El decrecimiento en China marcará la última fase del capitalismo y el Cambio Civilizatorio. Preparados!

Post dedicado a los más pesimistas -entre los que me incluyo- que creen que todo esta perdido, que viviremos bajo el yugo eterno del capital y que nuestros hijos sufrirán un mundo de cadenas.

El capitalismo es tan transitorio como la locura que muere con el demente. Las condiciones que lo posibilitaron tiene sus límites en su propia dinámica y en el agotamiento del medio ambiente. Los límites están siendo alcanzados ahora. Una de las evidencias es que, a pesar de la dramática inversión en tecnología y producción, como está haciendo en China, último bastión del capitalismo enmascarado en una de sus múltiples formas, sus beneficios están cayendo en picado. Lo más importante es el modo en que lo está haciendo, no arrastrada por el resto de países, sino por la paradoja de la disminución de la Tasa de Ganancia (los Beneficios entre la Inversión, si el primero es menor que el segundo se entra en pérdidas).

El mundo entrará en una nueva fase el día en que China deje de crecer. Si China no puede ser refugio del capital internacional, ¿dónde irá? ¿Qué será de aquellos planes y proyectos basados en los beneficios? ¿Qué será de los mercados bursátiles que tanto capital arrastran a lo largo del día? En un mundo, sin ganancia no hay capitalismo. ¿Qué sucederá con las empresas tradicionales volcadas en la obtención de beneficios económicos?

Los cambios que anuncian la disminución de Tasa de Ganancia global son lentos pero claros y permanentes: paro, crisis, disminución de servicios y aumento de la represión. Pretendidas «Soluciones» capitalistas a la situación hay muchas, ahora estamos sufriendo los experimentos de la Teoría Monetaria Moderna con la Expansión Monetaria y los intereses negativos. Ya se anuncia el posible retorno al patrón oro de muchas de las monedas con Derechos Especiales de Giro como el Yuan. También se pueden usar los cuatro mecanismos tradicionales de mantenimiento del sistema: política monetaria, tipos de interés, leyes proteccionistas y política demográfica. Nada de lo que puedan usar van hacer que aumente la Tasa de Ganancia, solo dilatar la Agonía Eterna.

Debemos pues mirar más allá y vislumbrar lo que las élites, moviéndose como lobos hambrientos de beneficios, preparan para el siguiente paso. El dinero es poder. Si al capitalista le quitas el capital solo queda Poder. Hoy en día es un poder delegado, secundario, basado en el dinero y ejercido por intermediarios para mantener los sistemas de control social. La policía y el ejército, espías y periódicos, las cárceles y droga, las deudas con las que nos contienen no funcionan sin dinero procedente de los beneficios que cada vez son más exiguos. El motor del mundo capitalista es la perspectiva de ganar dinero.

Sin la empresa tradicional, sin soporte económico, cargado de deudas y servicios desatendidos es altamente probable que el poder se desenmascare, se deshaga de sus servicios periféricos de control blando, y se ejerza un poder Puro, directo, sin intermediarios. Conculcación del derecho constitucional y Ley Marcial. Ha sucedido anteriormente numerosas veces en forma de totalitarismos, dictaduras y monarquías. Nos remitiremos a los problemas observados ya por Maquiavelo con respecto a un poder basado en un ejército, como sucede hoy en día en USA o como pasó en la URSS, y es algo tan sencillo como que es caro, mucho, lo cual no encaja en la nueva tendencia bajista. Las dictaduras y totalitarismos basados en los ejércitos son ineficientes e improductivos, con multitud de fugas. Los sistemas de trabajo esclavista son altamente improductivos en comparación con los sistemas de trabajo asalariado. Aún así pueden llegar a enquistarse en formas tradicionales, como ocurre en Egipto y en la mayor parte de países árabes con las familias presidenciales, pero en general un totalitarismo para mantenerse si no hay beneficios recorta en efectivos y aumentan en violencia, como vemos en Corea del Norte. Sin beneficios o apoyo externo tienen los días contados.

Otra pregunta para nosotros como pueblos es si lograremos tomar y disolver el poder de la violencia que se nos promete antes de que se establezca en toda su amplitud o si ya es demasiado tarde. En Occidente ya estamos sufriendo las consecuencia de la disminución de beneficios que solo se intuían en los tiempos de bonanza pre 2008. Maquillada como «Políticas de Seguridad» de la OTAN, «War on Drugs», «War on Terrorism» los Estados no están aumentando el crecimiento, los beneficios, ni la productividad, sino la explotación. La reacción general es de descontento y aumento de las tensiones a medida que aumentan en contradicciones y abusos.

Estrujemos el cerebro, sepamos comportarnos de acuerdo a las fases de degradación del capital que ya tenemos encima, pensemos en contrarrestar sus medidas, y lo que es más importante, pensemos en cómo empezar a gestionar un mundo sin beneficios. Un punto débil del capitalismo está en todo aquello que no se puede comprar, lo que deben tomar o destruir. Otro punto débil es el no poder competir es decir, el no poder presentar productos alternativos. Esto cubre un amplio espectro, desde producción intelectual a artesanías, cooperativas o actividades sociales. Otro punto débil son sus infraestructuras ya que la tasa de recambio tecnológico también disminuye.

No hay misterio, tenemos de sobra personas comprometidas y cualificadas, corazón y herramientas para acometer la tarea: federalismo, municipios libres, cantones autónomos, cooperativas, comercio de cercanía, economías a escala, redes autogestionarias, solidaridad transnacional, desmaterialización tecnológica… Las soluciones de siempre que han estado tapadas por la presión del capital ahora se redescubren y se reivindican como propias por multitud de organizaciones movidas por las nuevas circunstancias. Este es nuestro sustrato. Los Estados caerán uno tras otro.

Os invitamos a que leáis el texto que ha inspirado esta publicación, un análisis marxista de la situación económica hasta 2016, ortodoxo, denso y largo pero esclarecedor y bastante acertado en su análisis. Hemos entresacado algunos de los fragmentos más significativos.

Salud y manos a la obra. Por la Organización!

Pablo Herákleo

Fuente- http://tarcoteca.blogspot.co.uk/2016/04/el-decrecimiento-en-china-marcara-la.html

Publicado el 30.4.2016, última edición 1.5.2016

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Fragmento de:

La Batalla Geopolítica ante un Cambio Civilizatorio. 

http://nuevaradio.org/mariwim/b2-img/wim_batalla.pdf  vía lahaine.org, Wim Dierckxsens 30.4.2016

Está claro que aumentar la productividad en sí no es el propósito de la inversión capitalista; es la maximización de la tasa de ganancia. Para lograrlo el capital necesita aumentar la productividad del trabajo y para ello invierte en tecnología que ahorre trabajo.

La inevitable transición hacia una nueva civilización 

Es un dogma en las ciencias económicas afirmar que el proceso de crecimiento económico es impulsado por la innovación tecnológica. La innovación conllevaría a un aumento en la productividad y este aumento significaría a su vez un mayor crecimiento económico. Para un país que  está al inicio de un proceso de industrialización y que importa tecnología avanzada en un entorno de salarios bajos, se observa efectivamente esta tendencia.

En la medida en que el país progrese y se califique su fuerza de trabajo que a la vez demanda mayor protección contra enfermedad y muerte, observamos un encarecimiento de la mano de obra. El propio en cuestión país se ve empujado a la Investigación y Desarrollo para aumentar la productividad del trabajo. China se encuentra en este segundo estadio de desarrollo y se ve cada vez más confrontado con la gran paradoja de la productividad: a mayor innovación tecnológica se observa cada vez menos crecimiento en los niveles de productividad.

[…]

>>Sobre la robotización de la producción

La Cuarta Revolución Industrial, de la robotización, no ofrece, en nuestra opinión, mayores perspectivas si tomamos a Japón de ejemplo. El país se considera ya una superpotencia robótica, pero medido en términos de productividad Japón muestra las cifras más decepcionantes al compararse con otras naciones industrializadas. El país tendría un PIB 20% mayor si funcionara con la productividad de los miembros más antiguos y menos robotizados de la Unión Europea (Véase, Simon Cox, Japan´s Productivity Paradox, www.bnymellon.com, diciembre de 2015; Tylor Cowen, ).

[…]

La ley de la tendencial baja en la tasa de ganancia contiene una predicción muy importante: el modo de producción capitalista no será eterno sino que es transitorio en la historia de la organización humana. La ley predice que con el tiempo habrá una caída en la tasa de ganancia a nivel global que conllevará a una crisis sistémica. Es un hecho que con la ´enfermedad japonesa´ que afecta hoy también a China, quiere decir que la tendencia a la tasa descendiente de ganancia se ha globalizado.

[…]

>>Sobre la deuda eterna

La inevitabilidad de otra racionalidad económica Como vimos hasta China ha entrado en la fase de deudas y burbujas cada vez más grandes. La deuda se torna ´eterna´ y la recisión se globaliza y profundiza. La deuda global aumenta para poder sostener la acumulación del capital globalizado. Tratase de una acumulación sin vinculación con la economía real que desembocará en una recesión cada vez más gigantesca y generalizada. En tanto que la inversión no logre re­vincularse con la economía real al no re­alzarse la tasa de ganancia, tarde o temprano se manifestará la crisis sistémica a nivel global. En medio de esta Gran Depresión del Siglo XXI no queda, en nuestra opinión, otra solución que invertir la racionalidad económica existente. Lo anterior demanda frenar la renovación tecnológica para evitar que la productividad del trabajo tiende ir a la baja y la tasa de ganancia alcance valores negativos.

[…]

 >>Sobre la obsolescencia programada

En medio de la Gran Depresión del Siglo XXI, la opción obligada parece ser prolongar la vida media de los bienes de producción. Con este keynesianismo invertido, la vida media de la tecnología se alargaría mundialmente. Con ello, el ciclo de reproducción del capital se alargaría, bajaría el costo tecnológico a transferir al producto de consumo final, elevando temporalmente la tasa  de ganancia en el sector de bienes de consumo. Sin embargo, cuando el capital deje de poder sostener su ganancia en el sector de producción de medios de producción, se irá de fuga de este sector y sin el mismo no es posible que funcione el otro. Con ello hay una ruptura definitiva con la racionalidad económica capitalista. No solo será irreversible regular la vida media en el sector de medios de producción sino también la vida media de los bienes de consumo duradero. El resultado es que la producción se orientará cada vez menos hacia la forma del valor y más hacia su contenido. La riqueza en general se medirá cada vez menos en términos de valor y más en términos de valor de uso. Sin duda este proceso de transición se ve acompañado de fuertes movimientos sociales y políticos, tema para otro análisis.

[…]

>>Sobre el New Great Deal chino, el proyecto de integración euroasiático de la Ruta de la Seda promovida a través de la red de transportes terrestre, trenes de alta velocidad y el Banco Asiático de Inversiones en Infraestructuras (BAII).

Hemos de anotar, sin embargo, que en el mundo no hay ninguna línea ferroviaria de alta velocidad que funcione con ganancia. Todas y cada una de ellas operan con pérdidas, asunto de tomar en cuenta para ver la factibilidad del ´New Great Deal´. La pregunta clave es cómo podrá impulsarse este keynesianismo productivo a nivel transcontinental con una nueva tendencia de la tasa de ganancia en alza. Creemos que el ´New Great Deal´ morirá probablemente en el intento cuando no logra elevar la tasa de ganancia. Lo anterior muestra cada vez más los límites históricos del capitalismo alcanzados a nivel mundial.

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