trabajadores que llevan sin cobrar un número considerable de meses. La policía les impide, cargando contra ellos, que puedan acceder a la zona próxima de la comitiva política para que Merkel no “perciba” el clima de tensión que rodea su visita (¿alguien podría creer que es posible permanecer ajeno a la situación que vive Grecia?) ni sea alcanzada por alguna de las varias botellas llenas de agua caliente que los trabajadores que reivindican el pago de su trabajo lanzan contra la comitiva.

14.25. Comienza a circular la información de los primeros informes policiales: 40 detenidos por la policía. Una testigo, Theodora Oikonomides (@IrateGreek) afirma que la policía ha realizado la detención preventiva de 20 estudiantes, durante 15 minutos, aduciendo que debían revisar su mochilas

14.27. Se produce un gesto que ha sido interpretado como un claro exponente de la cuidadosa operación de perfomance y teatro político. La política es marketing, además de guerra por satisfacer la ambición de los poderosos, a costa de los ciudadanos: tanto Merkel como Samaras abren con su propia mano las puertas del vehículo oficial en el que viajan. ¿Pretender hacernos creer que la austeridad les ha alcanzado por convicción también a ellos?

14.30.Tanto la Plaza Syntagma como la calle Stadiou y la avenida Amalias están repletas de personas que se manifiestan contra Merkel, a las que se unen quienes reivindican el fin de la destrucción de Grecia desde el sindicato PAME.

14.35. Tsipras, representante de la coalición de izquierdas, expresa públicamente, desde la plaza Syntagma, que Merkel ha acudido a Grecia únicamente a mostrar su apoyo a los “merkelistas” griegos. El político se queja enérgicamente de que el objetivo del viaje de la alemana no haya sido empezar a demostrar que es posible que cese el experimento de destrucción de Europa, en el que se está utilizando, según Tsipras, a Grecia como “la rata de laboratorio de la crisis”

14.15 Se conocen informes que afirman que se han utilizado granadas sobre la barricada de Vassilis Sofias y gas lacrimógeno sobre los manifestantes que se acercan “peligrosamente2 a la valla de acero que constituye la “zona roja”

14.50 Las cadenas de televisión evitan dar noticias sobre las protestas y el clima de quejas desgarradas de los manifestantes y, en su lugar, proyectan pequeños, y políticamente correctos,  resúmenes de la entrevista que han mantenido Merkel y Samaras.

15.00 Samarsas comienza la rueda de prensa televisada afirmando que “Europa es una casa común a todos nosotros. Vamos a iniciar la aplicación de medidas que debían haber sido puestas en práctica hace ya mucho tiempo. Le he comentado a la señora Merkel que no estamos pidiendo ningún favor, los griegos estamos desangrándonos, pero seguimos convencidos que es posible tomar medidas. Grecia ha pasado página y su imagen ante los medios internacionales ha mejorado sensiblemente, como prueba la visita de la canciller Merkel. Estamos seguros de que Grecia saldrá reforzada de esta crisis.

Merkel responde a la increíble introducción de Samaras diciendo “Sé que el periodo que está atravesando Grecia es especialmente duro, una gran parte del camino ya ha sido abordada, a pesar de las dificultades, por lo que merece la pena que Grecia realice un último esfuerzo para finalizar lo que emprendió hace meses. Lo hacemos para que nuestros hijos y nietos puedan vivir en un mundo mejor. Por supuesto, no somos representantes de la Troika, pero podemos apoyarles con nuestros ánimos y nuestra presencia.»

Los representantes de la prensa realizan preguntas, estrictamente controladas de antemano: “El paro es uno de los problemas más grandes que afrontamos en Grecia. Más allá de salvar al paciente,¿ podría decirnos si el paciente enfermo, Grecia, será capaz de levantarse de su cama, andar e incluso, un día, correr?

Merkel, sin mostrar dudas, ni ninguna otra emoción, responde sin perder la calma: “Tenemos un amoneda común. Quien en Europa está padeciendo problemas hace que padezcamos problemas los demás. El dolor de uno es el dolor del resto. Hemos dado ya algunos pasos importantes. El proceso no ha finalizado, pero hay luz al final del túnel”

Otro reportero pregunta a Merkel cuál es el verdadero objetivo de su visita. Merkel responde “estoy aquí para entender la situación in situ. Cuanto más estrecho sea el contacto, más estrecha será la colaboración. Lo que signifique esta visita para los griegos es algo que ignoro”

Samaras replica: “La visita de Merkel rompe el aislamiento que ha padecido Grecia hasta la fecha”


19.18. Angela Merkel realiza el gesto de la despedida y su avión despega para realizar el viaje de vuelta.

Esta es parte de la crónica de una muerte anunciada, la de Europa, parte de ella, impulsada y consentida por un icono exterminador: Merkel. Cuando la dama de hierro alemana afirmó en Atenas  “Sé que el periodo que está atravesando Grecia es especialmente duro, una gran parte del camino ya ha sido abordada, a pesar de las dificultades, por lo que merece la pena que Grecia realice un último esfuerzo para finalizar lo que emprendió hace meses. Lo hacemos para que nuestros hijos y nietos puedan vivir en un mundo mejor. Por supuesto, no somos representantes de la Troika, pero podemos apoyarles con nuestros ánimos y nuestra presencia.» Sabe qué está diciendo. Ella lidera un bloque de poder que ha extremado las medidas para evitar que el Banco Central Europeo intervenga para atajar la inestabilidad económica y aminorar la presión de los mercados sobre las deudas soberanas de países como Italia, Grecia y España. Merkel, quizás no lo recordemos, no tenía poder hasta que no se lo “dimos”, unos y otros, por acción o por omisión. Su arrogancia es extrema: su sola presencia, lo cacarea a diestro y siniestro, puede hacer que “veamos la luz al final del túnel”. Uno se pregunta si tal es su poder, por qué no acaba de utilizarlo para despejar de una vez el túnel. La respuesta es macabramente sencilla: interesa más la inestabilidad financiera, donde los intermediarios y oportunistas, la banca y las empresas filiales de empresas poderosas, pueden “pocear” hasta vaciar las arcas, y fondos de reserva, de los países “rata de laboratorio de la crisis”. Tras años de crisis, una se pregunta las razones por las que ni una sola medida efectiva se ha aplicado a nivel europeo global (tanto que proclaman la existencia de esa Europa unida y global). Se escudan diciendo que las medidas liberales o las restrictivas son ineficaces. ¿Ni una sola puede ser efectiva? El quid de la cuestión no es ese: Merkel y los suyos se mantienen en una indefinición, dramática para los ciudadanos, que les permite hacer como que están haciendo mientras, en paralelo, arreglan las jugadas financieras para auto-prestarse fondos, auto-venderse ayudas y desviar la atención de quienes vivimos ya cada día con más “lo justo” sobre el centro de la crisis: el empecinamiento de Alemania y sus aliados, los que constituyen el centro y poder hegemónico de la limpia Europa, en convencernos de que aplicar políticas económicas de austeridad (probadamente fracasadas) y estrategias insolidarias, y nada cooperativas, es el único camino para alcanzar el fin del túnel. La realidad es que si son un camino, pero nos llevarán directo al endeudamiento progresivo.

Es la situación más idéntica a la descrita en la película Repo-men, la historia de un repo man que se especializa en reclamar órganos artificiales que no han sido pagados. Los repo men son famosos en USA por ser quienes buscan autos, u otras cosas compradas en cuotas y que los compradores han dejado de pagar. En este caso son órganos artificiales. El repo man, en esta película, deberá enfrentarse a otros repo men cuando se vea forzado a escapar al haber robado su propio órgano.

Lo que Merkel y aliados desean, y están logrando gracias en parte a las adulaciones y pleitesía que consiguen en políticos a quienes tienen contra las cuerdas, como Samaras, quien ilusoriamente cree que por tenerla de visita ya se limpia la imagen del país a quien representa, es continuar con la aplicación de medidas de recortes, la reducción rápida y simultanea de los déficits públicos y la pretendida mejora de la comprensión de los salarios reales. Son medidas que se han demostrado harto INEFICACES y, además, PELIGROSAS ya que no consiguen una disminución de los desequilibrios en las cuentas públicas sino el hundimiento de la demanda interna, que permite una reducción coyuntural del déficit por cuenta corriente, pero provoca un claro retroceso de la actividad económica y del empleo que hace imposible equilibrar a medio o largo plazo las cuentas públicas y exteriores.

Merkel y su enfermizo afán por destruir “el Sur” europeo no desentona, por desgracia, en un  panorama en el que organismos, en los que parecía que era lógico y necesario confiar (a decir de los miles de millones de presupuestos que maneja y la cantidad de sueldos y “trabajos” que “genera”) como es el Fondo Monetario Internacional, se equivocan descaradamente y no son capaces de predecir el impacto y rango de la crisis y se atreven (lo hizo hace un año) a firmar que en 2013 saldremos de la crisis y, meses después, por arte de magia, dicen lo contrario. Es el juego de los poderosos. Un juego mortal y dramático (para NOSOTROS, no para ellos, por supuesto) y sus jugadores, el FMI entre ellos, parecen no saber las consecuencias tan crueles que conllevan sus “errores”.

Hagan juego, señores…

Pura María García
http://lamoscaroja.wordpress.com
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